- Un dogma que ha contribuido a la mala salud del mundo occidental es la creencia de que «una caloría es una caloría». Esto simplemente no es cierto. La idea de que la obesidad es el resultado final de comer mucho y hacer poco ejercicio, por ejemplo, comer más caloría de las que quema, también es falso.
- La fructosa es «isocalórica pero no isometabólica». Esto significa que usted puede tener las misma cantidad de calorías de fructosa y glucosa, de fructosa y proteína o de fructosa y grasa, pero el efecto metabólico será completamente diferente, a pesar de que las cantidad es la misma
- Ocho de las principales enfermedades relacionadas con la disfunción metabólica incluyen la diabetes tipo 2, hipertensión, problemas lípidos, síndrome de ovario poliquístico , cáncer y demencia. La obesidad es la principal de todas ellas y estas ocho enfermedades forman el 75 por ciento de los gastos en salud en los Estados Unidos.
- El 20 por ciento de las personas tienen una función metabólica en perfecto estado y el exceso de peso no afectará su esperanza de vida. Sin embargo, la gran MAYORIA de las personas obesas- cerca del 80 por ciento de ellas- no tiene una función metabólica normal y el 40 por ciento de las personas con un peso normal también sufren de disfunción metabólica y por lo tanto son propensos a padecer enfermedades relacionadas con la obesidad. En términos generales, la disfunción metabólica claramente afecta a la mayoría de los estadounidenses y la creencia equivocada de que todas las calorías son iguales ha contribuido con el aumento en la tasa de la disfunción metabólica.
Los mitos sobre las dietas abundan en la industria de la salud, pero uno de los mitos más grandes de todos es la idea de que una caloría es una caloría, sin importar de donde la obtenga, o cómo está compuesta.
Si a usted le importa su salud y se encuentra trabando duro para mantener su peso abajo, entonces necesita saber la verdad sobre las calorías, así como de las sustancias que afectan el funcionamiento de las calorías en su cuerpo.
Por ejemplo, el azúcar es uno de los principales temas sobre salud que se encuentra en las noticias hoy en día, con el lema de «azúcar es azúcar» en las noticias y anuncios.
Actualmente, un video nuevo llamado «Skinny on Obesity» presenta la realidad sobre el peso, el aumento de peso y las enfermedades crónicas como la demencia, el cáncer y el hígado graso no alcohólico.
Véalo y probablemente no vuelva a ver al azúcar o las calorías de la misma manera nunca más.
En realidad su cuerpo trata al azúcar de la misma manera en la que trata al alcohol y otras toxinas.
Esto es en gran parte cómo los azucares pueden dañar su hígado y otros órganos y por qué el Dr. Lustig se refiere al azúcar como una toxina. Recientemente escribí a fondo sobre esto en el artículo llamado, ¿El azúcar es tóxico?
La obesidad va más allá de lo estético
Mientras muchas personas todavía creen que la obesidad no es más que un simple problema de estética, esta simplemente es una evaluación errónea de la situación.
La epidemia de obesidad no sólo amenaza la salud y longevidad de la gran mayoría de las personas, sino que también le añade una tremenda carga a nuestro sistema de cuidado de la salud.
Como lo explica el Dr. Lustig en la primera parte, las ocho principales enfermedades relacionadas con la disfunción metabólica forman el 75 por ciento de los costos de atención médica en los Estados Unidos.
Estas enfermedades incluyen:
Diabetes tipo 2 |
Enfermedad de hígado graso no alcohólica (en la actualidad afecta a 1/3 de todos los estadounidenses) |
Hipertensión |
Síndrome del ovario poliquístico (afecta al 10 por ciento de las mujeres estadounidenses) |
Problemas de lípidos |
Cáncer |
Enfermedades cardíacas |
Demencia |
Diabetes tipo 2 Enfermedad de hígado graso no alcohólica (en la actualidad afecta a 1/3 de todos los estadounidenses) Hipertensión Síndrome del ovario poliquístico (afecta al 10 por ciento de las mujeres estadounidenses) Problemas de lípidos Cáncer Enfermedades cardíacas Demencia
Las cuatro enfermedades enlistadas en la parte superior por lo general son relacionadas con el síndrome metabólico. Sin embargo, como lo afirma el Dr. Lustig, muchas otras enfermedades también entran en este ámbito- que son las que están enlistadas en la parte de abajo.
Él también explica que aunque la obesidad está relacionada con el síndrome metabólico y todas las enfermedades, la obesidad no es lo que las CAUSA, simplemente es un marcador. La que es la causa principal es la disfunción metabólica y el consumo excesivo de azúcar/fructosa es un factor fundamental de la misma.
De acuerdo con el Dr. Lustig, el 20 por ciento de las personas obesas tienen un perfecto funcionamiento metabólico y el exceso de peso no afectará su esperanza de vida. Lo mismo sucede con el 60 por ciento de las personas con peso normal.
Sin embargo, la MAYORIA de las personas obesas- cerca del 80 por ciento de ellas- no tienen una función metabólica normal y el 40 por ciento de las personas con peso normal también padecen de disfunción metabólica y por lo tanto son propensos a desarrollar enfermedades relacionadas con la obesidad…En términos generales, la disfunción metabólica afecta a la gran mayoría de los estadounidenses.
Pero, ¿por qué?
¿Cuál es la causa de la rampante disfunción metabólica?
Un dogma que ha contribuido con el deterioro de la salud del mundo occidental es la creencia de que «una caloría es una caloría». Esta es una de las primeras cosas que los dietistas aprenden en la escuela. Desafortunadamente, estos es completamente FALSO…
Otra creencia dogmática que tampoco es verdad es la idea de que la obesidad es el resultado final de comer mucho y hacer poco ejercicio, por ejemplo, consumir más calorías de las que se queman. Esto ha creado la idea de que las personas obesas simplemente son «flojas».
Pero como lo señala el Dr. Lustig, existen fuerzas sociales en el trabajo que van más allá de la responsabilidad individual. En la actualidad, un creciente número de bebés son obesos y ciertamente la palabra «flojera» no es una etiqueta que puede encajar fácilmente en un bebé en desarrollo. Estas fuerzas sociales incluyen:
Falta de tiempo para preparar y consumir los alimentos adecuados |
Alteraciones en la producción de alimentos en masa. Desde la década de 1960, cuando las grasas saturadas fueron demonizadas erróneamente por ser la causa de las enfermedades cardíacas, los alimentos procesados han reducido el contenido de grasa mientras que han aumentado el contenido de azúcar (con el fin de ser aceptables) |
Reducción del sueño |
Aumento de estrés |
Agotamiento del suelo (reduce el contenido de nutrientes en el suelo) |
Alteraciones en la alimentación de los animales. Por lo general los animales criados en granjas industriales son alimentados con comida transgénica y reciben antibióticos |
Falta de tiempo para preparar y consumir los alimentos adecuados Alteraciones en la producción de alimentos en masa. Desde la década de 1960, cuando las grasas saturadas fueron demonizadas erróneamente por ser la causa de las enfermedades cardíacas, los alimentos procesados han reducido el contenido de grasa mientras que han aumentado el contenido de azúcar (con el fin de ser aceptables) Reducción del sueño Aumento de estrés Agotamiento del suelo (reduce el contenido de nutrientes en el suelo) Alteraciones en la alimentación de los animales. Por lo general los animales criados en granjas industriales son alimentados con comida transgénica y reciben antibióticos
Como se menciona en el video de la parte de arriba, los cambios en la sociedad en los últimos 60 años han creado lo que puede llamarse la tormenta perfecta, una confluencia de alimentos alterados dramáticamente combinados con una reducción en el esfuerzo físico y un aumento en la exposición a, y consumo de, una amplia gama de sustancias químicas industriales y agrícolas que tienen un impacto perjudicial en la bioquímica humana.
Entre estos dramáticos cambios en nuestro suministro de comida se encuentra el uso excesivo de azúcar, principalmente en la forma de jarabe de maíz de alta fructosa, que se agrega a prácticamente todos los alimentos procesados. Y esta es la razón por la que la falsa idea de «una caloría es una caloría» entra en el mapa, porque una caloría proveniente de grasas no tiene el mismo impacto en su cuerpo que una caloría proveniente de la fructosa.
Una caloría puede ser sumamente diferente de la otra…
De acuerdo con el Dr. Robert Lustig, la fructosa es «isocalórica pero no isometabólica.» Esto quiere decir que puede tener la misma cantidad de calorías de fructosa o glucosa, de fructosa y proteínas o de fructosa y grasa, pero el efecto metabólico será completamente diferente, a pesar de que tiene la misma cantidad de calorías. Esto se debe en gran parte a que los diferentes nutrientes provocan respuestas hormonales diferentes y esas respuestas hormonales determinan, entre otras cosas, cuanta grasa se acumula.
El estadounidense promedio consume cerca de 1/3 de libra de azúcar al día. Eso equivale a cinco onzas o 150 gramos, de los cuales la mitad es fructosa, que es 300 por ciento más de la cantidad que provoca un daño bioquímico. Y muchos estadounidenses consumen más del doble de esta cantidad. Gracias al excelente trabajo de investigadores como el Dr. Robert Lustig, así como el Dr. Richard Johnson, sabemos que la fructosa:
- Se metaboliza de diferente manera que la glucosa, la mayor parte se convierte en grasa
- Hace que aumente de peso debido a que engaña a su metabolismo, ya que desactiva el sistema de control del apetito. La fructosa no estimula la insulina apropiadamente, lo que provoca que la grelina no sea suprimida («la hormona del hambre») y tampoco estimula la leptina («la hormona de la saciedad»), lo que en conjunto da como resultado que coma más y desarrolle resistencia a la insulina
- Provoca un rápido aumento de peso y obesidad abdominal («panza cervecera»), disminución de HDL, aumento de LDL, aumento de triglicéridos, eleva el azúcar en la sangre y la presión arterial- es decir, síndrome metabólico clásico.
- Con el tiempo provoca resistencia a la insulina, que no sólo es un factor determinante de la diabetes tipo 2 y de enfermedades cardíacas, sino también de muchos tipos de cáncer.
Esta es la razón por la que la idea de que se puede perder peso si se cuentan las calorías simplemente no funciona.
Después de la fructosa, otros azúcares y granos son los que probablemente más se consumen en exceso, lo cual promueve el aumento de peso y las enfermedades crónicas. Esto también incluye alimentos que son considerados saludables, como el jugo de frutas e incluso grandes cantidades de frutas ricas en fructosa.
Lo que necesita ser entendido es que cuando consume estos elementos en grandes cantidades, también afectará de manera negativa su insulina, que es un potente regulador de grasa. Así que, si, tomar grandes cantidades de jugo de fruta de manera regular contribuye con el aumento de peso…
En resumen, usted no engorda porque come muchas calorías y no hace el suficiente ejercicio. Usted engorda porque come el tipo de calorías equivocado. Mientras usted siga comiendo fructosa y granos, usted estará programando a su cuerpo para crear y almacenar grasa.
La clave para revertir el síndrome metabólico es remplazar los azúcares con grasas saludables
Creo que existen dos recomendaciones principales que, si son implementadas correctamente, podrían ayudara revertir la actual tendencia de enfermedades en un corto plazo:
- Restringir severamente el consumo de carbohidratos (azúcares, fructosa y granos)
- Aumentar el consumo de grasas saludables
Aunque las autoridades de salud insistan que el azúcar es bueno «con moderación» y que los granos son una parte esencial de una alimentación saludable y que pueden ayudar a prevenir enfermedades cardíacas, ellos no toman en consideración que:
- La fructosa es la PRINCIPAL fuente de calorías en los Estados Unidos. Un ingrediente que se encuentra en prácticamente todos los alimentos procesados no puede ser considerado como «moderado». Incluso las fórmulas para bebés contienen el azúcar equivalente a una lata de Coca Cola, lo que ayuda a explicar cómo los bebés de seis meses de edad pueden ser obesos
- Los carbohidratos refinados (cereal para desayunar, bagels, waffles, etc.) se convierten rápidamente en azúcar, aumentan sus niveles de insulina y provocan resistencia a la insulina, que es el factor principal de casi todas las enfermedades crónicas conocidas por el hombre, incluyendo las enfermedades cardíacas.
Su cuerpo NECESITA grasas para un funcionamiento óptimo
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