Entes, Parásitos del Cuerpo Energético
CAPITULO 3
PERSPECTIVAS TAOISTAS ACERCA DE LOS ENTES
Para llevar a cabo un acertado estudio de los entes, necesitaremos presentar algunos modelos de entendimiento. Pero antes, debemos aclarar un punto; no estoy sugiriendo que estos modelos expliquen todo lo que hay que saber acerca de los entes, y menos aún provocar que a través de estos se compruebe su existencia. El propósito de los próximos tres capítulos es bastante distinto. Primero que nada, observaremos como los entes se han explicado en el marco de otros contextos, como lo son el pensamiento tradicional chino y el hinduismo. Segundo, veremos como estos conceptos pueden relacionarse con nuestros estudios ayudándonos así a distinguir los patrones de comportamiento de los entes.
3.1 Xie Qi, ‘energías perversas’
Empecemos con el concepto de Xie Qi o ‘energía perversa’ como lo ha desarrollado la medicina tradicional china. 4 Para evitar cualquier confusión, permítaseme decir que, entes y energías perversas, no son lo mismo. Sin embargo, vale la pena examinar los conceptos de Qi y Xie Qi, ya que nos ayudarán a aclarar los puntos relativos a los entes.
Dado que nuestro principal propósito es adentrarnos en el pensamiento de la China antigua, hablaré de la acupuntura vista específicamente desde el punto de vista taoísta, y no como los comentaristas modernos han tratado de explicarla científicamente. Desde un punto de vista tradicional, la acupuntura se basa en la armonización de las circulaciones de lo que los chinos han llamado el Qi. Literalmente, la palabra Qi significa ‘aliento’. Sin embargo, el concepto de Qi va más allá del proceso de respiración. En la medicina china, el Qi se refiere a la energía que no es física, pero que sostiene la vitalidad y el funcionamiento del cuerpo físico. El concepto de Qi es muy similar al prāṇa (fuerza vital) de los hindúes. Así como en chino la palabra Qi significa aliento, ocurre lo mismo con la palabra prāṇa del sánscrito. El prāṇa de la tradición india representa el principio que mantiene al cuerpo físico con vida de la misma manera que el Qi de la tradición china. Así como cualquier desorden del Qi resulta en alguna enfermedad, lo mismo pasa con el prāṇa. De la misma manera que el Qi está circulando permanentemente en el cuerpo a través de los meridianos, el prāṇa circula en los nāḍīs.
Hay dos puntos a enfatizar para poder entender el concepto del Qi. Primero, el Qi no es una energía física. Por lo tanto, desde la perspectiva del Tao, no tiene ningún sentido el intentar reducir la acupuntura a cierto tipo de acción refleja del sistema nervioso, como se ha expuesto en el mundo actual. Los nervios forman parte del cuerpo físico, hecho de carne, huesos, venas, etc. Los chinos perciben al Qi como una energía de naturaleza mucho más sutil que las estructuras físicas. El Qiimpregna todas las partes del cuerpo físico, les da vida y hace que funcionen– pero no puede ser reducido a ninguno de éstos.
El segundo punto es que no todo el Qi, o ‘energías’, son consideradas por los chinos como algo benéfico para la salud. A este respecto, la gente tiende a confundirse por la palabra ‘energía’. Ellos piensan: «Si es energía, debe ser buena para mí. No es posible sobresaturarse de energía.» Esto provoca que se descuide el lado cualitativo del Qi. De hecho hay una gran diversidad de energías Qi, algunas favorecen al cuerpo, otras son tóxicas.
Una postura que dice «cualquier tipo de Qi debe ser bueno para mí» podría compararse con decir que «mi cuerpo físico está conformado de sustancia física, por lo tanto, cualquier sustancia física debe ser buena para mi cuerpo.» Por ejemplo, tome sólo un poco del extremadamente eficiente cianuro y a¡allí acabo la vida su cuerpo físico! Así como muchas sustancias físicas son tóxicas si se introducen en su cuerpo, pasa lo mismo con una gran variedad de Qi.
Xie Qi, o ‘energías perversas’, es el nombre que los chinos le dan a esas energías tóxicas. En la palabraXie Qi, Qi significa energía o fuerza vital, mientras que Xie significa viciado, corrupto, irregular, inortodoxo. Xie Qi se refiere a las influencias medioambientales insalubres que debilitan el sistema y crean enfermedades.
Por supuesto que las energías perversas, Xie Qi, no son letales, así como sólo son fatales algunas sustancias físicas que son tóxicas. Por mucho tiempo, muchas energías perversas podrían no crer enfermedades, o ni siquiera desórdenes funcionales en el cuerpo. Sin embargo, crean desórdenes funcionales del Qi en el cuerpo, una disonancia que altera el equilibrio de la capa del Qi. De acuerdo con los chinos, mientras más temprano se corrige el desorden del Qi, más se podrá asegurar la prevención de enfermedades. Esto se debe a que en la mayoría de los casos, antes de que se cristalice un desorden físico en una enfermedad, ya existe un desorden del Qi. Al reconocer y armonizar los desequilibrios del Qi, es posible prevenir muchas enfermedades. Este énfasis en la medicina preventiva se refleja en el hecho de que los chinos de la antigüedad solamente le pagaban a su médico mientras se mantuvieran sanos, y dejaban de pagarle cuando éstos contraían una enfermedad -¡un concepto que hoy en día deberían considerar todos aquellos embajadores de la salud!
En la frase ‘energía perversa’, el adjetivo ‘perversa’ puede ser malinterpretado, ya que da la idea de algo que está intrínsicamente mal, o que es malvado o maléfico. Las energías perversas no son nada de esto. Simplemente sucede que el cuerpo humano no es el lugar adecuado para ellos. Un mejor término podría ser ‘energías fuera de lugar’ o ‘energías mal ubicadas’. Permítasenos ilustrar este punto con dos ejemplos. Supongamos que a usted le dieran para respirar únicamente bióxido de carbono y nada de oxígeno– usted se moriría. Para usted el bióxido de carbono actúa como un factor ‘perverso’ letal (físico). Sin embargo, una planta puede respirar ese mismo bióxido de carbono sin problemas. Por otro lado, si solamente se le diera oxígeno a la planta, en lugar de bióxido de carbono, la planta moriría sofocada. Es así como podemos decir que lo que apoya a ciertos sistemas de vida, es tóxico para otros.
Otro ejemplo es aquel de las bacterias en una composta. Para los alquimistas, la composta siempre ha sido algo digno de admirarse y objeto de profunda meditación; se basa en la descomposición, y de la misma manera es la base de la fertilidad en la Naturaleza. Piense en todas las bellezas naturales: el pasto, los árboles, las flores, las frutas. Todas estas se basan en la descomposición que comienza en la tierra. Mientras más descomposición, más fértil será el suelo. Y mientras más bacterias, más descomposición. Ahora supongamos que las bacterias de la composta encuentran la manera de llegar a su sistema digestivo y le provocan una enfermedad. Para usted, las bacterias se han convertido en un factor perverso. Aún así, son las mismas bacterias que embellecen la composta. No hay nada maléfico ni malo en estas bacterias, simplemente están en el lugar equivocado mientras están proliferando en su intestino. Lo mismo aplica con las energías perversas. No es que exista nada intrínsecamente malo acerca de las mismas. Simplemente están en el lugar equivocado al estar unidas a su Qi.
Por ejemplo, algunos tipos acuosos de Qi son perfectamente normales en ambientes pantanosos. Sin embargo, si la misma energía es mezclada con el Qi de su hígado y permanece allí, resultará en cierto sentimiento de incomodidad, posiblemente hasta fatiga y pereza en el sistema digestivo. Usted no se sentirá necesariamente enfermo, pero sentirá que algo no está bien en su hígado. De hecho, muchas personas tienen el sentimiento de que hay algo congestionado o gris en su hígado, como algo borroso que no pueden definir. Van de doctor a doctor y ninguno de ellos encuentra nada malo, ya que el desorden no ha aparecido todavía en un nivel físico. Simplemente hay falta de armonía en la capa delQi.
Las energías perversas no son lo mismo que los entes. No obstante, comparten características similares. Por ejemplo, tanto las energías perversas como los entes son elementos ajenos que no pueden ser digeridos o integrados adecuadamente. Así, permanecen dentro del sistema humano como algo no físico y extraño. Tocaremos estos puntos más adelante, sin embargo, una de las principales diferencias es que los entes son más difíciles de desalojar que las energías perversas.
3.2 El Po y el Hun
Kuei 5 es la principal palabra china utilizada para referirse a un ente. Para poder entender como los habitantes de la China antigua veían la naturaleza y el origen de Kuei, uno deberá entender primero el concepto que ellos tenían de la sique humana. De acuerdo a ellos, los seres humanos no tienen un alma, tienen diez. En algunos textos, el número es todavía más grande – hasta Bai Shen, ‘cien almas’, lo que puede también entenderse como un número infinito de ‘partes del alma’. Sin embargo, los textos más tradicionales se limitan a diez almas o ‘partes del alma’: siete Po y tres Hun.
El Po es en algunas ocasiones llamado también las siete emociones: enojo, deseo, miedo, tristeza, dicha, 6 amor y odio. 7 En otras palabras, el Po se refiere a esa parte de la sique de la que surgen las emociones condicionadas. Por otro lado, el Hun, se refiere a las partes más espirituales de la sensibilidad y el intelecto humano. Así el Po se dice que es grueso, opaco y pesado, mientras que elHun es ligero, transparente y sutil. 8 Para que un ser humano tenga vida, debe darse una combinación de Po y Hun. De la misma manera, el Po es el primero en llegar. De hecho se dice que es sólo cuando el bebé sonríe por primera vez que el Hun ha llegado. No obstante, el desarrollo del Hun no se completa antes de los treinta. Los cambios emocionales corresponden al tumulto causado por la capa Po, que a su vez afecta al Hun de una manera negativa. Hay una manera muy poética de expresar en Chino un gran miedo: «mis tres Hun están inquietos y mis siete Po están totalmente confundidos.» 9 La vida del individuo en la tierra continua siempre y cuando el Po y el Hun se mantengan unidos en el cuerpo.
La doctrina del Hun y el Po introduce un concepto esencial: el de multiplicidad de la sique. En los lenguajes occidentales está implícitamente aceptado que la sique o el alma es una sola. Esto se refleja en expresiones como ‘mi alma’, ‘pobre alma’, ‘un alma perdida’. Obviamente sólo existe un alma por persona – nada más. Para poder tomar en cuenta las diversas reacciones y patrones de comportamiento, uno debe tener la capacidad de discernir entre las diferentes subpersonalidades o personajes dentro del mismo individuo. Sin embargo, estos personajes son entendidos como diferentes aspectos de la misma sique.
Los chinos, por el otro lado, no sólo tenían un sistema en el que se consideraban las subpersonalidades sino que fueron más allá y consideraron que había tan poca unión entre estas subpersonalidades que era imposible el reagruparlas dentro de una misma alma. Dividieron a la sique humana en siete Po y tres Hun, reconociendo, de esta manera, que cada parte tenía una existencia independiente. El Po y el Hun tienen naturalezas radicalmente opuestas. Vienen de diferentes lugares y, como lo veremos más adelante, tienen diferentes destinos después de la muerte. No forman parte de la misma alma o espíritu, sino que son diferentes ‘cosas’ que vienen de diferentes lugares. Se mantienen unidos sólo mientras el individuo esté vivo y se separan de nuevo cuando muere.
Más aún, los chinos describen la existencia humana como un antagonismo permanente entre el Hun y el Po, en donde el Po intenta constantemente suprimir al Hun. Las proporciones se indican claramente (siete contra tres), lo que resulta en una manera interesante de cuantificar la naturaleza humana. Sin embargo, sería muy simple el intentar limitar este antagonismo entre el Hun y el Po como si fuera una pelea entre las tendencias sicológicas del ‘bien’ y el ‘mal’. Ya que no es sólo en el Po en donde se encuentran el enojo y el odio, sino también la dicha y el amor (condicional). Esto indica que la perspectiva del Hun–Po no está únicamente basada en la moral, sino en un entendimiento más profundo de la variedad de partes que constituyen a un ser humano. 10 Con esto no queremos decir que, según lo que los chinos de la antigüedad han observado, no hay nada permanente o eterno en el ser humano, según. En su sistema, el Shen es el que es considerado como el equivalente del Ser Superior, o Espíritu. No obstante, los chinos tenían una percepción muy clara de la separación entre el Espíritu y el alma – o mejor dicho, Espíritu y almas. Ellos veían a las almas como partes de ellos mismos, así como nosotros vemos nuestros órganos: sí, importantes, pero separados, transitorios, y hasta cierto punto reemplazables.
3.3 Kuei, o entes
Mientras un individuo esté con vida, el Hun y el Po se mantienen unidos y sus interacciones resultan en las diferentes modalidades de la vida sicológica. Sin embargo, en el momento de la muerte, el Po y elHun se dice que se separan, de una manera que asemeja la fragmentación astral descrita en el próximo capítulo. En el modelo chino, después de la muerte y debido a la polaridad descendiente, el Popermanece unido a la tierra. Mientras que el Hun, debido a la tendencia que tiene a moverse hacia arriba, asciende a los mundos espirituales, siguiendo al Shen (que equivale al Ser Superior o Ego Superior). Después de la muerte, una vez llevada a cabo la separación de las diferentes partes que constituyen al ser humano, estas partes dejan de llamarse Po y Hun, para ahora llamarse Kuei y Shen.
Shen es el Espíritu, el lado trascendental del ser humano. 11 La palabra también puede significar ‘Dios’, el ‘Espíritu Supremo’, todos los ‘espíritus celestiales’ o también ‘milagroso’ o ‘sobrenatural’. Sin embargo, debido a costumbres en el uso del lenguaje, Shen también se utiliza con el significado de ‘alma’ sin tener una definición muy precisa. Por ejemplo, cuando se habla de los diez espíritus o almas, o de los cien espíritus (Bai Shen), se utiliza la palabra Shen. 12 Después de la muerte se dice que todas o al menos algunas partes de Hun siguen a Shen en el camino de la ascención.
El resto de las almas o espíritus, por decir el Po y posiblemente partes del Hun, permanecen en el plano físico y se convierten en el Kuei. 13 Por lo tanto Kuei, o los fragmentos de la sique del difunto, se quedan en la esfera de la existencia humana, o muy cerca de ella, mientras que el Shen y el Hun se van hacia los mundos espirituales que están completamente alejados del alcance de los seres humanos. Los chinos de la antigüedad hablaban de Kuei como las ‘almas errantes’ o los vestigios del muerto: espíritus avaros e insatisfechos. El Kuei necesita ser alimentado y pacificado con las ofrendas, de lo contrario hostigará a los vivos. En la literatura china existen muchas historias acerca del Kuei, de las cuales se tiene el siguiente ejemplo.
Un día un jinete de la guardia imperial estaba cazando en el campo cuando pasó junto a un pozo, de donde un anciano sacaba agua. El caballo de pronto perdió el control y empezó a galopar frenéticamente. Antes de que el guardia pudiera hacer algo, el caballo golpeó al anciano, empujándolo al pozo. Unos segundos después, el jinete recobró el control del animal y salió huyendo a toda prisa.
El relato no termina aquí. La siguiente noche, el anciano apareció en forma de espectro en la casa del guardia y comenzó a romper los platos, destrozó las ventanas de papel, insultó y aterrorizó a toda la familia. Todos comprendieron inmediatamente que se trataba de un Kuei. El guardia intentó pedir disculpas: «No fui yo. Fue mi caballo quien lo empujó al pozo.» El Kuei contestó: «¡Qué deshonra a tus ancestros, tú, sinvergüenza asqueroso! ¡Tal vez fue tu caballo quien me empujó al pozo, pero fuiste tu quien huyó sin siquiera intentar ayudarme a salir!» Y así: el poltergeist–Kuei continuó destrozando lo que estaba a su paso. La familia entera se arrodilló prometiéndole ofrendas al Kuei si los perdonaba. «Eso no es suficiente,» dijo el Kuei, «Quiero que ustedes hagan una tablilla con mi nombre y que me ofrezcan exactamente los mismos rituales que hacen para sus propios ancestros.» Ellos aceptaron. ElKuei les dió su nombre para hacer la tablilla. Cada día, la familia hizó el ritual y puso las ofrendas. Y así el Kuei se mantuvo en silencio.
En los años que siguieron, el guardia evitó cuidadosamente pasar por el área del pozo. Pero un buen día, mientras escoltaba al emperador, no tuvo más remedio que visitar el lugar. Para su sorpresa, el mismo hombre estaba cerca del mismo pozo. El guardia entró en pánico, pero sus deberes le impidieron salir huyendo. El anciano lo reconoció inmediatamente, se precipitó hacia el hombre y lo derribó del caballo. El guardia estaba tan asustado que no pudo defenderse mientras el anciano lo golpeaba con un palo. «¡Allí estás bandido despiadado!, dijo el anciano. «¡Por fin te encontré!» Todos los demás jinetes se burlaban de su camarada, quien era un hombre bastante grande y que, sin embargo, no se había podido defender de un anciano decrépito que lo insultaba y golpeaba.
«Pero, pero…», protestó el guardia, «¿acaso mi familia no le puso ofrendas diariamente? ¿acaso no pusimos la tablilla con su nombre?»
«Ofrendas, ofrendas, ¿qué ofrendas?», respondió el anciano. «¿Está queriendo insultarme más de lo que ya lo ha hecho al pretender que soy un Kuei?»
De pronto, el anciano comprendió lo que había sucedido, se tranquilizó y dejó libre al guardia. El día siguiente, fue a visitar a la familia del guardia, a quien no tuvo dificultad de encontrar ya que la aldea entera se burlaba del jinete. Los miembros de la familia se aterrorizaron al ver al anciano venir. Pero, este los consoló diciendo: «No teman, ¡no soy un Kuei! «Enséñenme la tablilla.» Después de verla, el anciano exclamó: «¡Este no es mi nombre!»
Desde el principio, el incidente había sido obra de un malévolo Kuei. El Kuei asustó al caballo y después tomó la forma del anciano para crear estragos en la casa de la familia del guardia. Al hacer esto el Kueihabía encontrado una casa para vivir y había recibido sus ofrendas diariamente por varios años.
El anciano, quien practicaba algo de magia en sus tiempos libres, rápidamente hizo un conjuro para deshacerse del Kuei. Inmediatamente después se escuchó un rugido siniestro, entre agonía y carcajada. Y así, el Kuei nunca volvió. 14
En la China antigua los Kuei no sólo eran parte de la literatura y del folklore sino también de la vida diaria. En todos los asuntos y áreas de la vida era costumbre el tomar en cuenta a los Kuei y hacer rituales para protegerse de sus hostiles procederes. Como se ha dicho antes, el arte de la medicina reconocía a los Kuei como un factor causantes de enfermedades. De esta manera, de entre los 361 puntos de los 14 principales meridianos de acupuntura, 17 tienen la palabra Kuei como parte del primero o segundo nombres. También dentro del gobierno se tomaban en cuenta a espíritus de todos tipos y, de vez en cuando, se les dedicaban rituales para pacificarlos. Estos rituales eran considerados indispensables para asegurar la paz y prosperidad del reino.
Y en el largo plazo, ¿qué ocurre con el Kuei? De acuerdo a los chinos de la antigüedad, el Kuei no era inmortal. Su existencia era limitada y duraba hasta donde llegara su vitalidad. Después se disolvía. Lo que de la tierra es, a la tierra regresa; se vuelve composta y se reintegra en un ciclo universal.
3.4 Los cuerpos sutiles en pocas palabras
Para poder tener una adecuada dicusión acerca de los entes, deberemos definir ciertos términos.
El Qi, o fuerza vital, corresponde a lo que las corrientes esotéricas de occidente llaman el etérico. Elcuerpo etérico es por lo tanto la envoltura hecha de fuerza vital. El equivalente de la ‘envoltura hecha de prāṇa‘, o ‘prāṇa–maya–kośa‘ de la tradición india. De la misma manera en que los chinos observan al Qi impregnando el cuerpo físico en su totalidad, lo mismo sucede con el cuerpo etérico. Por ejemplo, uno podría tomar el ejemplo de la esponja (el cuerpo físico) empapado por el agua (el cuerpo etérico). Sin embargo, el cuerpo etérico también se extiende más allá de los límites del cuerpo físico. En la medicina tibetana, a veces se aplica acupuntura en puntos situados más allá de los límites de la piel, ¡es indoloro!
Los espíritus que los chinos llaman Po y Hun tienen correspondencia con lo que las corrientes esotéricas de Occidente llaman el cuerpo astral. 15 En resumidas cuentas, el cuerpo astral puede definirse como el nivel en el que tienen lugar los pensamientos y las emociones. Podríamos definirlo como el vehíclo de nuestra conciencia mental, que incluye la vida emocional.
La parte inmortal de los seres humanos es el Ser Superior, que nosotros llamaremos el Ego, o Ego Superior. Aquí, el Ego se escribe con E mayúscula para diferenciarlo del pequeño ego. 16
Esto nos da la oportunidad de presentar un modelo simple en el que se pueden distinguir cuatro partes básicas en los seres humanos: el cuerpo físico, el cuerpo etérico, el cuerpo astral y el Ego. Para el presente propósito consideraremos las palabras Ego, Ego Superior, Ser, Ser Superior y Espíritu como sinónimos.
Como antecedente a las discusiones de los siguientes capítulos, he aqu? un diagrama que indica la naturaleza de las energías perversas y entes en los cuerpos sutiles.
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FISICO |
ETERICO |
ASTRAL |
EGO |
ROCAS |
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PLANTAS |
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ANIMALES |
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SERES HUMANOS |
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ENTES |
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ENERGIAS PERVERSAS |
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