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La Tierra Hueca, Nuevas y sorprendentes Pruebas

Por Mundo Desconocido

Ha Sido recientemente CUANDO los Astrónomos chilenos del Telescopio ALMA Han Descubierto y fotografiado Por primera vez, Un planeta en Formación, la Formación de DICHO orbe, Encaja Perfectamente Con La llamada teoría de la Tierra Hueca, en el vídeo siguiente, Hablamos of this Sobre Descubrimiento ELLO Y os mostramos UNA ANIMACION 3D de Que HEMOS Montado párr explicaros ESTA Teoria De Las oquedades planetarias.

Asímismo, os mostramos Una serie de Ideas Que Nos Surgen de Ciertos Datos Que mostraba Edmund Halley e inclusó ONU misterioso simbolismo Que aparece en la tumba de Euler.

 

domi La Tierra Hueca, Nuevas y sorprendentes pruebas

Ha sido recientemente cuando los astrónomos chilenos del telescopio ALMA han descubierto y fotografiado por primera vez, un planeta en formación, la formación de dicho orbe, encaja perfectamente con la llamada teoría de la Tierra Hueca, en el siguiente video, hablamos de este descubrimiento sobre ello y os mostramos una animación 3D que hemos montado para explicaros esta teoría de las oquedades planetarias.
Asimismo, os mostramos una serie de ideas que nos surgen de ciertos datos que mostraba Edmund Halley e incluso un misterioso simbolismo que aparece en la tumba de Euler.

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domi CUENTAN LOS ÚLTIMOS INDÍGENAS MACUXÍES…

Cuentan los últimos macuxíes (del norte del Amazonas), que hasta el año 1907 entraban por una caverna y andaban entre trece y quince días, hasta llegar al interior. Allí, «del otro lado del mundo», viven los «hombres grandes», que miden entre tres y 3,5 metros. Son muy buenos pero hay que respetar sus indicaciones. La consigna de los macuxíes del lugar, era custodiar la entrada de la caverna, impidiendo el acceso a todo otro ser que no fuera alguno de los autorizados de la tribu. Cuando el gran viento que recorría el enorme túnel empezaba a soplar hacia afuera, (tenía ritmos de cinco días hacia afuera y otros tanto hacia adentro) podían comenzar a descender las escaleras (de 82 cm. de altura cada escalón), y las escaleras terminaban al tercer día (contaban los días con el estómago y los períodos de sueño, lo que resulta sumamente exacto).

Allí dejaban también los breos (antorchas hechas con palos embebidos en brea de afloramientos petrolíferos cercanos), y continuaban iluminados por luces que simplemente estaban colocadas allí, grandes como una sandía y claras como una lámpara eléctrica. Cada vez andaban más rápido, puesto que iban llevando menos peso e iban perdiendo el peso corporal. Atravesaban cinco lugares que estaban muy bien delimitados, en medio de unas cavidades enormes, cuyo techo no era posible ver. Allí habían -en una de las salas- cuatro luces como soles, imposible mirarlos, pero que seguramente no era tan altas como el sol. En ese sector crecían algunos árboles de buenos frutos, como cajúes, nogales, mangos y plátanos, y plantas más pequeñas. Por la descripción comparativa con ciertos lugares de la zona macuxí, esa sala tendría unos diez kilómetros cuadrados de superficie «transitable» y vegetada, y otros sectores inaccesibles y muy peligrosos, con piedra hirviendo, así como unos arroyos de azogue (mercurio, que los macuxíes conocieron en el presente siglo su uso para amalgamar el polvo de oro, merced a los garimpeiros que hoy contaminan con él las aguas amazónicas). Luego de estas cinco grandes cavidades, en un punto situado más allá de medio camino, debían tomarse de las paredes, y con cuidado impulsarse porque «volaban» (es decir que estaban ingrávidos como un astronauta).


El viento que había comenzado a soplar hacia afuera, no era obstáculo al iniciar el descenso, pero si lo intentaban al revés, la violencia del remolino les podía arrastrar al abismal túnel, y el cadáver -golpeado mil veces- no se detendría hasta un día de marcha, cueva adentro. Respetando este ciclo, iniciando la marcha con viento en contra (que era a favor de su seguridad) bajaban tres días por escaleras; y luego de dos días de marcha por túnel angosto, ya sin escaleras, el viento volvía hacia adentro, de modo que cuidaban los pasos desde el día de la partida, para no dejar arena removida o guijarros sueltos que luego se estrellarían en sus espaldas.

Aún con viento a favor -ya en el séptimo u octavo día de marcha-, llegaban a la zona «donde todo vuela», es decir al medio de la costra del planeta (el medio de la masa, magnéticamente hablando, que no es el centro geométrico de la Tierra, sino cualquier punto en medio del espesor de la corteza).

A veces el viento era muy fuerte, y en vez de tomarse de las paredes para impulsarse, debían hacerlo para frenarse y no ser golpeados. Generalmente duraba desde poco menos de un día hasta día y medio, la travesía sin gravedad. Algunas veces debieron aferrarse a las salientes pétreas o a hierros que habían «desde antes» clavados en la roca, y esperar dos días a que amainara el viento. Luego seguían el camino caracterizado por arroyos con aguas muy frías que atravesaban la caverna, y entraban a una especie de gran vacía, mayor que las anteriores, donde habían unas cosas brillantes, de forma similar a los panales de abejas, de unos diez metros de diámetro, situados sobre un vástago, como un tronco de árbol, a una altura imprecisable por la memoria de los últimos macuxíes que viven recordando aquello, aún con cierto temor a las represalias de «los hombres grandes».


Los viajeros iban recobrando el peso, pero no llegaban a recobrarlo totalmente, porque aparecían en «la tierra del otro lado», donde todo es un poco más liviano, el sol es rojo y siempre es de día, sin noche, ni estrellas ni luna. Allí permanecían unos días, disfrutando de unas playas cercanas, volviéndose más jóvenes. (Lo que recuerda a Apolo, que iba al Olimpo a rejuvenecerse) Los macuxíes conocían muy bien el Atlántico, pues estaban -«afuera»- a unos trescientos kilómetros de la costa, y no era éste el mar). Los gigantes les daban unos peces muy buenos y grandes, cuya carne no se descomponía hasta dos o tres meses de haber sido pescados. Con esa preciosa carga, manzanas más grandes que una cabeza y uvas del tamaño de un puño, además de mucha energía corporal, volvían acompañados de algunos gigantes que les ayudaban con el enorme peso que traían. El viaje de vuelta se iniciaba con viento a favor, para volver a tenerlo a favor también en la última etapa, al subir los tres últimos días por las escaleras, cuyos últimos restos existen actualmente.


La creencia -o conocimiento- de los macuxíes, es que si respetan las pautas dadas por los gigantes, luego de morir aquí afuera, nacerán entre ellos, allá adentro. Cuentan que algunos macuxíes no morían, sino que se transformaban (¿transfiguraban?) en casi-gigantes y se quedaban en el interior. Esto requería principalmente, no tener hijos aquí afuera.


La tragedia para los macuxíes sucedió en 1907. Tres exploradores ingleses, llegaron en nombre de su reina, buscando diamantes. La zona macuxí es aún actualmente un poco diamantífera, pero ya se la ha explotado desde 1912 tan intensamente que casi no hay diamante, siendo poco o nada rentable su búsqueda. Cuando llegaron los ingleses, había lo suficiente como para conformar a la reina y a muchos ambiciosos que se enriquecieron luego, explotando a los nativos, pero uno de aquellos «viajeros autorizados al Centro de la Tierra» cometió la terrible imprudencia de violar la consigna de secreto, e indicó el lugar de entrada a los extranjeros. Uno de ellos envió una carta a Su Majestad, repitiéndole una narración como ésta, con algunos detalles más. En las arenas de las playas interiores, abunda el diamante, al igual que en algunos enormes bloques carboníferos de mineral de serpentina, de antiguos calderos volcánicos, que hoy son, justamente, esos túneles hacia el interior del mundo.


Los tres hombres salieron -o mejor dicho entraron- de expedición, pero no regresaron jamás. En vez de ello, salieron los gigantes, reprendieron a los macuxíes y les prohibieron para siempre el ingreso al interior. Luego de dos años de angustia y pobreza (esa zona, en esta superficie externa tenía diamantes -sin valor entonces para ellos-, pero no mucha fruta ni muchos peces), decidieron intentar un nuevo contacto con los gigantes, a pesar de la prohibición. Viajaron esperanzados durante dos días, pero llegaron a un punto del camino donde el viento venía de otra caverna que ellos no conocían. El camino original estaba derrumbado. Algunos volvieron inmediatamente, pero otros decidieron seguir el nuevo y desconocido túnel. Varios meses después, uno de ellos regresó y dijo al resto que podían entrar; los gigantes les autorizaban, pero sería para no volver nunca afuera, porque otros ingleses irían al territorio y les dañarían. Algunos se negaron a partir, porque el lugar asignado era una de aquellas grandes vacuoides. Otros aceptaron irse y no regresaron jamás.


Unos años después, comenzaron a llegar garimpeiros, a enturbiar los ríos con zarandas, resumidoras y mercurio, y a enturbiar los cerebros de los macuxíes que se quedaron «afuera», con caña, caipiriña y macoña (droga). También les enturbiaban las espaldas -con látigos- y la raza, violando a sus mujeres. En junio o julio de 1946 hubo un enorme derrumbe en el túnel, cayendo casi toda la escalera. Hoy sólo quedan algunos escalones del inicio, y un enorme precipicio inescalable, donde el viento sopla con ritmos diferentes. Algunos viejos macuxíes que escaparon al látigo inglés, y aún viven contando su edad por lunas, no se resignan totalmente a olvidar el Paraíso Perdido.

Nunca mejor expresado, pues ellos lo conocieron… Y lo perdieron.

        http://despiertaalfuturo.blogspot.com.ar/2012/11/cuentan-los-ultimos-indigenas-macuxies.html

domi Civilizaciones Intraterrestres

La creencia en civilizaciones intraterrestres muy evolucionadas espiritualmente forma parte de muchas tradiciones filosóficas-religiosas del mundo. Tampoco es desdeñable el número de personas que dan testimonio de una «realidad fantástica» con zonas cálidas, llenas de vida vegetal y valles perdidos e en lugares inhóspitos de nuestro subsuelo.

Incluso autores de la talla de,

  • Julio Verne
  • James Hilton
  • C.W. Leadbeater
  • John G. Fuller

El polémico Raymond Barnard

aventureros como Ferdinand Ossendowski y Nicholas Roerich …han hablado de estos reinos subterráneos a través de sus novelas.

¿Podría estar albergando nuestro planeta culturas vivas en su interior?

Se han dicho muchas cosas sobre este gran reino subterráneo, pero, en realidad, todavía no se ha revelado verdaderamente nada al gran público, salvo a través de los mitos y de las alegorías divulgados por algunos iniciados intuitivos.Como algunos autores afirman, es posible que la Tierra este, totalmente hueca y que el pueblo intraterrestre posea su propio sol central.

Es igualmente posible que el centro de la Tierra sea tan denso como su corteza y que la humanidad de la Agharta viva entre los dos polos. Por otro lado, no hay que excluir la teoría que afirma que la Tierra es como un buñuelo, totalmente repleto de inmensas cavernas tan vastas como nuestras regiones y países, en comunicación entre sí por medio de gigantescos túneles construidos.

Por excéntrico que pueda parecer el planteamiento anterior, no debemos despreciar un argumento bastante significativo:

en casi toda la Tierra se tienen noticias de cuevas subterráneas y sistemas de túneles – como el entramado que se extiende bajo la superficie del Yucatán, montañas de Paucartambo en Perú, sierra del Roncador en Brasil, cuevas de Afganistán, monte Kailós en el Tíbet… – que conectan no sólo áreas diferentes dentro del mismo continente, sino que, en opinión de algunos investigadores, bien pudieran «unir» diferentes partes del globo.

En realidad, todas las tradiciones antiguas se basan en ésta supuesta existencia de ciudades intraterrenas conectadas mediante una vasta red de pasadizos, más que en la – no menos fantástica – creencia de una «tierra hueca» que algunos autores como Raymond Bernard proponen.

Exploradores como Juan Moriaz, y sacerdotes como Carlos Crespi, habrían encontrado en estos túneles perdidos del Ecuador («Cueva de Los Tayos»), láminas de piedra y oro con signos ideográficos grabados que describen los orígenes de la historia humana, según recoge fielmente Erik Von Däniken en El oro de los dioses.

A este enclave sudamericano, que aún hoy día constituye un misterio por descifrar, se vincula una interesante leyenda sobre la mítica Shambalah o Agharta, y las historias que de ella se desprenden.

Historias sobre una ciudad santa oculta en los Himalayas…

Incluso en Colombia se conoce de túneles extensos, en el municipio de Vélez, Santander, por ejemplo, existe una cueva de dimensiones desconocidas, llamada, “cueva de los indios”, los habitantes del pueblo relatan como allí niños traviesos han terminado desaparecidos y como algunos sobrevivientes a la aventura después de varias horas e incluso algunos días en el oscuro lugar afirman que mide kilómetros y que en un punto de dicha cueva, hay un abismo del que se desconoce su fondo…

Se ha dicho que el origen de las sociedades subterráneas podría estar en los continentes desaparecidos del Atlántico y del Pacífico:

Atlántida

Lemuria o Thule (esta última en la tradición helénica se corresponde con el reino de hiperbórea: una tierra paradisíaca, perdida más allá de la barrera de los hielos, donde existe una raza que irradia un poder espiritual capaz de influir en los sentimientos colectivos del planeta)

Tanto en oriente como en occidente se suceden las descripciones sobre los integrantes de estas enigmáticas sociedades, y no faltan los testigos que dan crédito a la existencia de seres dorados de los que emana una intensa luz blanquecina.

Huecos polares

La posibilidad de que la tierra sea hueca, y de que se pueda entrar en ella a través de los polos norte y sur, ha alimentado la imaginación de la humanidad desde hace mucho tiempo.Por si fuera poco, unas supuestas fotografías de una abertura en el polo norte tomada por los satélites ESSA-3 el 6 de enero de 1967 y ESSA-7 el 23 de noviembre de 1968, parecen facilitar esta teoría.La primera persona en escribir un trabajo entero sobre la tierra hueca era el famoso Astrónomo ingles y el Matemático Edmundo Halley (sí, el mismo del cometa).

En 1692 él publicó su teoría acerca de una tierra hueca. Su teoría se evolucionó a partir de trabajar con en fluctuaciones de magnetismo de tierra y las causas posibles. Su solución, la tierra era hueca.

El creyó había tres conos concéntricos con un centro fundido de la lava, que sirvió como un «sol interior».

Para los partidarios de la tierra hueca, sus hipótesis no únicamente estriban en estas controvertidas fotos (reproducidas en 1970 por la revista Flying Saucers del editor Ray Palmer) sino que al parecer diferentes exploradores dicen haber visto cenizas volcánicas donde no hay volcanes, calor inexplicable donde deberían reinar temperaturas bajo cero, huellas de animales en lugares nada accesibles, icebergs de agua dulce en el océano Ártico.

Leonard Euler, matemático del siglo XVIII, «dedujo» que la tierra era hueca y contenía un Sol central.

Claves Symnes (ex-capitán de infantería de Ohio) se mantenía convencido de que nuestro mundo consistía en realidad en un sistema de esferas huecas concéntricas.

El escritor Raymond Bernard (antes mencionado), en su libro La tierra hueca lanzó la complicada – y absurda para muchos – teoría de que el centro de gravedad del planeta no estaría en el núcleo sino en la corteza terrestre, y que las auroras polares estarían causadas por los rayos provenientes de un,

«Sol interior, apareciendo por esos enormes agujeros polares».

En 1926, Richard Evelyn Byrd, capitán de la marina americana, navegó en línea recta hacia el polo norte y continuó viajando unos 2.730 Km. en esa misma dirección sin alcanzarlo, arribando, por el contrario, a una costa de aguas templadas llenas de vegetación. ¿El Reino de Hiperbórea?

Entre 1946-47, Byrd revive una experiencia semejante, esta vez volando en dirección al polo sur, en una expedición denominada «High Jump», patrocinada por los EE.UU.

Se cree que las expediciones del capitán fueron objeto de desinformación, ya que existe gente que afirma haber visto imágenes en «noticieros» narrados por el propio Byrd en el que describía y mostraba imágenes «de esas tierras más allá del polo» con sus montañas, árboles, ríos y un gran animal identificado como un mamut.

Estos documentales, de existir, parece que se han evaporado. Para los defensores de la Tierra hueca, el capitán habría encontrado la apertura polar y se habría introducido en ella.

El que fuera operador de radio en las expediciones, Lloyd K. Grenlie, reafirmó la existencia de una cinta grabada con todo lo mencionado por Byrd.

Sus detractores insinúan que sus afirmaciones no son más que recuerdos falsos y sus comentarios como «una tierra más allá del polo» o «el gran enigma», eran formas de aludir a regiones aún inexploradas más que a continentes escondidos en su interior.

La ciencia tiene la palabra

Según estudios realizados por geofísicos del Instituto de Tecnología de California (USA) y través de mediciones indirectas en la frontera entre las zonas líquidas y sólidas, se estima la temperatura interior del planeta en 6.300° C y en principio, en el «centro», alcanzaría los 6.600° C., mayor que la reinante en la superficie del Sol.

Con estas cifras, admitir la idea sobre la oquedad de la tierra parece bastante disparatado.

De todas formas, debemos reconocer que a la ciencia le queda mucho aún por investigar sobre la estructura interna del planeta, porque a pesar de las prospecciones (apenas un 0.2/0.5% del radio terrestre) y sondeos que los geólogos han realizado, la composición de su núcleo no ha sido determinada con total seguridad.

Una hipótesis – aparecida en la revista Science – del doctor Ronald Cohen llevaría a examinar algunos planteamientos de ser cierta:

«el corazón terrestre es una inmensa bola de 2.400 Km. de diámetro, pero no de hierro sino de cristal, formada por átomos de hierro con su propio campo magnético».

Lo que parece fuera de toda duda par la comunidad científica es que de existir seres intraterrestres tendrían una estructura física y atómica diferente, y así podría estar «habitado» el interior del planeta por criaturas basadas en la química del silicio en lugar de la del carbono, tal y como propuso en su día el astrónomo norteamericano Thomas Gold (profesor emérito de Astronomía de la Universidad americana de Cornell).

Evidentemente se tratarían de organismos microscópicos capaces de desarrollarse a enormes presiones y temperaturas en el interior de la corteza terrestre, residiendo en los pequeños poros que se encuentran en las rocas y obteniendo la energía necesaria para vivir de diversos minerales y gases disueltos.

Esta posibilidad se ha considerado prácticamente inviable por la casi totalidad de los biólogos.

Pero según Thomas Gold, en el interior de algunos laboratorios geológicos se han conseguido muestras de gran profundidad y se han observado como diferentes rocas presentaban señales de la acción de estos organismos basados en el silicio que habrían pasado inadvertidos hasta ahora.

Lejos de la especulación, las únicas «criaturas» que desde hace 40 años se sabe llegan a tolerar condiciones y marcas de 3.500º C. son las llamados hipertermófilas. Viven alrededor de chimeneas volcánicas, de fondos oceánicos, o en el agua que fluye de los géiseres. La mayoría de estos organismos son bacterias unicelulares que obtienen la energía al combinar oxígeno con sulfuro de hidrógeno.

Constituyen auténticos fósiles vivientes, pues han permanecido casi sin cambios a lo largo de miles de millones de años.

Agartha y el mito del Rey del Mundo. ¿Realidad espiritual o material?

Antiguas tradiciones religiosas asiáticas (budistas tibetanas, enseñanzas hindúes, chamanes de Mongolia) desde tiempos remotos dan por cierta la existencia de un reino inmortal «invisible» donde se escondería un reducido colectivo de personas, excepcionalmente sabias y poderosas, procedentes de los continentes hundidos del Atlántico y del Pacífico.

En Oriente este mundo idílico oculto es conocido como Agartha o Sambalah y en América del Sur como la ciudad del Disco Solar. Muchos sitúan este reino en valles perdidos de las cordilleras al norte del Himalaya, y otros en cavernas inaccesibles de los desiertos próximos al Gobi. Este pueblo subterráneo estaría regido por los designios de un misterioso personaje: el Rey del Mundo.

Investigadores de culturas religiosas como Andrew Tomas han estudiado a fondo este mito universal aceptando como real su existencia. Otros estudiosos, como René Guénon, han visto en la figura del soberano de este mundo intraterrestre -a caballo entre lo divino y lo humano- un principio, una dignidad y un estado espiritual:

«Es la inteligencia cósmica que refleja la luz espiritual pura».
(R. Guénon, El rey del mundo)

Para otros, este tipo de mito entronca con todas las historias «fabulosas» que circulaban por occidente a propósito del reino del Preste Juan, misterioso soberano de quien según Marco Polo hablaban todos en el gran imperio y recibía tributos de la mayor parte de los gobernantes asiáticos.

Al parecer, en los archivos del Vaticano se encontraría parte de la correspondencia que mantuvo el mítico rey-sacerdote de Oriente con algunos monarcas y prelados de la Iglesia.

Es posible que todas estas narraciones que hemos rescatado del pasado funcionaran como un factor sugerente para sacar a las personas de Europa.

Las salidas del continente ya habían sido promovidas por el papado en las cruzadas, y el Preste Juan (o el Rey del Mundo) sería la «idea» que movilizaría a los hombres. Representaba la figura de un rey con un enorme imperio, situado tras las líneas musulmanas en el que abundarían enormes riquezas.

Para Helena Petrovna Blavatsky, fundadora de la Sociedad Teosófica, este reino no es ninguna utopía.

H. Blavatsky declararía en más de una ocasión estar en contacto con los Mahatmas (misteriosos personajes del Asia Central que detentaban poderes sobrenaturales) que le transmitían a menudo mensajes de fraternidad y misteriosas profecías destinadas a aviso y cuidado de un mundo en eminente peligro de autodestrucción. Según ella, Moisés, Platón, San Pablo… habrían sido teósofos iniciados por miembros de este Gobierno oculto.

No fue hasta 1933 cuando James Hilton popularizó en Occidente la leyenda de Sambalah en su novela Horizontes Perdidos, donde narra como una comunidad de grandes sabios, llamados Rishis o Mahatmas (grandes almas) viven en un paraíso de ciencia mística, oculto en algún lugar al norte del Tíbet, entre los macizos de Altin-Tag y Kum-Lum, Altai en Mongolia, Tsaidan y China.

Habitantes de estas regiones atestiguaron la presencia de seres luminosos vestidos con simples túnicas blancas en medio del duro invierno tibetano.

El marqués Alejandro Saint-Yves d´Alvèdre mantuvo haber sido visitado en 1885 por dos misteriosos personajes, enviados por el gobierno universal oculto de la presente humanidad, los cuales le revelaron la existencia de Agharta y su organización espiritual y política.

Con estas revelaciones, Saint-Yves escribió un libro de 200 páginas que mandó editar; pero apenas había salido la obra de la imprenta, el marqués ordenó su destrucción, ya que al parecer «contenía terribles secretos».

Un solo ejemplar se escapó a la destrucción del que se haría una reedición fotomecánica, y que según cuentan, los nazis, durante la ocupación alemana, acabarían por destruir.

Los aventureros Nicholas Roerich y Ferdinand Ossendowski

Viajeros occidentales como el científico polaco Ossendowski y el pintor ruso Roerich, escucharon contar a los lamas y nativos relatos sobre túneles que convergían a un fabuloso país subterráneo donde habitaba una poderosa raza de seres que se daría a conocer cuando la humanidad hubiera llegado a unas condiciones en que pudiera recibir los conocimientos necesarios, y saldrían a la superficie para crear una nueva civilización de paz (Nostradamus anunció en sus Centurias que habría de llegar algún día el Gran Rey) ¿Quién sabe?

Ossendowski fue el primero en recoger el testigo de Agartha.

Durante su huída por Siberia y Mongolia, perseguido por el ejército rojo, alcanzó tierras casi desconocidas en torno al desierto de Gobi, Manchuria y las inmediaciones del Tíbet – supuesto enclave del reino perdido.

Contactó en sus investigaciones con privilegiadas fuentes de información:aristócratas y lamas mongoles y el bibliotecario del propio Buda viviente.Dejó memoria de todo en el último capítulo del libro Bestias, hombres, Dioses.

El libro daría cierto cariz de credibilidad a la existencia de Agartha, aunque muchos lo tacharían de sensacionalista y muy poco o nada riguroso.

Roerich también sintió la llamada del Himalaya y abandonó la fama para dedicarse a luchar en pro de la paz, desde su refugio en el valle de Kulu, en las montañas de Cachemira (1917). Recién muerto Lenin, en 1924, Roerich llegaría a Rusia como portador de un mensaje que le había sido transmitido por los Mahatmas (nuevamente) que habitaban en algún lugar ignorado dentro del paralelo 42.

Juan Parellada de Cardellac cuenta en su libro Reinos perdidos y claves secretas que el explorador ruso habría dejado constancia en sus escritos del avistamiento de un OVNI – lo definiría como un ingenio metálico – que vio elevarse de un valle del Gobi en dirección al Tíbet.

El Dorado y el Coronel Fawcett

Por muchos definida como «la ciudad subterránea post-Amazónica, ubicada en la cordillera central y oriental del Perú que ha despertado innumerables sueños», el mito de El Dorado tomó el nombre de,

Paititi en Perú
Omagua en Venezuela
Manoa en la Guayana
Shangri-la de los Andes

Ligado a la leyenda de El Dorado aflora la historia del coronel Fawcett, viajero inglés que descubrió en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro una carta (enviada por el bandeirante Francisco Raposo al vicerrey, 1754) en la que se describía el hallazgo un año antes de una extraña ciudad de piedra en el noroeste del estado de Bahía, mientras Raposo buscaba las minas de plata de Muribeca.

Extraviado en el Matto Grosso, el aventurero portugués y sus compañeros divisaron en la montaña una escalera monumental tallada en la roca que conducía a un impresionante pórtico que se abría a una fantástica ciudad. Al manuscrito (conocido como el nº 512), le acompañaba un mapa que situaba esta ciudad en los alrededores del río Xingu -afluente del amazonas.

Fawcett, acompañado de su hijo Jack, penetró en la selva amazónica en busca de la ciudad perdida. Nunca volvieron.

Se da la circunstancia de que tanto en la región sudamericana, como en las áreas que englobaría la leyenda de Agartha, han sido escenario de frecuentes apariciones OVNI. Esto ha llevado a algunos ufólogos a creer que los OVNIs podrían ser vehículos de una civilización pasada, altamente desarrollada, que permanece oculta, y sus contactos con el exterior se establecen a través del Triángulo de las Bermudas, las islas Canarias, los polos o el Tíbet.

Contados como Eugenio Siragusa afirman que hoy día, en el subsuelo, existen bases de «hermanos del cielo» construidas con inmensas placas de cristal, supuestamente guiadas por maestros interplanetarios de la 4ª y 5ª dimensión.

La aventura nazi también tuvo este mito en consideración, pues como se ha comentado ya hasta la saciedad, Hitler y su círculo íntimo llegaron a estar persuadidos de la realidad de este mundo oculto tras la lectura de The Coming Race (La Raza Que Vendrá) de Bulwer-Lytton.

¿Envió el führer expediciones especiales en busca de la entrada a… con la intención de aliarse con civilizaciones internas?

Rigurosamente hablando, por las investigaciones llegadas a cabo hasta el momento, podríamos concretar que si alguien o algo se moviera allí abajo, lo sabríamos. Puede que todos estos relatos – parafraseando a Serge Hutin – no sean más que símbolos de la perpetua nostalgia humana de un paraíso terrestre que sólo existe en el universo de la leyenda.

http://conspiracionesynoticiasactuales.blogspot.com.es/2014/02/civilizaciones-intraterrestres.html

domi NADIE HA LLEGADO A LOS POLOS NORTE Y SUR, PORQUE NO EXISTEN

La mejor crónica de un viaje a la Tierra Hueca la hizo el Contralmirante Richard E. Byrd de EE.UU. Su apasionante descubrimiento fue censurado y silenciado inmediatamente por ‘los de siempre. La ‘Sociedad de la Tierra Hueca’, en Australia, ha logrado conservar los registros de Byrd que ahora se transcriben.

Nunca deja de sorprenderme que las cosas que nos enseñan como hecho se pueden probar más tarde que son falsas, pero algunos de nosotros permanecemos bloqueados dentro del pensamiento establecido. La mayoría de nosotros aceptamos como verdad lo que nos enseñan, porque todo el mundo lo cree. Si usted va contra la corriente principal, podría ser etiquetado a menudo con diversas palabras. Por ejemplo, si usted va contra el orden religioso establecido, entonces se le clasifica de pagano o apóstata; en el orden científico, un herético; si duda del orden político, entonces se le etiquetará probablemente como de la derecha radical neonazi o fascista. Nuestra sociedad tiene una etiqueta para todo el que no es un conformista.

La ciencia nos dice que existen dos puntos polares: el del norte y el del sur, y que marcan exactamente donde las líneas de la longitud se cruzan. A pesar de todo ninguna expedición ha tenido éxito para llegar a los puntos norte y sur. Estudiando muestras de perforación profunda sabemos que la Tierra es sólida a una cierta profundidad. También sabemos que aumenta la temperatura dentro de la Tierra cuanto más profundamente perforamos, por lo menos hasta el punto que hemos explorado; y por lo tanto asumimos así que la Tierra debe ser sólida en dirección al núcleo. Esto se debe a medidas inexactas y a una pura presunción. La comprensión actual de la formación del planeta se forma a través de las líneas de pensamiento de la ‘Tierra sólida’. Según Cate Malone, autor del artículo ‘La Tierra Hueca’, los astrónomos y los físicos creen que los gases se condensan gradualmente en una espiral que da vueltas, hasta que la fuerza de la gravedad, (otro fenómeno inexplicado) tira de ellos en forma sólida. Hay, sin embargo otras posibilidades. Un estudio simple de la fuerza centrífuga podría diseñar una Tierra completamente nueva para nosotros. La ciencia acepta el hecho de que la Tierra da vueltas sobre su eje como una peonza. Malone afirma en su artículo lo siguiente: “la fuerza centrífuga hace que la Tierra se achate levemente en el ecuador y se aplane en los polos.”

Para visualizar cómo podría parecer la formación de un planeta, piense en una lavadora automática en el ciclo de centrifugado. La ropa (gases, líquidos y partículas) se lanza hacia fuera contra los lados de la máquina (gravedad). La porción del centro permanece despejada. El hueco del centro está firme. Del mismo modo que la Tierra nunca ha dejado de dar vueltas, así esta lavadora nunca sale de su ciclo de centrifugado. Si la máquina continúa dando vueltas, ¿el agua y la ropa comienzan a agruparse en el centro, o girarán sin fin alrededor del centro hueco?

Las leyendas de seres procedentes del interior de la Tierra están todavía en el folklore de muchas naciones tales como las que hablan de extensas tierras paradisíacas al norte encontradas a través del  folklore de Escandinavia, de los cuentos populares rusos y de las leyendas de los esquimales que reconocen la existencia de duendes, gnomos, troles y gigantes; lo cual hace que la idea de la Tierra hueca no sea nueva.

En 1909, los guías esquimales del Almirante Peary creían que estaba en una expedición para encontrar a la ‘gran gente’ del norte, de la cual ellos eran descendientes. Los registros de los primeros exploradores del Ártico y de la Antártida están llenos de anomalías. Los exploradores del Ártico del siglo XIX se referían a un gran mar de agua dulce y a temperaturas cálidas en el norte, más allá de lo que ellos exploraron. También informaron que había nubes de polvo, extensas áreas de nieve manchadas con polen, pájaros y animales que emigraban al norte para el invierno, vegetación y mamíferos, tales como el gigantesco mamut supuestamente extinguido encontrado congelado en los icebergs. Incluso los icebergs son anormales cuando están hechos de agua dulce, y vienen de una tierra en donde ocurren menos de cinco centímetros de precipitación y muy poca nieve cae cada año.

Los descubrimientos del Doctor Frederick Cook y del Contralmirante Peary en 1908 y 1909, respectivamente, fueron igualmente poco convincentes. Ni siquiera se pudo probar que cualquier hombre alcanzó el Polo Norte.Como el Doctor Raymond Bemard precisa en su libro ‘La Tierra Hueca’, tal descubrimiento es verdaderamente imposible: “Es bien conocido que los polos magnéticos del norte y del sur no coinciden con los polos geográficos como deberían… si la Tierra fuera una esfera sólida con dos polos en el extremo de su eje, al ser un imán, sus polos magnéticos coincidirían con sus polos geográficos. El hecho de que no lo hagan es inexplicable en base a la teoría de que es una esfera ‘sólida’. La explicación llega a estar clara cuando asumimos la existencia de aberturas polares, con los polos magnéticos a lo largo del borde circular de estas aberturas, en lugar de en un punto fijo.”

Según Bemard la razón por la cual nadie ha encontrado los polos del norte o del sur es simple: “Los polos magnéticos y geográficos no coinciden… porque mientras que un polo magnético se halla a lo largo del borde de la abertura polar, los polos geográficos se hallan en su centro, en medio del aire y no en tierra sólida.”

La mejor crónica moderna sobre exploración y penetración en tierras más allá de los polos magnéticos la hizo el Contralmirante Richard E. Byrd de la Marina de EE.UU. en 1947 y 1956. Al igual que ocurrió con todas las exploraciones anteriores, la del Almirante Byrd fue envuelta en el misterio igualmente. La crónica comienza con los contactos por radio durante su vuelo de 1947 más allá del norte magnético y sobre el Polo Norte, la larga marca después del mítico punto de tierra en la cima del mundo. Durante la exploración de la Antártida el 13 de enero de 1.956 diversos avisos de radio indicaban:

“El 13 de enero miembros de la expedición de EE.UU. lograron un vuelo de 2.700 millas (4.320 kilómetros) desde la base de Mcmurdo Sound, que está a 400 millas (640 kilómetros) al oeste del Polo Sur, y penetraron una tierra existente de 2.300 millas (3.680 kilómetros) más allá del Polo.”

El 13 de marzo de 1956 se cita a Byrd, del cual dijo: “la actual expedición abrió una nueva tierra extensa”. Mucha gente recuerda todavía las emocionantes declaraciones en la prensa después de las expediciones de Byrd. Anunciado como el explorador más grande del mundo, la mención de Byrd de nuevas tierras creó un gran interés. Luego tales declaraciones se desvanecieron tan rápidamente como golpearon el aireLos comentaristas de radio no hablaron ya de su descubrimiento, los noticiarios ya no mostraron imágenes de la expedición de Byrd y el asunto desapareció pronto del ojo público. ¿Por qué sucedió esto? ¿Descubrió Byrd realmente una tierra nueva que podría influenciar igual una lógica y diferente comprensión física de la creación de nuestro planeta?

http://www.las21tesisdetito.com/tierrahueca.htm#Nadie_ha_llegado_a_los_Polos_Norte_y_Sur,_porque_no_existen

domi La Tierra Hueca del Tercer Reich

Son legendarias las historias sobre nazis explorando las extremidades sur del planeta e incluso plantando bases en Neuschwabenland. Algunos también hablan sobre la Operación Highjump y el altercado del Almirante Byrd con presuntas fuerzas germanas que los superaron valiéndose de sorprendentes naves voladoras. Hace no mucho tiempo salió a la luz un mapa del Tercer Reich en el cual se detallan pasajes directos utilizados por los U-boots alemanes para acceder a misteriosos dominios subterráneos, como así también un completo mapa de ambos hemisferios ¡incluyendo al reino de Agharta!  Rodney Cluff tiene en su sitio web dedicado a la teoría de la Tierra Hueca la copia de una carta (traducida al inglés aquí) supuestamente enviada por Karl Unger, quien estaba a bordo del U-boot 209 (al mando de Heinrich Brodda), en donde decía que habían alcanzado el interior de la tierra y no pensaban regresar… Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial el submarino alemán más preparado podía sumergirse solo hasta los 850 pies de profundidad, con un rango de 385 millas de alcance sumergido y funcionando con baterías completas. La distancia más corta desde el océano abierto hasta el Polo Sur geográfico es cerca de dos veces ese rango de alcance (suponiendo que la ruta entera es marítima) debajo de una milla de hielo; por lo que las posibilidades que un submarino alemán pudiera hacer ese viaje son muy pocas. Por otro lado, la profundidad del Océano Ártico en el Polo Norte es cerca de cuatro veces lo que el mejor submarino alemán era capaz de soportar. Desde ya, si la tripulación estaba dispuesta a hacer solo el viaje de ida en busca de la míticas ciudades intraterrenas, entonces hipotéticamente habrían podido lograrlo sacrificando el regreso a casa.  Si todo esto parece literalmente muy increíble, comparemos lo expuesto con este mapa hecho por el famoso cartógrafo y artista Heinrich C. Berann para la National Geographic Society en 1966. Allí se observa de forma clara el continente antártico sin su característica cubierta de hielo. El intrigante detalle es la presencia de pasajes submarinos que atraviesan casi todo el continente y parecen convergir en la ubicación exacta que se identifica como la apertura hacia la Tierra Hueca.  Hitler estaba obsesionado con el misticismo y lo inexplicable, y muchos de sus seguidores lo sabían. El Führer era también conocido por “remover” gente que sentía no podía seguirlo o que bien amenazaba sus creencias. Es posible que los documentos presentados en este artículo sean genuinos, aunque también existe la eventualidad que hayan sido fabricados por personas interesadas solo en transmutar fantasías y obsesiones nazis a realidades épicas.  http://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/17238449/La-Tierra-Hueca-del-Tercer-Reich.html

domi VIAJE AL CENTRO DE LA TIERRA HUECA

Mapa-del-mundo-interior-en-The-Goddess-of-Atvatabar-de-William-Bradshaw,-1892.-Autor-C.-Durand-Chapman-(DP)

La historia de la ciencia abunda en revoluciones copernicanas que han derribado a martillazos lo que se percibía como verdades inmutables. En enero de 2014, el astrofísico Hans Neige blandió de nuevo el martillo al publicar un extenso artículo en Scientific American, barajando varias hipótesis sobre la formación planetaria y decantándose por el modelo de planetas toroidales huecos… Es decir, con una corteza relativamente ancha y aberturas en los polos, un espacio vacío en su parte media y un sólido radiante en el núcleo asimilable a una protoestrella. Este modelo coincide prodigiosamente con el modelo cosmológico de la Tierra Hueca, que se ha movido hasta ahora en los márgenes de la comunidad científica y que no tardará en volver al primer plano de la actualidad, si no lo ha hecho ya en el momento de publicarse este texto. Es pues un momento único para derribar aquí en Jot Down el mayor mito de todos: que la Tierra sea un esferoide sólido.

A través de los agujeros de Symmes

El concepto de una tierra subterránea, sea en la forma de un «continente perdido» interior o una Tierra Hueca de algún tipo, ha aparecido en la mitología y folclore de prácticamente todas las culturas. A menudo se sitúa allí el Reino de los Muertos, desde el Hades griego al Infierno cristiano o el Svartálfaheimr nórdico. Especialmente interesantes son las creencias del budismo tibetano, según las que existe un enorme reino subterráneo llamado Agartha, al que puede accederse desde entradas secretas repartidas por todo el planeta, y en cuya capital Shambala gobierna el Rey oculto del mundo. Y como suele ocurrir, la mitología esconde fragmentos de una verdad física subyacente.

A principios del siglo XIX, un capitán del ejército estadounidense y astrónomo aficionado llamado John Cleves Symmes empezó a preguntarse si sería posible que viviéramos en un planeta hueco. Le inspiró esa idea una lectura atenta de sir Edmund Halley (sí, el astrónomo que dio nombre al cometa), que escribió largo y tendido sobre la hipótesis de que existen cinco esferas concéntricas en el interior del planeta, cada una de ellas capaz de albergar vida y dotada de una atmósfera progresivamente más luminosa, causante de las auroras boreales. Los cálculos de Symmes redujeron esas cinco esferas internas a cuatro y estimaron las dimensiones del planeta: unos 1300 km de grosor para la capa externa, y dos aperturas polares de 2300 km de diámetro, bautizadas popularmente como agujeros de Symmes.

Su hipótesis creó una enorme controversia en la época. Para comprobar sus teorías, Symmes trató de organizar una expedición al polo norte, logrando el apoyo explícito del presidente de los EE. UU., John Quincy Adams. Por desgracia, la elección de un nuevo presidente detuvo bruscamente el proyecto por motivos que nunca han quedado demasiado claros. Expediciones subsiguientes no encontraron las aberturas previstas, pero por buenos motivos: como han comprobado investigadores como el húngaro Yann Zăpadă, las anomalías magnéticas en la cercanía de los polos son suficientemente potentes como para confundir las brújulas y aparatos de navegación de los exploradores, proporcionando lecturas falsas.

La teoría de Symmes fue desarrollada en muchos ensayos posteriores, como La hipótesis de las esferas deMcBride (1826) o The Hollow Globe de W. F. Lyons (1868). En 1913 Marshall Gardner publicó Viaje al interior del planeta y patentó un globo terráqueo que mostraba la Tierra Hueca en todo su esplendor. La idea de que podrían aprovecharse aperturas similares a las de los polos para entrar en un continente subterráneo inspiró novelas deEdgar Rice BurroughsEdgar Allan Poe o, por supuesto, El viaje al centro de la Tierra de Jules Verne, que va a comprobarse visionario.

Redescubriendo la Hohlweltlehre

En 1926, el famoso almirante Richard E. Byrd, de la Marina de los Estados Unidos, se convirtió en la primera persona en sobrevolar el polo norte, y tres años más tarde el sur. En su cuaderno de vuelo dejó anotaciones un tanto extrañas, describiendo no las gigantescas aperturas predichas por Symmes pero sí unos enormes cráteres de origen incierto en cuyo fondo se vislumbraban destellos verdosos. Los detalles fueron considerados confidenciales y por un buen motivo: la ascensión de los nazis al poder en Alemania y su nunca bien explicada ansia por las exploraciones polares.

Es bien conocido que tanto Adolf Hitler como varios de sus asesores más cercanos estaban muy interesados en las tradiciones místicas orientales, en particular la existencia del reino subterráneo de Agartha como capital de la Tierra Hueca o Hohlweltlehre. Es difícil saber hasta qué punto la jerarquía nazi consideraba como cierta esta teoría, pero hay constancia al menos de una operación militar que trató de obtener una ventaja estratégica de una variante de la hipótesis de la Tierra Hueca: la de la Tierra Invertida. Según esta teoría, vivimos en realidad en el interior del globo terráqueo hueco, y lo que percibimos como gravedad no es más que la fuerza centrífuga provocada por la rotación terrestre. Las estrellas son fragmentos de hielo centelleante suspendidos a gran altura en el aire, y la existencia del día y la noche se explica por la rotación de un sol central que, como un foco, tiene una parte luminosa y otra oscura. El alquimista de Utica que concibió esta teoría en el siglo XIX se llamaba Cyrus Teed, aunque se cambió el nombre por Koresh y fundó una secta… Pero esa es otra historia y será contada en otra ocasión. Volviendo a los nazis: un alto cargo del partido, seguidor de la teoría de la Tierra Invertida, convenció a Hitler de que enviara una expedición científica a cargo del doctor Heinz Fischer. Su objetivo sería espiar a la flota aliada desde la isla báltica de Rugen empleando una potente cámara telescópica, pero no apuntada hacia el océano sino hacia los cielos… Si Koresh hubiera estado en lo cierto, eso hubiera permitido observar el océano Atlántico y por ende la posición exacta de la flota. El inevitable fracaso subsiguiente fue achacado por Fischer a imperfecciones de la cámara, no a su modelo cosmológico.

De todas formas la creencia en alguna forma de Hohlweltlehre no terminó allí, y una de las muchas leyendas que rodean el fin de la II Guerra Mundial sostiene que Hitler no murió en Berlín, sino que escapó en un vuelo dirigido a la apertura antártica de la Tierra Hueca, donde se refugió junto a dos mil científicos y militares alemanes e italianos. Si la película Iron Sky imagina a los nazis habitando la Luna, otros los imaginan refugiados en el subsuelo.

Tras la guerra, en 1947, el almirante Byrd fue enviado de nuevo en misiones de reconocimiento aéreo a los polos. Como explica Raymond Bernard en The Hollow Earth (1979), ni Byrd ni ningún piloto han sobrevolado realmente el centro de ninguno de los polos: engañados por sus brújulas pueden creer que lo sobrevuelan, cuando en realidad están rotando sobre su borde magnético. El propio almirante Byrd lo reconoció en sus Diarios: «me encantaría contemplar la tierra más allá del Polo, esa área que podríamos llamar la Gran Desconocida».

En varias expediciones marítimas árticas (y, en algún caso, antárticas), se han registrado informes de aumento de la temperatura ambiente en la cercanía de los polos, en lugar de un enfriamiento progresivo como sería esperable. En 1892 el doctor Fridtjof Nansen diseñó su propio navío, el Fram, para explorar el polo norte. Durante su viaje se encontró con vientos cálidos procedentes del norte y restos recientes de madera de deriva, a pesar de la ausencia de árboles en cientos de kilómetros a la redonda. En 2007, el biólogo Ianto Schnee tomó abundantes muestras de agua del océano Ártico y encontró restos frescos de semillas, hojas e incluso flores propias de climas cálidos. En el mismo viaje analizó varios icebergs, confirmando que incluso los más gigantescos están compuestos de agua dulce y no salada, a pesar de la escasez de precipitaciones de lluvia o nieve en las regiones polares. Además, encontró restos de tierra, polvo y polen rojizo en dos de estos icebergs, sin que se localizara ninguna vegetación cercana. Todas estas anomalías pueden explicarse mediante la existencia de géiseres de agua templada procedentes de los ríos subterráneos de la Hohlweltlehre, que arrastran restos de la vegetación intraterrestre…

Una verdad más profunda

Un giro copernicano de esta magnitud levanta por supuesto muchísimas preguntas, no todas ellas al alcance del poco espacio de que dispongo en este texto. Por ejemplo: ¿dónde se encuentra el centro de gravedad de la Tierra Hueca? Obviamente, y como calculó con precisión el topólogo Jean Kar, se encuentra distribuido esféricamente en el centro de la corteza externa planetaria, ejerciendo su atracción tanto hacia la superficie interior como la exterior. Eso permitiría a los hipotéticos habitantes del interior de la Tierra Hueca experimentar una gravedad similar a la nuestra, y sitúa a seiscientos kilómetros de profundidad un disco de gravedad cero que…

Bueno, supongo que ya es suficiente. No, no creo que la Tierra sea físicamente hueca, y el artículo de Hans Neige en Scientific American con el que abría este texto me lo he inventado sobre la marcha. No es que estuviera intentando colar un Orson Welles/Guerra de los mundos o un Évole/23-F, sino que me interesaba ver qué ocurriría al llevar hasta las últimas consecuencias una idea que contradijera no solo el consenso científico actual sino también lo que damos por hecho sobre la estructura del mundo en que vivimos. Cuando me pica la curiosidad por una cuestión cualquiera, especialmente si alguna polémica la rodea, me gusta buscar primero argumentación que defienda la postura más inverosímil, políticamente incorrecta, improbable o incluso aparentemente absurda. No solo es un ejercicio mental fantástico, sino que ayuda a mantener el espíritu crítico y la mente abierta a cualquier hipótesis, por antiintuitiva que pueda parecer al primer vistazo.

Hay un capítulo muy bueno en El péndulo de Foucault, probablemente mi novela favorita, sobre cómo Agliè, uno de los protagonistas, reconoce píldoras de verdad en los lugares más insospechados, tanto en la antigua sabiduría mística como en el conocimiento científico más actual. Siempre he preferido esta actitud frente a la de quienes desprecian despectivamente a quienes sostienen visiones del mundo diferentes a las propias. Cuando lo hace un conspiranoico suele resultar irritante: a nadie le gusta que le griten a la oreja «¡despierta, oveja crédula!», en particular si lo que viene tras la imprecación es una sarta de tonterías a medio cocinar aceptadas acríticamente. También me disgusta quien emplea la deshonestidad intelectual para vender una presunta conspiración que encubra en realidad motivos espurios, políticos o de ganancia personal (véase el turbio afán deLuis del Pino con el 11M, por ejemplo).

Pero cuando quien se enroca en verdades absolutas se escuda para ello en una visión de la ciencia carente de imaginación o valentía, resulta muchísimo más molesto. Sostener que algo es evidente o autoexplicativo, o no molestarse siquiera en razonar los motivos de su falsedad, es en el fondo una indigesta mezcla de pereza argumentativa y matonismo intelectual. Y cuando me cruzo con alguien que usa la ciencia o su visión miope de la misma para mirar con desprecio y por encima del hombro a un creyente en la Tierra Hueca, la conspiración del HAARP o los ovnis, lo que me pide el cuerpo es espetarle: «tal vez lo que dice no es científicamente exacto, pero puede que en su error haya un razonamiento con mérito, una metáfora de una realidad más profunda o incluso un fragmento de verdad que tú hayas pasado por alto». So gilipollas, añado generalmente en voz baja. 

Dicho de otro modo: evidentemente no creo que la Tierra sea físicamente hueca (la propagación de las ondas sísmicas prueba lo contrario), pero me encanta sopesar esa idea como metáfora, del mismo modo que Venus es a la vez, de forma muy afortunada, un símbolo del amor y un planeta rebosante de ácido sulfúrico. ¿Qué representaría pues la Tierra Hueca con su Sol interno en el mundo de los símbolos, en la Inmateria colectiva que tan bien describió Alan Moore en Promethea? ¿Los reyes de Agartha son los guías de nuestra sabiduría interior, oculta frecuentemente a nuestros propios ojos? ¿Muestra la Tierra Hueca la idea de que todos tenemos un centro cálido y luminoso, que ilumina una rica vida interior de la que no somos plenamente conscientes? ¿Qué criaturas inimaginables se ocultan en las selvas de nuestro corazón?

Pensando en este tipo de cosas me despido con un par de aclaraciones finales tal vez innecesarias: ya sé que si los icebergs contienen agua dulce en lugar de salada es por la estructura atómica de los cristales de hielo, sin espacio para partículas de sal. Lo mismo respecto a las otras inexactitudes científicas e históricas con que he trufado la primera parte de este texto. Y si alguien desea buscar más información sobre alguno de los nombres que aparecen en el artículo, debería tener en cuenta que cada vez que he querido inventarme un autor para dar más empaque a una afirmación sacada de la manga he recurrido a Jean Kar, Ianto Schnee, Hans Neige o YannZăpadă… Es decir,«Jon Nieve» escrito en diferentes idiomas. Y es que no he podido resistirme a la tentación de llevar Juego de Tronos al centro de la Tierra.

Viaje al centro de la Tierra (Hueca)

Fantasías científicas: La extraña historia de la Tierra hueca –

Referencia: Wired.com.
por Matt Simon,

En 1869 el médico americano llamado Cyrus Reed Teed, cuya propia marca del medicamento combinaba la alquimia con un recocido de electricidad y dosis de magnetismo, se electrocutó tan malamente que se desmayó. Cuando volvió en sí, se dio cuenta que él era la encarnación viva de Jesucristo. Y no sólo eso, sino que también decidió que la Tierra era en realidad una esfera invertida: Todos nosotros dentro, mirando al interior y no al resto del universo.

Así comenzó el culto llamado Koreshanity en Florida, con el fin de convencer al mundo de su geológico descubrimiento. Y en una playa cerca de su comuna, durante cinco meses, los Koreshanitas desplegaron un ‘rectiliniador’, un dispositivo de su propia creación, para medir científicamente que la Tierra es cóncava. Naturalmente, fue un éxito…

Una locura, desde luego, pero también el producto de una idea, previamente planteada hacía 200 años, por uno de las más grandes mentes científicas de la historia: Edmond Halley ya se dio cuenta que, el campo magnético de la Tierra era bastante impredecible, con sus líneas cambiando de año en año. Y Halley, después de dar su nombre al famoso cometa, calculó que la causa de ello era la oquedad de la Tierra, estamos de pie sobre la cáscara más externa de las otras tres capas concéntricas internas. Y son los polos de estas capas internas las que arrojan fuera nuestro campo magnético. Ah, y de acuerdo con Halley, no cabe duda de que hay vida floreciente allá en el fondo.

Esta es la extraña historia de la Tierra hueca, una teoría que hasta el propio Halley se dio cuenta que era poco creíble. «Si voy a parecer algo extravagante o romántico», escribió en 1692, «es deseable que el lector suspenda su censura, hasta que haya considerado la fuerza y número de los muchos argumentos que [sic] hacer tan buena como nueva tan audaz suposición.»

Halley trabajó mucho a favor de que su amigo Isaac Newton publicara su novedosa obra ‘Principia’, «la obra que constituye la base de la física moderna», según Duane Griffin, de la Universidad de Bucknell, relata en su ensayo, “What Curiosity in the Structure: The Hollow Earth in Science«. “Así como la publicación de los ‘Principia’ marcó el comienzo de la ciencia moderna», añade Griffin, «la teoría de la Tierra hueca de Halley puede, por lo tanto, considerarse como la primera predicción de la moderna era científica.»

Bueno, vale, un comienzo interesante. Pero la idea de una Tierra hueca tampoco era algo nuevo, apunta Griffin. Aparece en el folklore de todo el mundo, por no hablar del resto de Europa en la época de Halley. Un alemán llamado Athansius Kircher, por ejemplo, publicó ‘Mundus Subterraneus’ en 1664, donde afirmaba que la Tierra contiene un fuego central (un poquito de verdad sí que tenía) y grandes lagos subterráneos y cámaras de lava. El polo norte, entonces, es un enorme vórtice que succiona el agua hasta el fuego central, donde era calentada y expulsada después por el polo sur (para deleite de la comunidad de pingüinos de aquellos lares, imagino).

La fantasiosa imaginación de Athansius Kircher del interior de la Tierra a partir de su obra ‘Mundus Subterraneus’. Para ser justos, él nunca estuvo en el centro del planeta, a diferencia de Brendan Fraser en la película de 2008 Viaje al centro de la Tierra. Fuente: Archive.org .

Kircher no tenía datos que respaldaran sus afirmaciones, pero Halley sí. Por extraño que parezca, su teoría era errónea, pero bien razonada, dado el nivel de conocimiento de la época, y a menudo incorporaba ideas de los ‘Principia’, según cuenta Griffin. Halley argumentaba que las variaciones en el campo magnético de la Tierra no podían deberse a ningún tipo de cuerpo magnético errabundo entre las rocas, y descartada la naturaleza sólida de las rocas, debían de ser círculos invisibles que giraban en torno a nuestros pies.

«La Tierra se representa por un círculo externo», escribió, «y los tres círculos internos son casi proporcionales a las magnitudes de los planetas Venus, Marte y Mercurio, todos ellos podrían estar incluidos dentro del globo terráqueo.»No hay peligro de que choquen uno con otro, por cierto, porque al igual que con los anillos concéntricos de Saturno, están perfectamente mantenidos en su lugar por la gravedad.

Debido a que el magnetismo es una fuerza más poderosa que la gravedad, el interior de la carcasa debe estar alineado con la «Materia Magnética» que impide que todo se ​​desintegre desde las cumbres a las cuevas, como un todo en sí mismo. Existe el problema, sin embargo, de que las grietas que se forman en la capa exterior, con una gravedad succionando el agua de mar y los escombros hacia el centro de la Tierra. Pero Halley reconoce que, «las partes internas de esta ‘burbuja de la Tierra’ deben estar repletas de este tipo de vitriólicas y salinas partículas» que tapan las fugas (más tarde, en 1716 atribuyó en un particular e intenso debate sobre que la aurora boreal eran los vapores luminosos que escapaban de una grieta de la Tierra).

En aquel tiempo, la ciencia aún no se había desprendido de la religión, y se planteaba la cuestión de por qué Dios disponía las cosas exactamente de esta manera. ¿Para qué podrían servir los espacios vacíos entre los círculos dentro de nuestro planeta? Para Halley, que creía que todos los otros planetas de nuestro sistema solar estaban habitados, que era más que otro lugar donde Dios reservaba la vida. La Tierra, según él, era esencialmente un edificio gigante hecho por el Todopoderoso. «Nosotros mismos, en las ciudades donde estamos presionados por el ambiente, normalmente construimos muchas tramas, unas sobre otras, y con ello damos cabida a una mayor multitud de habitantes», escribió.

Existe, por supuesto, el problema de la luz requerida para esa vida. Mas no hay problema realmente, dijo Halley. «Los ‘arcos cóncavos’ situados en varios lugares pueden brillar con una sustancia que hace de superficie del Sol; no podemos, sin la osadía impropia de un filósofo, aventurarnos a ver la imposibilidad de tan peculiares luminarias de ahí abajo, de las cuales no tenemos ni idea.» (Léase: no tengo ni idea de lo que está pasando ahí abajo, así que esto es una suposición.)

La teoría de la Tierra hueca de Halley tuvo una recepción en general indiferente, dice Griffin, y en realidad él nunca se explayó sobre su obra después de su publicación. Pero eso no quiere decir que la abandonara, todo lo contrario: Unos 40 años más tarde se sentó para su retrato oficial como Astrónomo Real, y en su mano tenía la ilustración de la Tierra y sus tres círculos concéntricos, mostrados a la izquierda.

Obviamente, hoy día hemos determinado que nuestro planeta es cualquier cosa menos hueca. No obstante, Halley estaba en la línea correcta: la Tierra, de hecho, está compuesta por capas, desde el núcleo interior hasta la corteza que pisamos. Lo sabemos gracias a la sismóloga danesa Inge Lehmann, que supervisó un terremoto en 1929 y determinó que los diferentes tipos de ondas que produce, se comportan de manera distinta en los líquidos y en los sólidos, y se habían ido desviando de un núcleo externo líquido y de un núcleo interno sólido. Muy apropiada es la agitación del núcleo externo, que no sólo produce nuestro campo magnético, sino que hace que lo hace variar con el tiempo. Bien mirado, Halley, estuvo cerca de encontrar la respuesta correcta.

A pesar de su equivocación, «los datos geomagnéticos que Halley recopiló excitaron considerablemente el interés científico», escribe Griffin. Y como primera predicción real de la era científica, en realidad no fue tan mala manera de comenzar. Si la ciencia sabe algo, es perdonar. La teoría de Halley estaba equivocada, pero una hipótesis tan temprana ayudó construir el marco para las distintas disciplinas científicas que hoy disfrutamos. Y todavía hay un cometa con su nombre volando por ahí, y eso es bueno.


– Artículo original “Fantastically Wrong: The Legendary Scientist Who Swore Our Planet Is Hollow”
– Fuente referencia: Griffin, D. “What Curiosity in the Structure: The Hollow Earth in Science”.
Para otras historias de lo «Fantásticamente incorrecto» echar un vistazo aquí.
– Imagen.1. Este anuncio debería tener un enorme asterisco en algún lugar, explicando que Koreshanity fundó una secta porque un día se despertó pensando que era Jesús.
– Imagen.2. Variaciones en el campo magnético de la Tierra 1590 a 1990. gif: Wikimedia. 
– Imagen.3. La fantasiosa imaginación de Athansius Kircher del interior de la Tierra a partir de su obra ‘Mundus Subterraneus’. Para ser justos, él nunca estuvo en el centro del planeta, a diferencia de Brendan Fraser en la película de 2008 Viaje al centro de la Tierra. Fuente: Archive.org .
– Imagen.4. Edmond Halley, retrato de Thomas Murray, c. 1687. Imagen: Wikimedia.
– Imagen.5. La imaginación de Halley sobre el interior de la Tierra.. Imagen: Wikimedia. – See more at: http://bitnavegante.blogspot.com.es/2014/07/la-extrana-historia-de-la-tierra-hueca.html#sthash.A9cfUrgs.dpuf

domi Teoría de la Tierra Hueca

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Si nunca has escuchado hablar de la teoría de la Tierra Hueca o Hollow Earth te estás perdiendo de algo importante. Ahora, imagina la Tierra como si fuese solo una cáscara que en su interior alberga un pequeño sol. Esta Tierra daría una vuelta hacia su lado interior a través de agujeros ubicados en ambos polos del planeta, como se ve en algunas de las ilustraciones que te mostramos.

Además de ser una teoría interesante, cuenta con una rica historia de conspiraciónvida extraterrestrereligión y algunos datos científicos que apoyan su existencia. ¿Quieres saber más sobre la teoría de la Tierra Hueca? Continúa leyendo entonces.

Hipótesis de la Tierra Hueca

Aquellos que defienden la teoría de la Tierra Hueca decretan que existe un sol interno cubierto por el manto terrestre y que, al igual que en la cubierta exterior, en la capa interior se dan las condiciones favorables para que haya vida.

Para llegar a la capa interior de la Tierra Hueca existen diferentes caminos y túneles a lo largo y ancho de la superficie, sin embargo, dos grandes aberturas dispuestas en cada uno de los polos permitirían una vía rápida de entrada y salida de aquello que se vive en su interior.

Y hablando de lo que hay allí dentro, los más revolucionarios o anticonspirativos suponen que existe una raza alienígena viviendo en el interior de nuestro planeta, a veces asociado con la teoría de los Anunnaki o Reptilianos. Sumado a esto también se dice que existe unafauna y flora ancestral escondida en la parte inversa de la Tierra y que nuestros primeros ancestros emergieron de dicha zona interior enviados por las razas superiores.

La teoría de la Tierra Hueca en la historia

A pesar de ir en contra de todo lo que conocemos sobre física, astronomía y geología, algunos científicos han escrito brillantes manuscritos sobre lo que se cree que es un mundo interior dentro del planeta Tierra. Sin el afán de parecer fantasiosa, la teoría de la Tierra Hueca ha sido discutida en el ámbito científico desde la antigüedad y fue retomada por científicos modernos desde el siglo XVII hasta nuestros días.

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Muchos científicos actuales dicen que se ha silenciado el tema y que las investigaciones al respecto no son suficientes para desacreditar la teoría. Un ejemplo de esta escasa investigación es la segunda perforación máxima hecha por el hombre, el Pozo Superprofundo Kola llevado a cabo por la URSS, el cual llega tan solo a los 12.262 metros, el 0,1% del diámetro terrestre. Esta excavación comenzó en 1970 y finalizó en 1989, y está ubicada en el Óblast de Múrmansk, al noroeste de lo que hoy es Rusia.

Por dos décadas, fue la mayor profundidad alcanzada, solo para que en 2008 en Qatar se hiciera un nuevo pozo tan solo 50 metros más profundo.

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Religiones que hablan del inframundo

A lo largo de la historia de la humanidad han sido decenas las religiones y culturas que han hablado sobre civilizaciones o regiones que se guardan bajo nuestro suelo. Los griegos, los nórdicos, los cristianos y los judíos todos mencionan la existencia de un lugar especial bajo nuestros pies y, a pesar de que la primera asociación que se pueda hacer sobre esto es en referencia al mundo de los muertos, como la tierra de Hades o el mismo infierno, lo cierto es que existen cientos de relatos que hablan de jardines escondidos, a los cuales se acceden mediante cuevas, y personas que emergen de su interior.

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En el folclore de culturas provenientes de India, Brasil, Irlanda, Estados Unidos y muchas regiones más, se repite la historia de que sus ancestros emergieron de un lugar por debajo del suelo terrestre. Al igual que muchas otras historias que narran el camino inverso, de viajeros que encontraron un mundo por debajo de sus pies.

Referencias literarias

Pero si la religión no te convence, te comento que hay muchos escritores que han adaptado esta teoría para algunos de sus cuentos de ficción, entre ellos Julio Verne, Edgar Allan Poe, H.P. Lovecraft y John Uri Lloyd. El más conocido de estos relatos proviene de Julio Verne y suViaje al Centro de la Tierra, que, a pesar de no coincidir totalmente con la teoría, expone la posibilidad de un mundo escondido bajo el suelo terrestre.

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La ciencia de la teoría de la Tierra Hueca

Teorías del siglo XVII

En el siglo XVII, Edmond Halley, fue el primero en postular una teoría sobre más tierras dentro de la Tierra. Propuso que el manto exterior contaba con un espesor de 800 kilómetros y que dentro de este se escondían dos mantos más con un núcleo central. Cada una de estas diferentes capas está separada por una atmósfera y cuenta con su propio polo magnético.

Edmond Halley no era un filósofo, era un científico, y esta teoría no es ficcional, sino que se generó para explicar anomalías en las lecturas magnéticas de la Tierra, al mismo tiempo que explicaban sucesos como la aurora boreal. Para que te hagas una idea, Edmond Halley es el descubridor de la trayectoria del famoso cometa que ahora lleva su nombre.

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Siglo XIX

Para 1818, John Cleves Symmes Jr. promulgó una de las más fuertes teorías sobre la Tierra Hueca. Según ella, el manto exterior contaba con 1300 kilómetros de espesor y escondía cuatro mantos más en su interior, cada uno de estos con huecos en sus polos, y los más grandes, los del manto exterior, con diámetros de 2300 kilómetros.

Un dato curioso sobre Symmes Jr. es que planificó una expedición en busca de la abertura del Polo Norte, y contaba con el favor del presidente de EEUU, John Quincy Adams. Sin embargo, la aprobación no llegó a concretarse ya que el presidente dejó su mandato antes de que ocurriera, y el siguiente mandatario, Andrew Jackson, negó rotundamente su apoyo a la expedición.

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Siglo XX

A comienzos del siglo XX, William Reed postuló una teoría como estas donde huecos en ambos polos serían el camino a un mundo interior, sin embargo, se descartaba la teoría de capas intermedias y un sol interno.

Lady Paget Walburga, en su libro de 1907, Colloquies with an unseen friend, desarrolló nuevamente esta teoría agregando el dato de que ciudades enteras existían por debajo de la superficie, y que los habitantes de la famosa Atlantis realizaron un éxodo hacia estas regiones. Sumado a esto también declaró que en el siglo XXI se encontraría la puerta a este mundo subterráneo.

En 1913, Marshall Gardner publicó A Journey to the Earth’s Interior y volvió a colocar la teoría del sol interno sobre la mesa. Tal fue su trabajo que hasta patentó un mapa sobre el mundo hueco.

Ver también: 12 razones por las que muchos creen que fuimos visitados por extraterrestres

Teoria-de-la-Tierra-hueca-7.jpgCHAOSOPHIA218/TUMBLR

Siglo XXI

Más cerca en nuestro tiempo, más precisamente en 2011, Horatio Valens y Paul Veneti publicaron un video, disponible en YouTube, llamado Lazeria Map Collection en el cual se recopilan y analizan algunos de los más antiguos mapas de la región Ártica y el Polo Norte en los que se hace mención a cráteres gigantescos.

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=6Wbn_1oHWTc[/youtube]

Evidencias científicas contrarias

Los geólogos y científicos aseguran que la tierra es maciza. Gracias a estudios sísmicos, han podido determinar que está conformada por diferentes capas pero todas abultadas una sobre otra hasta alcanzar el núcleo.

Sumado a esto, si se estudia el campo magnético terrestre se llega a la conclusión de que solo con una gran cantidad de metal girando a gran velocidad en el interior de la Tierra se pueden entender los resultados obtenidos por todos los análisis en la materia.

Otra evidencia bastante rotunda es la falta de fotografías sobre los diferentes agujeros postulados en la teoría de la Tierra Hueca. No hay ninguna imagen que haya demostrado aberturas en ninguno de los dos polos.

Teoria-de-la-Tierra-hueca-5.jpgSTRANGEACCOUNTS/TUMBLR

¿Es una conspiración?

Puede que la teoría sea fantasiosa y muchos lo han considerado así. Sin embargo, el punto central de la teoría es que la misma está encubierta y que existe una conspiración en torno a ella. Por esta razón, no hay imágenes que muestren la existencia de los túneles polares, al igual que se habrían dado explicaciones falsas sobre los estudios sísmicos, magnéticos y gravitacionales.

 

Teoria-de-la-Tierra-hueca-16.gifKAHTALI-NIETZSCHE/TUMBLR

¿Qué crees tú de este tema?¿Crees que es posible que haya una conspiración?¿Te parece que puede existir una capa interior de la Tierra?

http://curiosidades.batanga.com/5916/teoria-de-la-tierra-hueca

Puede que exista una antigua Tierra dentro de la Tierra

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Un equipo de científicos de la Universidad de Harvard cree haber encontrado pruebas de que una Tierra anterior se encuentra dentro de la Tierra.

El equipo cree que una relación isotópica, ahora no explicada, de elementos que se encuentran cerca del centro de la Tierra, puede ser señal de la existencia de material anterior al momento en que la Tierra chocó con otro cuerpo del tamaño de un planeta.

Actualmente, la teoría más plausible sugiere que la Luna se creó hace 4.5 millones de años, cuando la Tierra colisionó con un cuerpo celeste del tamaño de Marte, el cual ha sido llamado “Theia”. Según esta teoría, el calor generado en el choque habría derretido al planeta completo antes de que algunos de los escombros se juntaran para crear la Luna.

Sin embargo, el equipo dirigido por Sujoy Mukhopadhyay, asegura tener evidencia de que no toda “Theia” se derritió, sino que una fracción aún existe formando parte del manto de la Tierra. Estos hallazgos coinciden con la teoría de un equipo alemán acerca de la edad de la Luna. ¿Será que la tierra guarda dentro de ella los restos secretos de otro planeta?

http://pijamasurf.com/2014/06/puede-que-exista-una-antigua-tierra-dentro-de-la-tierra/

domi La otra cara de las revelaciones del Monte Shasta – Una mirada Crítica – Débora Goldstern

La otra cara de las revelaciones del Monte Shasta 
 
Una mirada crítica 
 
Débora Goldstern© 
rca de intraterrenos pululando por Shasta, continúan atrayendo miles de creyentes, que no se convencen de las falsedades de algunas de estas historias. Esto se ve reflejada en la entidad Adama, que aún tiene gran adhesión entre los seguidores de las mismas, y cuyas revelaciones continúan produciéndose. Sin embargo creemos que el Monte Shasta guarda enigmas antediluvianos, por ahora esquivo, pero que en futuro, quién sabe, vean la luz.
Hoy Crónica Subterránea se posa sobre un tema que aunque ya tratado en alguna oportunidad dentro del blog, sentimos requiere una aproximación mayor, y que tiene al Monte Shasta, como protagonista absoluto de nuestra pesquisa.
Este enclave norteamericano que se yergue en las montañas californianas, es uno de los centros más convocantes en cuanto a misticismo se refiere, y reverenciado desde la antigüedad por muchos pueblos indígenas de la región. Sin embargo, su ascendencia ganó notoriedad a partir de los años noventa, cuando la explosión New Age, estaba en auge, dando nacimiento a la era de los canalizadores modernos.
Valga decir que el legendario Monte Shasta, siempre fue asociado con historias de tesoros perdidos de supuestas civilizaciones desaparecidas, fenómenos de corte ufológico, así como extrañas formaciones de nubes, sin olvidar su principal vinculación que tiene al mundo subterráneo como uno de sus tópicos centrales.
Aunque dentro de este informe algunos de estos puntos vamos abordar, nuestra mirada se va a centrar en cierta información canalizada, la cual hace referencia a la tierra hueca, o mejor dichos los mensajes de Telos, que a pesar del fraude evidente sigue viéndose como un relato fidedigno emitidos por los intraterrenos, que muchos afirman tienen su residencia en el interior del Monte Shasta.
Veamos.
La historia se remonta a los tempranos noventa, cuando una escritora y canalizadora norteamericana, Dianne Robbins, publica, “Telos: original transmission from the subterranean city beneath Mt. Shasta, 1996, y que en castellano se rebautizó como “Telos: sale el llamado desde la tierra hueca y las ciudades subterráneas”, en el 2003 le seguiría una continuación “Messages from the Hollow Earth”. Examinando el prólogo de ambos materiales encontramos la siguiente revelación, y que pone en la pista de un nombre clave dentro de la saga telosiana, Sharula Dux.
“A principios de los 1990, leí un boletín acerca de una mujer llamada Sharula, nacida en Telos, una Ciudad Subterránea ubicada bajo el Monte Shasta, California. Ella salió a la superficie en 1960. Ahora vive en Santa Fe, Nuevo Méjico con su esposo Shield. En los años anteriores a su mudanza a Santa Fe, la conocían en el área de Monte Shasta como Bonnie.
En su boletín Sharula escribió acerca de la vida en Telos, y acerca de otras ciudades Subterráneas que existen bajo la superficie de la Tierra. Ella escribió acerca del Maestro Ascendido y Alto Sacerdote de Telos, llamado Adama. Poco después de leer acerca de Adama, él me contactó telepáticamente y me preguntó si tomaría sus mensajes. Verán, nuestros pensamientos salen al Universo y nos conectan instantáneamente con quienes sean en que estemos pensando”.
Sus libros trataban en extenso la supuesta comunidad lemuriana, a la cual describía como una sociedad superviviente de un tremendo cataclismo, el cual buscó refugio en las entrañas de la tierra, y que actualmente continuaría en actividad, leyenda, muy en sintonía, con los relatos que circulaban en la zona acerca del pasado de Shasta. La Robbins invocaba además la presencia de un mentor, Adama, el cual funcionaba como su catalizador subterráneao, y cuyos mensajes decía canalizar. Aunque sin presentar ninguna evidencia concreta que avalara su relato, sus ediciones se convirtieron en un clásico dentro de la naciente comunidad internauta, expandiéndose rápidamente como una historia aceptada por los seguidores de la vida intraterena. La Tesis de la Tierra Hueca volvía a la palestra, y más viva que nunca.
Pero volviendo a nuestro dato estrella como decimos en el prólogo enunciado, se aludía a un nombre, Sharula, y que más tarde supimos se apellidaba Dux. Aunque la Robbins se hace suyo el mensaje de esta misteriosa mujer, Sharula Dux, es en realidad la verdadera precursora, aunque como veremos en el trascurso de nuestra investigación, es solo la punta del meollo.
La princesa Sharula Aurora Dux como se la conocía en los algunos círculos esotéricos de Estados Unidos, se presentaba como nativa del estado de Nuevo México, siendo acompañada por su esposo, Shield Dux, quiénes son uno de los promotores del colectivo conocido como World Ascension Network.
En otra parte de su “biografía oficial” se mencionaba que su verdadero nacimiento fue en la ciudad subterránea de Telos, siendo sus padres Ra y Rana Mu, agregándose que fue designada como embajadora para el mundo de la superficie de la red de Agartha. Se cree tiene 236 años, pero aparenta 30 …
Su primera manifestación oficial como “embajadora del mundo subterráneo”, fue publicar Secrets of the Subterranean City (Secretos de Ciudades Subterráneas), 1995, una especie de manifiesto divido en cuatro partes que entre otras revelaciones contenía lo siguiente:
“Telos era el nombre del gran parte de lo que es hoy el suroeste y mucho de lo que es conocido hoy como California, Telos significaba “comunicación con el espíritu” “uno con el espíritu” “entendimiento con el espíritu”. Fue construida para albergar un máximo de 2 millones de personas. Cuando los cataclismos empezaron sólo 25.000 personas se salvaron. Muchas fueron traídas a Telos antes de que los cataclismos empezaran, pero cuando empezó una segunda serie en Lemuria los volcanes entraron en erupción tan rápido que había tantos escombros en el aire que aunque pretendían salvar al menos un millón de personas de la tierra principal, sólo pudieron salvar 25.000”.
“La red de Agarta
Durante este tiempo, había integración, más y más con la red Agarta. Como expliqué antes, Agarta es una confederación de muchas ciudades subterráneas. De hecho hay más de 120. Algunas fueron construidas muy al principio de los tiempos como Shambala la Menor, que está poblada por seres de Hiperbórea. Miden casi 4 metros de alto. Cuando perdimos la capa de ozono recibimos más y más rayos de sol al planeta de los que podíamos aguantar, lo que causó cambios en nuestros cuerpos. Ya por el tiempo del hundimiento de los continentes bajaron de los 4 hasta los 2,5 metros. Los atlantes y lemurianos medían 2,5 y todavía lo miden. Y como puedes ver las personas han reducido su altitud para la mayoría a menos de 1,90 metros. De todas formas, esta tendencia está empezando a cambiar y al crecer nuestra espiritualidad, lentamente volvemos a nuestra altura original.
Dentro de la red de Agarta, las ciudades que se unen son aquellas que se basan en los principios de la luz, las que se basan en el amor, las que no dañan las que se basan en la no agresión. Dentro de la red agartiana, aparte de Telos, que es la capital, hay 4 ciudades más que están construidas en las ideas y tecnología de Lemuria. Una es llamada Rama que está debajo de la India (siendo Arama el nombre original de la India). La cultura Arama consiste en gente que son casi puros lemurianos, antes de que los conocidos como los de raza aria entraran en la India. Las otras dos ciudades, aunque tienen mucha independencia, son las ciudades Ulger. Una se llama Shonshi, que está bajo el Tibet, no muy lejos de la capital del Tibet. Está siendo cobijada en la superficie por un templo budista. Los Ulgers son un grupo de personas que dejaron Lemuria hace de 40 a 50.000 años y se situaron por una gran extensión de Asia, India y Europa central. La segunda ciudad Ulger se llama Shingla y está en el Gobi o debería decir bajo el desierto del Gobi.
Arriba de la ciudad atlante llamada Poseida que está en la meseta de Mato Grasso, hay otra ciudad atlante. Sólo un poco más al norte y hay otra ciudad atlante que está bajo el océano atlántico, y muchas pequeñas ciudades satélite por el planeta. Como dije, todas son miembros de la red de Agarta. Además hay otras muchas ciudades independientes que simplemente construyeron bajo tierra para escapar de lo ocurrido en la superficie, algunas son de antes del desastre y otras posteriores”
Este engendro literario, que llevaría otro informe decodificar, por la cantidad de errores o mejor dichos “horrores citados”, fruto de las lecturas de clase b de ciencia ficción y el esoterismo más bajo, alcanzó como dijimos cierta repercusión y hasta el día de la fecha continúa siendo un texto de lectura obligatoria, para aquellos seguidores que comulgan con la idea de civilizaciones viviendo bajo tierra.
Pero el destino tenía preparada una sorpresa.
Se encontraba esta escritora buceando en un viejo monográfico subterráneo, donde se mencionan historias norteamericanas sobre la materia, recogidas por un tal Brandon, y que por desgracia desapareció misteriosamente de la red … En ese intenso estudio recopilatorio di por casualidad con un cita bibliográfica, firmada por William F. Hamilton, y que se diera a conocer en el hoy desaparecido The New Atlantean Journal, En ese artículo titulado “The girl from the lemurian beneath Mt. Shasta”, 1982, Hamilton narra su encentro con Bonnie, a quién describe como una belleza rubia, la cual habría nacido en Telos, remontándose su natalicio al 1951, para más datos, signo de Leo. La tal Bonnie contó que su padre se llamaba RA-MU, su hermana, Judi y sus primas Lorae y Matox y habló de una civilización emparentada con los desaparecidos continentes de Lemuria y Atlántida, siendo su tecnología sumamente avanzada. También hace mención de los Uighurs, a quiénes sindica como los Naga-Maya, descendientes también de estos pueblos olvidados. Otros conceptos vertidos hablaban de cristales poderosos, y de un reino aún más antiguo, especie de confederación llamada o casualidad “Agartha”.
Examinados ambos relatos estamos en condiciones de decir que Sharula y Bonnie Condey, tal su apellido, o son la misma persona, o la tal Sharula encontró finalmente la fama reconvertida en la princesa Sharula, la ahora embajadora del imperio subterráneo bajo los subsuelos de Shasta.
Para empezar a entender este entramado, es necesario atender algunos detalles que se desprende del informe hasta aquí remitido.
Primeramente señalar que Sharula Dux, es un personaje extraído de la novela “Sunrise of Splendor”, 1978, del escritor norteamericano Joyce Verrette, quién ambientó su obra en el antiguo Egipto.Pero hay más. Sabemos que su canal “Adama”, es en realidad el nombre del comandante de la popular serie Galáctica, personaje interpretado por Lorne Green y que tenía como base principal la trilogía de La Guerra de las Galaxias.
El término Telos, la supuesta ciudad intraterrena, vio la luz cuando George Hunt Williamnson, uno de los primeros hombres contactos junto con George Adamsky, diera a luz “Sacred Places of the Lion», 1958, donde se hacía mención de mismo, sindicándolo como un lugar antiguo en la actual zona de Sedona, estado de Arizona, donde antiguos lemures se refugiaron después del cataclismo. Más adelante retomaremos la cuestión.
Siguiendo con las fuentes que armaron el relato de Sharula, podemos mencionar también referencias como las extraídas de James Churchward, el padre de la saga sobre Mu, así como Nicola Tesla y Edgard Cayce al tratarse la cuestión tecnológica.
Si la cuestión Telos queda desmitificada por completo, no es tan fácil poder obviar algunas historias que sobre el Monte Shasta aún circulan, sobre antiguos rumores de extraños eventos en sus cercanías. En Crónica Subterránea desarrollamos algunos de esos tópicos, que vale la pena recordar.
Uno de esos expedientes X tiene a J.C. Brown como protagonista, de un hallazgo sensacional. Recordemos que fue en los inicios del siglo 20’, que este geólogo, empleado de la Lord Cowdray Mining Company de Londres, Inglaterra declaró haber encontrado dentro de la cueva de la región, un túnel “que formaba una curva hacia abajo dentro de la montaña”. Según Brown: a tres millas de la entrada del túnel me encontré con un cruce mostrando mineral con contenido de oro, y más adelante, me encontré con otro cruce en donde una raza antigua aparentemente habían trabajado cobre”. “Creía que los otros cruces aparecían en alguna otra parte de la montaña. El declive continuó por aproximadamente unas 11 millas dentro de la montaña donde encontró lo que él llamó “El Depósito de la Aldea” (The Village Blets), donde se encontraron muchas piezas y cuartos.
Mapa de J.C. Brown
Los cuartos estaban literalmente llenos con láminas diversas, todas prolijamente inscriptas. Las paredes se hallaban forradas de cobre laminado y había colgando escudos y piezas decorativas para la pared, hechas de oro. Algunas de las láminas doradas notó estaban grabadas con ciertos dibujos y jeroglíficos. Las piezas se abrían hacia otros cuartos, uno de los cuales parece haber sido un lugar de adoración. Además de ello, había 13 estatuas hechas de cobre y oro y un diseño de un gran sol del cual sobresalían irradiaciones doradas. La forma en la que los objetos se hallaban apilados, le dio la sensación de que los ocupantes de la ciudad subterránea se fueron bajo el impulso del momento.
Y luego se encontró frente a una escena macabra – en una pieza contó 27 esqueletos, el menor de los cuales era de unas 6’6” y el más grande alcanzaba a más de 10 pies. Dos de los cuerpos se hallaban momificados, cada uno vestido con túnicas ornamentadas y de colores. Brown pasó muchos días explorando, estudiando los jeroglíficos e imprimiéndolos indeleblemente en su mente. El estaba muy excitado acerca de este gran hallazgo arqueológico y decidió abandonar el túnel y su contenido, dejando todo exactamente tal como lo había encontrado. Él pensó que iba a regresar. Pero, en primer lugar, diestramente disimuló la entrada al túnel y marcó en su mapa exactamente donde se hallaba en la montaña. Durante las siguientes tres décadas, las que van desde 1904-1934, las actividades de Brown parecen ser rodeadas de misterio, pero se ha sabido que él estudió la literatura y la filosofía correspondiente al continente perdido de Mu y a la civilización Lemuriana perdida, entre otros conocimientos de razas prehistóricas. Años de estudio y comparación de los jeroglíficos y pictográficos que él encontró en el túnel lo convencieron de que ciertamente, eran registros de la raza Lemuriana. Y así, después de 30 largos años, Brown salió a la superficie. Él decidió que la gloria de aquellos Lemurianos y de los artefactos dorados que aún se encontraban tranquilamente colgados en la cueva de la montaña, tendría que ser compartidos con otros.
En 1934, a la edad de 79 años, Brown apareció en Stockton, California. Era su idea organizar un grupo de gente interesada en acompañarlo, por su cuenta, hasta el Monte Shasta, y que una vez allí, ellos seguirían explorando más allá del antiguo túnel que había encontrado en 1904.
Ocho ansiosos residentes de Stockton, incluyendo al editor de un diario, un guardián de un museo, un impresor retirado, varios científicos y otros ciudadanos sólidos formaron un grupo para investigar el túnel junto a J.C. Brown. Durante seis semanas se encontraban en la noche para planear la expedición, y también para escuchar los fabulosos cuentos de Brown acerca de continentes perdidos, jeroglíficos, y las seductoras descripciones del tesoro, que parecía estar justamente al alcance de su mano. Algunos incluso abandonaron sus empleos y algunos vendieron cantidad de su propiedad personal durante estas seis semanas, tan seguros se sentían de que sus vidas se verían alteradas y enriquecidas después de sus descubrimientos notorios.
El editor y el guardián del museo cuestionaron a Brown intensamente, repasando una y otra vez los detalles de su historia tan rara. Brown dio a conocer que él había pasado una gran parte de los 30 años previos buscando registros antiguos correspondientes a los Lemurianos, y su cuadro mental de los jeroglíficos en el túnel de la aldea subterránea lo habían convencido de haber encontrado el eslabón perdido en la historia de la civilización.
Dijo creía que las antigüedades de oro que había encontrado eran las de los Lemurianos, o de sus descendientes. Brown incluso prometió suministrar un yate para transportar al grupo hasta tan al norte como pudiesen ir por agua. Ellos partirían el 19 de junio a las 1:00 p.m. El día amaneció claro y hermoso, y 80 ciudadanos de Stockton estaban esperando a la hora señalada la llegada de su líder. Ellos se habían reunido la noche anterior a fin de finiquitar los detalles finales, después de lo cual J.C. Brown les dijo adiós hasta la tarde siguiente”. Jamás se lo volvió a ver. (Sobre esta historia recomiendo ampliar el tema, a través del trabajo de Stephen Anthony Sindoni).
Esta narración cuenta con algunos paralelismos tradicionales dentro del folklore subterráneo, que desde este blog venimos siguiendo. Cuevas y túneles perdidos, depositarios de un antiguo tesoro ancestral, donde además abundan verdaderas bibliotecas metálicas con símbolos desconocidos, todo lo cual remite a la legendaria Cueva de los Tayos, centro de nuestro estudio.
Si existen o no estos registros escondidos en las profundidades de Shasta es imposible por ahora confirmarlo, no existen pruebas que avalen estos “supuestos hallazgos”. Otro relato oral también ocurrido en esa misma época en que se produce la experiencia de Brown, es el que tiene a Edgard Lucin Larkin como un testigo de una extraordinaria visión, la cual reveló al público causando sensación. Larkin astrónomo de profesión y por ese entonces director del Observatorio del Monte Lowe, dijo captar con su telescopio una especie de cúpula dorada, de apariencia oriental, a la cual ubicó en las inmediaciones de Shasta. Tampoco aquí encontramos evidencias más contundentes, salvos las declaraciones de Larkin, quién a su vez era un devoro creyente de las civilizaciones desaparecidas.

 

LA TIERRA HUECA: aperturas solares, dos nuevos continentes y civilización intraterrena

Una colaboración de Belinda

¿Por qué la Tierra es achatada en los polos?
¿Por qué nadie ha alcanzado nunca los polos?
¿Cuál es la causa de la Aurora Boreal?
¿Dónde y cómo se forman los témpanos de hielo?
¿Por qué en el ártico hay nieve de color rojo, amarillo, naranja o violeta?
¿Por qué el clima es más templado en las proximidades de los polos que de 1000 a 1700 Km de ellos?
¿Por qué la brújula deja de funcionar en la proximidad de los polos?

Parece que la formación de los planetas es también diferente de lo que nos explicaron en el colegio.
Eva Monferrer

Durante las últimas décadas ha salido a la luz mucha información oculta sobre el ser humano, la historia, los grupos de poder, la energía libre, el cambio de paradigma, el mundo cuántico y mucho más. Chakras, annunakis, Lemuria, exopolítica, sistemas toroidales, … son conceptos que se van descubriendo y entendiendo poco a poco aunque aún queda camino por divulgarlos mejor y comprenderlos en su verdadero significado.  Sin embargo, uno de los temas menos conocidos de lo no oficial es LA TIERRA HUECA.

Una realidad oculta, que no una teoría, avalada por innumerables puebras sobre la estructura de nuestro planeta y lo que contiene en su interior.

A continuación exponemos todos los datos sobre la Tierra Hueca (recogidos por la experta en Sabiduría Perenne e Historia silenciada Eva Monferrer* en su libro “El cambio de era” -publicado en 2009 pero escrito años atras-), que nos explican que todos los planetas, incluido el nuestro, son cóncavos con un sol central, que existen dos continentes habitados en el interior de la Tierra y que civilizaciones anteriores a nosotros y personajes de estos últimos siglos lo sabían, describían y viajaban a ella.

Si antes tuvimos que superar la falsa creencia de la tierra plana, pronto tendremos que hacerlo con la de la tierra compacta y sin vida en el interior.

Y este es el índice de la descripción de la Tierra Hueca:

  1. Los polos no existen
  2. Los polos magnéticos
  3. La atracción gravitatoria
  4. El testimonio de los viajeros polares
  5. Hechos y obras que confirman esta realidad
  6. La civilización intraterrena
  7. La evolución intraterrena
  8. Shambalah, Agarta y El Dorado
  9. El Sol Central
  10. Organización social del mundo intraterreno

(NOTA: Los textos de Eva Monferrer son transcripciones literales de sus clases orales, de ahí ciertas expresiones y comentarios)

La Teoría de La Tierra Hueca sostiene que todos los Planetas, no sólo el nuestro, tienen aberturas polares y un “sol central” que resulta de una concentración de energía lumínica proveniente del sol externo, lo cual permite vida en su interior. ¡Parece una locura!, ¿no es verdad? Pero ya veremos las pruebas que testimonian esta realidad.

1. LOS POLOS NO EXISTEN

Los extremos ártico y antártico de la Tierra no son convexos, sino cóncavos. Así, los Polos Norte y Sur… ¡no existen! Habría que situarlos entre el cielo y la tierra, en el centro de las aberturas polares y no sobre la superficie terrestre.

El Almirante Richard Byrd, a cargo de la expedición antártica de 1956, sobrevoló un territorio de más de 3 millones de Km2 más allá del Polo Sur, sin hielo y con vegetación y animales. El rapport de este descubrimiento llega al Presidente Eisenhower, cabeza del Majestic-12, y se decide desmentir toda esta información… ¿Por qué? Porque el territorio descubierto es mayor que Estados Unidos, y temiendo que otro país reclamara para sí las nuevas tierras, deciden silenciar el tema…

Pero es que si en 1492 Cristobal Colón descubre un nuevo continente –oficialmente-, en 1956 Richard Byrd ¡¡descubre un nuevo mundo!! –oficialmente-.

La verdad acerca de los “Polos Geográficos” de la Tierra: Los Polos, Norte y Sur, no son “un punto geográfico” como creemos. De hecho ¡no existen físicamente!, porque son concavidades de 2800 km de longitud, por lo que están ubicados ¡¡en el cielo!!

2. LOS POLOS MAGNÉTICOS

En cuanto a los Polos Magnéticos, los soviéticos descubrieron que no son un punto, sino una línea perimetral, la que contornea la concavidad de los Polos Geográficos. De este modo, cuando las brújulas marcan el Polo Norte, lo que están señalando es el perímetro de esta concavidad.

Un dato que a mí me llamó mucho la atención fue saber que la superficie total de la tierra es de 510 millones de km2, y que su peso es de 6×10000 toneladas. Si fuera una esfera compacta debería pesar mucho más. Así que ha de estar hueca…

Cuando se llega a 70-75º de latitud norte o sur, la tierra empieza a curvarse hacia adentro: el polo geográfico coincide con el polo magnético que delimita la abertura polar. Las brújulas dejan de señalar el Norte ¡¡porque ya ha sido rebasado!! Y apuntan hacia abajo… Esto ocurre cerca de la latitud 90º.

Además, el Polo Magnético no está situado en la superficie, sino a unos 2800 km de profundidad, y aquí es donde se sitúa el Centro de Gravedad del planeta y no en su núcleo geométrico

3. LA ATRACCIÓN GRAVITATORIA

En la atracción gravitacional no cuenta la posición geométrica sino la masa. La masa terrestre es mayor a nivel de la corteza. Así, es la masa de dicha corteza la que ejerce la fuerza de atracción. La similar distribución de esta gravedad en el centro de la corteza terrestre permite que el sol central se mantenga suspendido en el aire, de manera tal que equidiste de cualquier punto de la superficie interna.

Para sostener este modelo, podemos referirnos a la formación de los planetas, donde la estructura es la de una concha, con un vacío interno y aberturas en dos extremos. Esta nebulosa, solidifica su “concha” para dar lugar a un planeta con aberturas polares a modo de articulación.

¿Qué verificaciones científicas existen en relación al hecho sorprendente de que la Tierra es Hueca? Se ha demostrado con diversos estudios Sismográficos-seísmos, terremotos-, que las ondas sísmicas viajan por el interior de la Tierra a diferentes velocidades en función ¡¡de los materiales con que se encuentran!! Y la velocidad de propagación de la onda a través del aire es mas rápida que a través del agua o de la tierra.

Si la Tierra está “hueca”, entonces no hay “núcleo”, ¿qué hacemos entonces con la Fuerza de la Gravedad? En el Modelo de la Burbuja, como la masa terrestre se encontraría concentrada en la corteza, los científicos que estudian este nuevo modelo planetario, sitúan a la fuerza de gravedad en el “centro de la corteza terrestre”.

¡¡Por eso los de dentro no se caen y los de fuera tampoco!! La corteza nos atrae a todos hacia si. Nos “pega” a ambos a la Tierra debido a la ¡misma fuerza de gravedad!

4. EL TESTIMONIO DE LOS VIAJEROS POLARES

1. Lo que ocurre al llegar a los Polos, es que la brújula indica que ¡¡¡el Norte ó el Sur están hacia adentro!!! y de hecho, ¡¡¡se “entra en La Tierra” a partir de la latitud 90-95º!!! Los últimos 10-5 paralelos ¡¡¡están en el aire!!!

2. Por este motivo nadie ha alcanzado nunca los Polos. Las líneas aéreas no los sobrevuelan jamás, ¿no lo sabíais? Los contornean.

3. Una consecuencia de las oquedades de los polos es el fenómeno de Las Auroras Boreales. Este hermoso fenómeno se debe a los dibujos que hace en el hielo de los casquetes polares y en las nubes la luz que sale reflejada del interior del Planeta. La luz se filtra y ofrece el espectáculo de los cambios de coloración e intensidad. ¡Esto ya lo decíaMadame Blavatski hace casi 100 años! Además en el resto de planetas del Sistema Solar se observa este mismo fenómeno.

4. Resulta que la temperatura se suaviza cuando uno viaja a los polos a partir de la latitud 95 debido al calor proveniente del interior de la Tierra.

“Un viento del norte entibia la temperatura, y se ven mariposas, moscas, mosquitos, y hasta hierba y zorros bien alimentados. El viento cálido del norte trae polen y polvo consigo”.

5. La nieve de colores que se observa en los Polos, es un fenómeno extraño si os paráis a pensar. Se debe al polen de la vegetación existente en el interior del planeta, el cual tiñe la nieve a lo largo de miles de kilómetros cuadrados.

6. Los témpanos de hielo, que son ¡¡¡de agua dulce!!! provienen del agua de los ríos del interior que surge a la superficie y se congela de inmediato. Los ríos del interior, al desembocar en los océanos exteriores, de muy baja temperatura, se congelan convirtiéndose en ¡témpanos de agua dulce! A veces albergan en su interior animales extinguidos en la superficie…

7. El pájaro almizclero emigra hacia el norte en invierno, más allá del paralelo 80. La gaviota de Ross, también lo hace.

8. Los osos polares tienden a ir hacia el norte cuando escasea el alimento.

9. Los mitos esquimales que hablan de sus antepasados hacen referencia a una “Tierra del Norte”… perennemente iluminada por el sol… (¿Al norte de qué?)

5. HECHOS Y OBRAS QUE CONFIRMAN ESTA REALIDAD

1. Grupos que desaparecen en masa sin dejar rastro: Ankor Wat en Camboya y Machu Pichu en Perú. Probablemente eran grupos que tenían un nivel medio de Evolución de Primera Iniciación y se les permitió acceder a la Civilización Intraterrena.

2. Grupos que aparecen misteriosamente: Los Esenios en el Mar Muerto, cerca de Khirbert Qumram, vinieron a preparar la venida de Jesús que era un miembro de la Jerarquía Planetaria, estuvieron unas cuantas generaciones, pocas, y luego desaparecieron, dejando el testimonio de los manuscritos de Khirbert Qumram. Estos manuscritos se están traduciendo, -pero sin demasiada prisa-, para su posterior publicación, -seguramente pasado el año 2012-.

3. Autores que hablan del mundo intraterreno: Dante Aliglieri, Tomaso Campanela, Julio Verne, Nicolás Roerich (1940), Raymon Barnard (1960), William Reed (1906), Marshall Gardner (1920), Gianini y Palmer (Nueva York 1959. Revista retirada de la circulación), Nicolas Senn (1953), Bulwer Lytton ó William F. Warren (1964).

4. Las ciudades de la Jerarquía Planetaria, la Civilización Intraterrena, se han nombrado en distintas culturas con distintos nombres, mezclando los lugares físicos (Agarta y El Dorado) con los etéricos (Shambala).

Veamos sus diferentes nombres: “Ciudad Celeste” en las Eddas Escandinavas, “Asar” en Mesopotamia, “Tierra de Amenti” en Egipto, “La Ciudad de los Siete Pétalos de Vishnú” en la India, “La Ciudad de los Siete Reyes de Edom” ó “Edén” en la Tradición Judáica, “Shambala” en Asia Central, “Erdami” en el Tibet, “Alberdi” ó “Aryana” en Persia, “La Tierra de Canaán” para el Pueblo Hebreo, “Maya-Pam” para los Aztecas, “Tula” en México, “Dual” ó “Dananda” ó “La Tierra de los Misterios” para los Celtas, “Valhalla” o “Thule” para los Pueblos Germánicos y “El Reino de Avalón” para la Tradición Artúrica.

5. Existen testimonios históricos:

5.1 En 1.906 el navegante noruego Olaf Jansen entró por el Polo Norte y al cabo de unos meses salió por el Polo Sur, contándolo en su libro: “Viaje al interior del planeta”. De ello habla en el libro “The Smoky Good”, escrito por W.G. Emerson y publicado en 1908.

5.2 En Febrero de 1.947 el Almirante Inglés Byrd, (1888-1957), de la Marina de los Estados Unidos, y según el testimonio de toda su tripulación, en una expedición a la Antártida, se encontró con una tierra de extensión superior a la de Estados Unidos, con un clima templado, con vegetación y con humanos de alto nivel de conciencia viviendo allí. Estas personas le dieron un testimonio para el entonces Presidente de los Estados Unidos (Eisenhawer) advirtiéndole que no debía utilizar la energía atómica, que no se lo iban a consentir, pues el Planeta era compartido, y ofreciéndole ayuda para utilizar técnicas limpias de producción de energía.

Al volver del viaje, el Almirante Byrd lo contó y entregó el testimonio al Presidente, pero no sólo aparentaron no creerle y no hacerle caso, sino que le prohibieron contarlo, bajo amenaza de muerte para él y toda su familia.

La Presidencia (…) creó el pacto llamado “Majestic 12”, con Eisenhawer y 11 personas más, que ponía el veto a la difusión de todo lo que iba en contra de la utilización de la energía atómica y la presencia intraterrena…Es la Conjura del Silencio. En Enero de 1956 se organizó otra expedición que partió de la base de la Antártida llamada McMurdo Sound. Byrd logró penetrar una distancia de 4 mil kilómetros en tierras intraterrenas.

5.3 En 1.976 Raymond Barnard publicó “La Tierra Hueca”, que no era otra cosa que la aventura de su amigo el Almirante Byrd. Éste se la contó al final de su vida, con la pena de no haberlo hecho antes. Byrd le pidió que la publicara cuando él falleciera.

“¡Que continente tan encantador en aquél cielo, tierra de perenne misterio! ¡Quisiera volver a ver aquella tierra más allá del polo! ¡Esta superficie es el Centro de lo Gran Desconocido!”

5.4 El 23 de Noviembre de 1.968 el Satélite Meteorológico NorteAmericano ESSA-7,dotado de cámaras fotográficas de alta resolución y con infrarrojos, fotografiaba el polo norte en una misión de rutina.

Envió fotos a la Tierra en las que se aprecia la apertura dinámica de los Polos, y aparece como un agujeros que, según la época del año aparece más abierto ó más cerrado, más nublado –y no se puede fotografiar-, ó menos nublados, -entonces sí puede fotografiarse-, estos agujeros permiten respirar al Planeta.

5.5 A quién le cueste entender que el planeta es un ser vivo, añadiré que en 1.983, los científicos Edoardo Amaldi y Guido Pizzella, de la Universidad de Roma, individualizaron una vibración del Planeta Tierra, que se repite cada doce horas. A esta vibración se la denomina Efecto Sideral y es el latido cardíaco de La Tierra. Por eso La tierra gira cada 24 horas, es una sístole y una diástole.

6. LA CIVILIZACIÓN INTRATERRENA

Además, y para acabar de sorprenderos, tengo que deciros que nuestra Tierra Hueca contiene una Civilización en su confortable interior… ¡¡No estoy desvariando!! Con esto va a pasar lo mismo que cuando se creía que la Tierra era plana… ¡Tenemos que cambiar de paradigma! El grado de Evolución medio de los seres que viven en la Civilización Interna es superior al nuestro, ¡¡menos mal!!

Resulta que, a partir del momento en que tenemos la Primera Iniciación en la Evolución de “superficie”, podemos encarnar en la Civilización interna. Podemos, por ejemplo, encarnar dentro para aprender algo, y en la próxima vida hacerlo fuera para poder inventar algo, de hecho, ¡¡reinventarlo!!

Los Seres Humanos del interior, son mucho más evolucionados que nosotros como media,¡¡el mínimo requerido es el Nivel de Evolución VIII !! (conceptos explicados en los libros y cursos sobre la Evolución de la Consciencia – Psicología del Alma), y debido a esta elevada consciencia que les caracteriza, tienen un gran interés ¡¡en no darnos la posibilidad de ocasionar un desastre nuclear!!, el cual, y debido a nuestra locura inducida, se podría generar fácilmente en nuestra Civilización de superficie, ¡¡¡ya que compartimos Planeta!!!, ¡¡¡la Tierra es la casa de todos!!!, y ¡¡¡compartimos también Sistema Solar!!!

Quiero hoy deciros que muchas de las Naves u Ovnis que se ven y que se dice que vienen del espacio exterior, proceden de hecho del mundo intraterreno. La Jerarquía de Seres Espirituales que Gobierna Es La Misma, ¡¡siempre hablamos de Jerarquía Planetaria!! Estamos viviendo un momento muy especial e importante en el que se quiere elevar vibración para favorecer el Cambio de Era. Ello se ve apoyado precisamente por el Sol, nuestro Astro Rey, el cual esta emitiendo radiaciones, ondas y explosiones de luz que normalmente no emite. Este hecho favorece la posibilidad de intercambio entre ambas civilizaciones.

Nuestros hermanos mayores nos están protegiendo, ¡¡por suerte!!, la Tercera Guerra Mundial no pasará, no será. Hubo una probabilidad, hace algunos años, pero gracias a la Buena Voluntad que también existe en nuestro mundo, se acciono la protección para que no pasara. ¡¡No estamos solos!! (Menos mal).

Pero, ¿quién quiere que se produzca verdaderamente el desastre atómico? La respuesta es: La Energía Luciférica. Dedicaremos varios días a estudiar los medios que tienen a su alcance.

Vamos a ver ahora la relación de las “Iniciaciones” y su correspondencia en los distintos mundos o Civilizaciones: En la Evolución Humana hay 5 Iniciaciones. La Primera Iniciación se produce en el Nivel 8 y con ella ya pasamos al Reino Angélico. La Segunda Iniciación también se recibe en el Nivel 8, mientras que la Tercera, la Cuarta y la Quinta se reciben en el Nivel 9. Con ellas, se acaba la Evolución como Hombre y comienza la Evolución como Ángel adulto.

A partir de nuestra Primera Iniciación podemos encarnar indistintamente en la Tierra externa, ó en la Civilización Intraterrena. Teniendo en cuenta que dentro el Nivel medio de Evolución es superior, nuestra Cuarta Iniciación corresponde a la Primera de ellos, nuestra Quinta a la Segunda de ellos y así sucesivamente. A partir de la Sexta Iniciación de superficie, en que ya se ha superado el Nivel de Consciencia del Reino Humano y se está evolucionando en el Angélico, -y que corresponde a la Tercera Iniciación Intraterrena-, se puede saltar a seguir creciendo dentro de la Jerarquía Solar, si, bajo la supervisión directa del Logos Planetario. Esta Tercera Iniciación Intraterrena, o Sexta de Superficie, equivale a la Primera Iniciación Solar.

A partir de la Séptima Iniciación de Superficie, ya superado el Nivel Humano y estando en el Angélico, que se corresponde con la Cuarta Iniciación Intraterrena y a la Segunda Solar, se puede trabajar en el Sistema de Sirio, nuestro Logos Superior, el Nivel sería el de una Primera Iniciación de Sirio.

Veamos lo expuesto en el siguiente cuadro:

Esto pone de manifiesto que las posibilidades de Evolución son inmensas. Además luego existe la posibilidad de ir a otros sistemas aún superiores. Recordemos que el Centro Cardiaco de “Aquel de Quien Nada Puede Decirse”, es nuestro Sistema Solar, nuestro Logos Solar, que Su Centro Laríngeo está en la Constelación de “Las Pléyades”, y su Centro Coronario en la Constelación de “La Osa Mayor”.

Anotar finalmente que a partir de la Sexta y la Séptima Iniciación, si el Ser quiere encarnar no necesita ni padre, ni madre, Es Un “Engendrado”, como Cristo Lo fue. Por esto se dice que “Nace de una Virgen”. Un Ser Humano hará de “Cáliz” de esta Energía, representará “El Santo Grial”. A este Ser se le llama “El Ungido”, y presta sus cuerpos materiales más densos para que Cristo Los Ocupe. Tenemos un ejemplo de esto con El Cristo y El Maestro Jesús, pues, a tiempo intermitente, Jesús transmitía a la Energía Crística, por ello se le conoce como Jesús-Cristo.

7. LA EVOLUCION INTRATERRENA

La Jerarquía Planetaria está constituida por todos los miembros de la humanidad que tienen, por lo menos, la Primera Iniciación, hasta Sanat Kumara, que, no siendo humano, tiene Nueve Iniciaciones. En nuestras Sagradas Escrituras, se conoce a este Ser con el nombre de Melkitsedek, Rey de Salem y Sumo Sacerdote de la Orden que lleva su Nombre. Esta Orden no es otra que “La Logia Blanca”, y, la Biblia nos dice de El que es “sin Padre, sin Madre y sin Genealogía”. Extraño Ser. Quienes pertenecen a La Logia o Fraternidad Blanca, pueden o no estar encarnados. De hecho ya sabemos que hasta la Quinta Iniciación debemos encarnar en el Plano Físico, y nacer “de una Madre”, pero a partir de ésta, la encarnación no sucede.

Los Seres de más de 5 Iniciaciones, -por ejemplo los Maestros Ascendidos o Choanes de Rayo, que tienen 6 Iniciaciones-, que ya no precisan encarnar físicamente, pueden “acercarse” a la humanidad hasta los subplanos etéricos del Plano Físico -sólido, líquido y gas y cuatro éteres-.

Es precisamente en los subplanos etéricos del Plano Físico donde está la mítica “Shambala”, la Ciudad de La Luz, o Ciudad Blanca, donde “residen Los Maestros” y donde se asienta la Jerarquía Planetaria, La Logia Blanca, La Hermandad Blanca.

La contraparte física densa de esta “Ciudad”, se encuentra localizada en “El Mundo Intraterreno”. En el Hemisferio Norte el lugar se llama “Agarta”, y en el Hemisferio Sur, “El Dorado”. A partir de la Primera Iniciación -Nivel 8-, los Seres Humanos pueden encarnarse indistintamente la Civilización Intraterrena ó en la de Superficie de la Tierra, donde estamos nosotros ahora. Es importante ver esta diferencia para no inducirnos a un error.

8. SHAMBALAH, AGARTA Y EL DORADO

Las Ciudades donde vive la Jerarquía Planetaria son:

  • En el nivel Etérico: “Shambala” -situada en el “éter” del Desierto de Gobi, en Mongolia-, en ella habitan los Maestros que no están físicamente encarnados.
  • En el nivel Físico: “Agarta”, -que corresponden al espacio Intraterreno que está en el Hemisferio Norte-, y “El Dorado”, – que corresponde al espacio Intraterreno que está en el Hemisferio Sur-.

Parece que ambos continentes intraterrenos no están comunicados físicamente, pero debido a la alta tecnología de sus habitantes, se desplazan a través de naves aéreas, ó de las mismas utilizando los fondos oceánicos.

Julio Verne, uno de los más grandes profetas del siglo XX, escribió, como novelista que era, una obra delicada… “Viaje al Centro de la Tierra”. ¿Sabéis que es su única obra no verificada….?

Resulta que todos los cuerpos en el espacio son huecos en su interior. No puede haber un centro sólido con un movimiento de rotación. Distintos satélites han fotografiado los planetas del Sistema Solar, y ¡¡sus polos se muestran siempre achatados!! Y ¡¡si las fotografías se toman de noche, todos aparecen con los polos iluminados!!

El satélite americano Mariner X, envió a la Tierra fotos de los polos abiertos e iluninados del planeta Mercurio. Después, el radiotelescopio de Arecibo, en Puerto Rico, mostró imágenes muy claras de las aberturas polares norte y sur de Mercurio. La sonda americana Clementine verificó esto poco después. Corrían los años 70.

La luz solar y las ondas electromagnéticas penetran por los polos de todos los planetasy generan su Sol Central, es decir, que la luz interna es la misma que la externa. La ciencia creía que las ondas electromagnéticas solares morían al llegar a la superficie de un planeta. Hoy sabemos que éstas penetran por los polos, y en el centro, se tuercen, dando origen a una especie de bobina, llamada “Banda de Moepbius”. Así aparece el sol central.

El tamaño del Sol Central es proporcional a la cantidad de energía solar que recibe el planeta. Esto depende de la distancia del sol a la que se encuentre, y del tamaño de las aberturas de sus polos.

En 1996 se publicó en prensa que el núcleo de la Tierra gira más deprisa que la corteza…extraña noticia. Y en Neptuno han verificado lo mismo… ¡¡Esto es imposible si los cuerpos fueran de una sola pieza!!

9. EL SOL CENTRAL

Por otra parte, sabemos también, que el Planeta Tierra tiene dos aperturas, una en el Polo Norte y otra en el Polo Sur. A través de estas aperturas es por donde se filtra la luz del Sol, originándose un efecto magnético en el interior del planeta, que se conoce con el nombre de “Banda de Noebius”.

La Banda de Noebius resulta ser como una bobina de luz, de calidad electromagnética, y que, por ello, atrae una gran cantidad de partículas luminosas o fotones provenientes del Sol, de forma que crean una especie de “Sol Central”, de la misma naturaleza lumínica que el Sol exterior, y que se mantiene estabilizado en el centro geométrico del planeta, pudiendo dar luz y calor, y permitiendo la vida en el interior, – dos continentes, Agarta y El Dorado-. La diferencia sería que ¡¡en el interior no hay noche!!

¿Cómo es el interior de la Tierra?

Esta información la he extraído de diversas obras que hablan de la Tierra Hueca:

Las tierras del interior tienen montañas de poca altura, hay valles, ríos y mares poco profundos, de unos 2 Kilómetros, la vegetación es de tipo tropical pero diferente a la de la superficie, la temperatura es constante y está alrededor de los 26 grados, aunque subjetivamente se percibe como algo más fresca, no hay insectos y la vida animal es escasa, siendo ésta fundamentalmente de aves y peces.

La bóveda de estas grandes grutas internas desprende una gran luminosidad blanco azulada, la luz es perpetua, pero dependiendo de la rotación de la Tierra aumenta ó disminuye. No hay estrellas. Se da el fenómeno frecuente de la lluvia, pero no hay viento. El 60 % de su extensión está cubierta por el mar, siendo el resto tierra firme (en el exterior, los porcentajes son del 71 % de mar y del 29 % de tierra firme).

El aire es como el del exterior pero con una mayor cantidad de oxígeno (60 / 62 %) y menor de nitrógeno (15 %). La población en el Norte es de unos 4.200.000 habitantes, y en el Sur de unos 800.000 habitantes. Las personas tienen el mismo aspecto que nosotros, pero su Nivel Evolutivo es mucho más elevado. A la civilización intraterrena se puede acceder a través de grutas que llevan a la red de túneles que prácticamente recorre el globo, y que atraviesa la corteza terrestre comunicando los dos mundos.

La corteza terrestre tiene una anchura de sólo 1400 millas, lo que equivale a 2.200 Kilómetros. Se sabe que a través de la red de túneles, es posible viajar por debajo del mar de América a Europa. Eric Von Daniken, el periodista de investigación suizo, lo documentó fabulosamente hace varias décadas en su libro: “El Oro de los Dioses”.

Entradas en Sudamérica:

En Perú, la “Hermandad de los 7 Rayos” posee un lugar de retiro llamado “La Abadía”, cerca del Lago Titicaca. Existe allí una formación rocosa, llamada La Puerta de Ayumarca o El Portal de Aran-Muru.

Otro lugar de acceso al mundo Intraterreno es en La Selva del Manu, en El Madre de Dios, llamado “El Paititi” –significa el corazón del corazón-, en el Valle de la Luna Azul.

En Ecuador, en la Cordillera del Cóndor, existe una red de túneles que conecta toda la selva amazónica. Existe una entrada al mundo intraterreno entre los ríos Coango y Santiago, se llama “La Cueva de los Tallos”.

Este es el lugar en el que Andreas Faber-Kaiser realizó importantes descubrimientos en relación a la tradición que sitúa en ellas a la biblioteca de oro que guarda la historia olvidada del hombre… Jamás lo contó.

Las entradas están guardadas y protegidas por tribus muy primitivas y salvajes, las cuales, debido a una intuición básica –consciencia instintiva de la masa-, saben de las intenciones de las personas que se acercan a ellas. En función de estas intenciones las dejan pasar ó no. (Creo que normalmente se las comen, porque casi todos los exploradores que se atreven a adentrarse en estos parajes buscan el oro de los españoles o cosas así).

Pero a nuestro amigo Andréas le dejaron entrar…. ¡¡no se lo comieron!!… y salir…¡¡le dejaron marchar tras enseñarle muchas cosas!! De todos modos, cuando regresó a Europa, otros acabaron con él… Aquella fue su última aventura….

En Brasil, en la Sierra del Roncador hay entradas, y en la Sierra de Portiaria, en el Estado de Goyas, está el Valle Selvático de Parauna, donde existen murallas de 4 metros de altura y 4 Km de largo. Están construidas por piedras basálticas unidas magnéticamente. Cuidan zonas de pirámides escalonadas cubiertas por la vegetación, que abren entradas al mundo intraterreno.

Tal vez las entradas o accesos de las que más se ha hablado sean: El Triángulo de las Bermudas, el Lago Titicaca, el Lago Guatavita, El Palacio del Potala –en el Tíbet-, los Alpes, los Pirineos, o hasta la montaña de Montserrat en Cataluña, pero de hecho existen muchas mas, menos populares, como por ejemplo, por citar una también cercana, el Lago de Bañolas, en Gerona.

10. ORGANIZACIÓN SOCIAL del Mundo Intraterreno

La Civilización Intraterrena es una Supercivilización. Esta dirigida por una Estructura Político-Religiosa Sinárquica. En efecto, La Sinarquía es “el Poder de los Iniciados”, -como un Consejo de Ancianos-, de manera que el Ser Espiritual mas Sabio, el mas Amoroso, el de mayor Voluntad y Firmeza, en suma, el mas luminoso, dirige e inspira a los demás. Imaginad un Consejo de Ministros Sabios, ¿qué raro, no?, – con la falta que hacen en nuestro mundo-, pero sí, imaginadlo por un momento, ¿no creéis que las cosas irían mejor?

Cuando el que manda, sabe de veras, aboga para que la espiritualidad crezca en las personas, para que los ideales iluminen el camino de todos, y se esfuerza para que las virtudes personales y de convivencia se vean favorecidas, enaltecidas, defendidas y respetadas. Con un líder así, el Ser Humano puede evolucionar y trascender sin problemas, cumpliendo con el plan de Dios para el Hombre y la Tierra. Si hubiera una buena amistad, una hermandad, entre la civilización del interior y la nuestra, nuestra civilización se pondría al día en un corto período de tiempo, recuperaría la evolución que precisa para cumplir con el Cambio de Tiempos sin demasiado conflicto.

¡Pero esto no interesa a las fuerzas oscuras! Ya que están en contra de la Evolución de nuestro Planeta Tierra, y de la nuestra, con él. Si todo esto se fuera destapando, y se destapará en breve,se debería cambiar la historia humana, revisarla a fondo y reescribirla.

Eva Monferrer

*Eva Monferrer es experta en Sabiduría Perenne, desde hace más de 20 años, difunde estas enseñanzas a través de clases y talleres presenciales en su escuela de Barcelona (Escuela de Estudios Evolutivos “Indra”), clases online y sus libros que están disponibles en bubok, impresos y en pdf. Ya ha publicado siete de su serie “La Evolución de la Consciencia. Psicología del Alma”.

Eva deja que su obra hable por ella, enseña con su propia autoridad y aúna los mensajes ancestrales, que siempre han estado al alcance de las personas interesadas en ellos, con las explicaciones más modernas de la Física Cuántica, la Psicología Transpersonal y otras disciplinas, transmitiéndolos con un lenguaje cercano y comprensible a quienes buscan respuestas y quieren vivir más conscientemente.

LA TIERRA HUECA: aperturas solares, dos nuevos continentes y civilización intraterrena