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Falta de agua preocupa a Medio Oriente y Magreb

En Somalilandia y el estado somalí de Puntland, casi dos millones de personas sufren el impacto de la sequía en el marco del fenómeno de El Niño. Somalia pertenece a la Liga Árabe. Crédito: PMA/Petterik Wiggers.

En Somalilandia y el estado somalí de Puntland, casi dos millones de personas sufren el impacto de la sequía en el marco del fenómeno de El Niño. Somalia pertenece a la Liga Árabe. Crédito: PMA/Petterik Wiggers.

EL CAIRO, 19 abr 2016 (IPS) – Uno de los países petroleros del Golfo, constituido por un grupo de islas, tiene el dudoso privilegio de ocupar el lugar 14, entre 33 estados, con probabilidad de sufrir estrés hídrico para 2040, y se llama “Mamlakat Al Bahrain” (el reino de dos mares), más conocido como Bahréin.

A solo 200 kilómetros de Irán, la mayor de las islas de Bahréin está unida a Arabia Saudita por la calzada Rey Fahd, de 25 kilómetros de largo. Con una superficie de 765 kilómetros cuadrados, ese país tiene 1,4 millones de habitantes.

Considerada como “oro blanco”, en oposición al “oro negro”, como se conoce al petróleo, el agua se volvió una gran preocupación para ese país, a pesar de su elevado Índice de Desarrollo Humano y de haber sido considerado por el Banco Mundial como una economía de ingresos altos; su producto interno bruto (PIB) por habitante asciende a 29,140 dólares.

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Medio Oriente podría quedar inhabitable por el cambio climático

Mapa de Medio Oriente de la clasificación de Köppen, del 20 de febrero de 2016. Mejorado, modificado y vectorizado por Ali Zifan. Crédito: Creative Commons.

Mapa de Medio Oriente de la clasificación de Köppen, del 20 de febrero de 2016. Mejorado, modificado y vectorizado por Ali Zifan. Crédito: Creative Commons.

EL CAIRO, 18 abr 2016 (IPS) – La posibilidad de que Medio Oriente se vuelva inhabitable no es un planteo sensacionalista, sino la dramática conclusión a la que llegaron varias investigaciones sobre las consecuencias del cambio climático en esta región, en especial en la zona del Golfo.

“En este siglo, partes del Golfo Pérsico podrían sufrir el impacto de eventos sin precedentes como olas de calor, derivados del cambio climático, según un estudio de modelos climáticos de alta resolución”, alerta unainvestigación del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).

El estudio “Persian Gulf could experience deadly heat” (“El Golfo Pérsico podría experimentar una mortal ola de calor”) detalla un contexto habitual de emisiones de gases de efecto invernadero, así como que su reducción podría evitar las “mortales temperaturas extremas”

El estudio, publicado en la revista Nature antes de la Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) realizada en París a fines de 2015, fue elaborado por Elfatih Eltahir, profesor de ingeniería civil y ambiental del MIT, y por Jeremy Pal, doctor de la Universidad Loyola Marymount.

Las autores concluyeron que las condiciones climáticas del Golfo, además de la baja profundidad del agua y de la intensidad del sol, “hacen que en la zona, ante la falta de medidas significativas de mitigación, el cambio climático probablemente impacte en el futuro espacio con condiciones de habitación propicias para los humanos”.

Utilizando versiones de modelos climáticos estándares de alta resolución, Eltahir y Pal concluyeron que muchas de las grandes ciudades de la región podrían superar el punto de inflexión de la supervivencia humana, aun en áreas a la sombra y con buena ventilación.

Eltahir señaló que ese umbral “hasta donde sabemos nunca fue registrado en ninguna ubicación de la Tierra”.

El MIT, fundado en 1861 con el fin de promover el conocimiento y formar a los estudiantes en ciencias, tecnología y otras áreas para contribuir mejor con su país y el mundo en el siglo XXI, alerta: “la detallada simulación climática muestra que se podría superar un umbral de supervivencia si no se toman medidas mitigación”.

La investigación, que recibió apoyo de la Fundación para el Avance de la Ciencia de Kuwait, reveló que el punto de inflexión incluye una medida tomada mediante un “termómetro de bulbo húmedo”, que combina temperatura y humedad, lo que permite reflejar las condiciones que el cuerpo humano puede mantener sin necesidad de refrigeración artificial, explica.

El límite para la supervivencia humana durante más de seis horas sin protección es 35 grados centígrados, según la última investigación publicada.

El peligro grave para la salud humana y la propia vida aparece cuando esas temperaturas se mantienen durante varias horas, precisó Eltahir, algo que según el modelo ocurrirá varias veces durante los últimos 30 años de este siglo si no cambia el contexto actual, utilizado como parámetro por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, en inglés).

Medio Oriente aún más caluroso y seco

La última evaluación del IPCC alerta sobre la probabilidad de que el clima se vuelva más caluroso y más seco en la mayor parte de Medio Oriente y el norte de África.

“Las temperaturas más elevadas y las menores precipitaciones aumentarán la ocurrencia de sequías, una situación que ya se materializa en la región del Magreb”, señala el Banco Mundial, retomando la evaluación del IPCC.

“Se estima que otras 80 a 100 millones de personas sufrirán estrés hídrico en 2025, el que probablemente sea la causa de una mayor presión sobre el agua subterránea, cuya extracción actual supera la recarga potencial de los acuíferos en la mayoría de las áreas”, explica.

Además, se prevé que los cultivos agrícolas, en especial en las áreas lluviosas, experimenten una mayor fluctuación, la que finalmente los reduzca a un promedio significativamente inferior a largo plazo.

“En las ciudades de África del norte, un aumento de temperatura de entre uno y tres grados podría exponer a entre seis y 25 millones de personas a inundaciones costeras”, detalla el Banco Mundial.

“Además, las olas de colar, el deterioro de la calidad del agua y la formación de ozono a nivel de tierra probablemente atenten contra la la salud pública y, en general, genere condiciones de vida más difíciles”, añade.

El informe del Banco Mundial “Adaptation to Climate Change in the Middle East and North Africa Region” (“Adaptación al cambio climático en Medio Oriente y África del norte”) alerta que esta región es particularmente vulnerable al cambio climático.

“Es una de las regiones más secas y con mayor escasez de agua, con una gran dependencia en una agricultura vulnerable al clima y una gran parte de su población y de su actividad económica en zonas urbanas costeras y propensas a las inundaciones”, describe.

Además, las sociedades de esta región han sufrido la presión de adaptarse a la escasez de agua y al calor desde hace miles de años y han desarrollado varias soluciones técnicas y mecanismos institucionales para hacer frente a las limitaciones ambientales.

Los modelos globales pronostican que el nivel del mar aumentará de 0,1 a 0,3 metros para 2050 y de 0,1 a 0,9 metros para 2100, recuerda el Banco Mundial.

En esta región, se pronostica que las consecuencias sociales, económicas y ecológicas serán relativamente mayores en comparación con el resto del mundo. El riesgo es particularmente mayor en las áreas costeras bajas de Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Libia, Qatar, Túnez y, en especial, de Egipto.

El cambio climático también implica muchos desafíos para las ciudades de la región, que son centros de actividad social, cultural y política. El aumento del nivel del mar puede afectar a 43 ciudades portuarias, 24 en Medio Oriente y 19 en África del norte, según el estudio del Banco Mundial.

“En el caso de (la ciudad egipcia de) Alejandría, un aumento del nivel del mar de 0,5 metros dejaría a más de dos millones de personas desplazadas y las pérdidas de tierras, propiedades e infraestructura ascenderían a unos 35.000 millones de dólares, además de las incalculables pérdidas del patrimonio histórico y cultural”, acota.

Traducido por Verónica Firme

http://www.ipsnoticias.net/2016/04/medio-oriente-podria-quedar-inhabitable-por-el-cambio-climatico/?utm_source=feedly&utm_medium=rss&utm_campaign=medio-oriente-podria-quedar-inhabitable-por-el-cambio-climatico

Nuevo mínimo histórico de la extensión invernal del hielo ártico.

Nuevo mínimo histórico de la extensión invernal del hielo ártico
La extensión invernal del hielo marino en el Ártico alcanzó un máximo de 14,52 millones de km2 el pasado marzo, la más reducida desde que hay registros y menor que la media entre 1981 y 2010. / NASA Goddard’s Scientific Visualization Studio/C. Starr

Por segundo año consecutivo el hielo del océano Ártico ha marcado un nuevo récord al reducir su expansión durante el invierno. Así lo confirman los científicos del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC) y de la NASA, que han recreado en un vídeo la evolución de esta masa helada desde septiembre de 2015 hasta marzo de 2016.
Cada año la capa de agua helada que flota sobre el océano Ártico y sus mares vecinos se derrite durante la primavera y el verano, reduciendo su extensión. Después, durante el otoño y el invierno ocurre el proceso contrario y se expande hacia el sur, alcanzando su máximo entre febrero y abril.
El pasado 24 de marzo la capa de hielo ártico alcanzó los 14,52 millones de kilómetros cuadrados, un nuevo récord de extensión mínima invernal, la más pequeña registrada desde que los satélites comenzaron a tomar datos de la zona en 1979. El año pasado el dato fue ligeramente superior, con 14,54 millones de kilómetros cuadrados.
Así lo han confirmado científicos del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC, por sus siglas en inglés) y de la NASA, que también han elaborado una animación donde se muestra la evolución del hielo ártico desde la extensión mínima del verano pasado hasta marzo de este año.
Los 13 máximos más pequeños en los registros por satélite han ocurrido en los últimos 13 años, y el nuevo mínimo histórico sigue a las temperaturas elevadas récord de los pasados diciembre, enero y febrero a escala global, incluido el Ártico.
“El calor atmosférico probablemente contribuyó a esta medida máxima más baja, con temperaturas de hasta 6 grados centígrados por encima de la media en los bordes de la bolsa de hielo marino, donde es más delgado”, dice Walt Meier, científico del hielo marino en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt (EE UU).
Los patrones de viento en el Ártico durante enero y febrero también fueron desfavorables para el crecimiento del hielo porque trajeron el aire caliente desde el sur y frenaron la expansión de la cobertura de hielo. “Pero lo que probablemente va a desempeñar un papel más importante en la evolución futura de la extensión máxima del Ártico es el calentamiento de las aguas oceánicas”, advierte Meier. “Seguramente vamos a seguir viendo máximos invernales más pequeños en el futuro, porque, además de un ambiente más cálido, el mar también se ha calentado, y esto no permitirá que el borde del hielo se amplíe hasta el sur como solía hacer”.
“Aunque el alcance máximo del hielo marino puede variar mucho cada año dependiendo de las condiciones climáticas del invierno, estamos viendo una tendencia descendente significativa, que en última instancia está relacionada con el calentamiento de la atmósfera y los océanos”, añade el investigador. Desde 1979, esa tendencia ha dado lugar a una pérdida de una capa de hielo marino en invierno de más de 1.605.700 kilómetros cuadrados, que es más del doble del tamaño de Texas, por ejemplo.
Pero este récord no significa necesariamente que en verano también haya otro de extensión mínima, apuntan los expertos de la NASA. Las condiciones meteorológicas veraniegas tienen mayor impacto en el resultado de la fusión estacional del hielo que la extensón del máximo invernal. Las temperaturas cálidas y las tormentas del verano hacen que el hielo se derrita rápidamente, pero si el verano es fresco, se ralentiza la fusión de la masa helada.
El hielo del Ártico desempeña un papel clave en el mantenimiento de la temperatura de todo el planeta. Su superficie blanca refleja una luz solar que de otra manera sería absorbida por el océano. Este efecto es más relevante en verano, cuando el sol luce sobre el artico, que en invierno, cuando durante meses no amanece en el Círculo Polar Ártico.

fuente/ La Gran Época

Crisis ecológica global: Es posible la esperanza

La sociedad civil crea redes cada vez más tupidas para la construcción de una humanidad más justa y ecológica
A finales de 2015 tuvo lugar en París la Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático (COP21). Sintetizamos aquí algunas de las opiniones que han sido expuestas sobre esta Cumbre y sus objetivos, como las de Jorge Riechmann o Leonardo Boff, mantenidas en una línea ecológica y liberadora. Por otro lado, numerosos grupos de la sociedad civil, entre los que se encuentran grupos ligados a tradiciones religiosas, están creando redes cada vez más tupidas que apuntan hacia la posibilidad de construir una humanidad más justa, más equitativa y ecológica. Todavía es posible la esperanza. Por Leandro Sequeiros.Jorge Riechmann.
“Consumimos el planeta como si no hubiera un mañana”,Jorge Riechmann.

La Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático celebrada en París entre los pasados días 30 de noviembre y 10 de diciembre de 2015 podría suponer un paso de gigante para atajar el Cambio Climático. Desde su celebración, han sido publicadas algunas informaciones que permiten inferir que las tradiciones religiosas se empiezan a involucrar en la solución radical de estas cuestiones.

Desde el punto de vista de la Iglesia Católica, la proclamación de la Carta encíclica “Laudato Si´: sobre el cuidado de la casa común ” del papa Francisco anticipó en el mes de mayo de 2015 un mensaje emancipador para “todos los hombres de buena voluntad”, como el mismo papa afirma en un gesto sin precedentes.

No cabe duda de que este documento y las declaraciones de Francisco en su viaje a África central en los primeros días de diciembre han calado en la opinión pública generando un movimiento civil de gran envergadura que ha impresionado a la clase política reunida en París. El clamor general que no quiere parches sino un cambio de sistema económico global como única alternativa al progresivo deterioro ambiental, parece que determinará un giro en las políticas ambientales nacionales. Es más: el deseo de unos acuerdos universales y vinculantes, parece que podrían cristalizar en unas realidades sociales y políticas.

Presentamos en este trabajo algunas reflexiones relativas a la Conferencia de Paris sobre el Cambio climático, algunos ecos de la misma, así como algunas propuestas que parecen impregnar las tramas culturales y religiosas de nuestras sociedades multiculturales y multirreligiosas.

Se puede entender mejor el contexto social y religioso de la Conferencia de París sobre el Cambio Climático desde la reflexión ecosocial sobre lo que está pasando. Esta reflexión procede de una voz tan autorizada como la de Jorge Riechmann, profesor titular de Filosofía Moral en la Universidad Autónoma de Madrid, traductor, poeta, ensayista y miembro de Ecologistas en Acción.

En una entrevista difundida a través de las redes sociales realizada por Emma Rodríguez, Riechamann ha comentado algunas de las ideas de su nuevo libro Autoconstrucción (La transformación cultural que necesitamos)que ha sido publicado por Ediciones Catarata. Poemas lisiados se ha publicado en el sello La Oveja Roja.

Denomina Jorge Riechmann al siglo XXI como “el siglo de la gran prueba” o como “la era de los límites ”. Nos dice que “estamos consumiendo el planeta como si no hubiera un mañana”; que “lo que hace falta son transformaciones estructurales profundas, casi revolucionarias” y que ya no podemos confiar en que será la generación de nuestros nietos la que las lleve a cabo, porque estamos en “tiempo de descuento”.

Todo esto nos lo cuenta en Autoconstrucción, uno de esos libros que funcionan como un aldabonazo en las conciencias, que sacuden el letargo y conducen a plantear la gran pregunta: ¿Estamos aún a tiempo de salvar el planeta? Una pregunta muy pertinente, ahora que en París se ha discutido sobre el futuro de la supervivencia de la humanidad en un planeta acosado por el cambio climático.

Es un interrogante que el propio autor abre una y otra vez en el recorrido de un ensayo esclarecedor que nos invita a tomar conciencia de la urgencia de la lucha ecológica, de la necesidad de avanzar lo más suavemente que se pueda hacia sociedades de la sobriedad, de la contención, de otro tipo de realizaciones y plenitudes no asociadas a la adquisición constante de pertenencias, de propiedades, de productos de consumo.

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Alerta vitivinícola: la humanidad podría quedarse sin vino

Una triste noticia para los amantes del vino. Según una nueva investigación, la producción de vino se verá gravemente obstaculizada por el cambio climático a largo plazo.

El calentamiento global está ayudando a los viñedos a producir buen vino, pero esto podría cambiar, afirman investigadores de la Universidad de Columbia.

En los países europeos famosos por el vino, como por ejemplo Francia y Suiza, los mejores vinos se producen cuando hay veranos calientes y sequías tras fuertes lluvias de primavera. Esto acelera la cosecha y contribuye a la producción de un vino mejor.

Las sequías son importantes para el vino: el verano reduce la humedad de la superficie, seca el suelo, y da lugar a la cosecha. Sin embargo, este proceso está modificándose debido al cambio climático.

«Ahora hace tanto calor debido al cambio climático, que los productores de uva no necesitan de la sequía para conseguir estas temperaturas tan altas», explica Benjamin Cook, uno de los autores del estudio.

Al mismo tiempo, esto significa que el cambio climático está ‘empujando’ el tiempo de la cosecha cada vez más atrás. En ese sentido, en Francia la vendimia se ha adelantado dos semanas desde los años 80, revela el estudio.

Según los científicos, estos cambios en la elaboración del vino pueden dañar la calidad de los cultivos a largo plazo. Citando un ejemplo, Elizabeth Wolkovich, de la Universidad de Harvard, que contribuyó al estudio, recordó que en Francia en 2003 la vendimia se produjo un mes antes de lo habitual debido a un verano demasiado caluroso, y no produjo vinos excepcionales, «lo cual puede indicar hacia dónde nos dirigimos».

El aumento de las temperaturas aún no ha perjudicado a la industria de vino, pero es solo cuestión de tiempo, afirman los autores del estudio

https://actualidad.rt.com/actualidad/203010-cambio-climatico-amenaza-produccion-vino

NASA en estado de ‘shock’: El 2016 será el año más cálido de la historia

Científicos alertan que el sistema climático global está siendo fuertemente afectado por las emisiones humanas de gases de efecto invernadero.

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Un aumento súbito en las temperaturas de la superficie de la Tierra que tuvo lugar en febrero debido al calentamiento global, representa la mayor subida para este mes en la historia, informa el periódico ‘The Independent‘, citando las últimas estimaciones realizadas y dadas a conocer por la NASA.

De acuerdo con el informe, a medida que aumenta la temperatura global por encima de sus promedios estacionales, especialmente en el hemisferio norte, el hielo marino en el Ártico continúa reduciéndose, estableciendo también un nuevo récord mensual para un mes de febrero.

El director del Instituto Goddard de Estudios Espaciales en Nueva York, Gavin Schmidt, por su parte, ha escrito en su cuenta de Twitter que aunque él no suele hacer comentarios sobre los meses individuales porque hay «demasiado tiempo y no hay suficiente clima», pero el mes pasado fue «especial». El científico resumió su reacción a los datos simplemente con un: «Wow».

Mientras que algunos especialistas han atribuido la subida tan drástica de temperatura al gran evento climático de El Niño, que actualmente llega a su fin en el océano Pacífico, los científicos repiten sus advertencias de que el sistema climático global está siendo fuertemente afectado por las emisiones humanas de gases de efecto invernadero, sobre todo por las crecientes concentraciones de dióxido de carbono de los combustibles fósiles.

Así, los investigadores alertan, que además de que febrero fue el mes más cálido registrado, el 2016 en general está camino de convertirse en el año más caluroso de la historia, incluso más caliente que el año 2015, que a su vez había establecido un récord sobre anteriores años más cálidos, de acuerdo con las mediciones de la temperatura de la superficie del planeta compiladas y publicadas por la NASA.

https://actualidad.rt.com/ciencias/202070-ano-mas-calido-historia-nasa

Por qué florece el lugar más árido de Norteamérica

El Valle de la Muerte es uno de los sitios más desérticos del planeta. Pero no esta semana, gracias a un fenómeno que no se había visto en en más de una década: el florecimiento de millones de plantas silvestres.

Una suave alfombra de flores amarillas, violetas, rosadas y rojas cubre el paisaje lunar del Valle de la Muerte, el lugar más árido de América del Norte.

Situado en el este de la Sierra de Nevada, recibe apenas 50 milímetros de lluvia anual como promedio y en 1913 registró la temperatura más alta de que se tiene noticias en el planeta: 56,7 grados centígrados.

Muy pocas plantas crecen habitualmente en la zona, ubicada 86 metros por debajo del nivel del mar entre el desierto de Mojave y la Gran Cuenca.

Pero en octubre cayeron 76 mm de lluvia, todo un récord en la zona.

Los torrenciales aguaceros han sido vinculados al fenómeno climatológico conocido como El Niño, que consiste en el calentamiento de la región centro y centro este del Pacífico ecuatorial y provoca un aumento de las precipitaciones en las costas de ese océano.

De modo que «El Niño» es responsable del florecimiento de unas 20 plantas silvestres en la zona, que se dividen los estados de Nevada y California.

El fenómeno, bautizado como la «superfloración», atrae a miles de turistas al valle, que es también un Parque Nacional de Estados Unidos.

Las semillas de las flores silvestres permanecen en estado latente durante la mayor parte del año. Si germinan, las flores viven muy corto tiempo.

En 1998 y 2005 también se produjeron «superfloraciones» y en ambos casos estuvieron vinculadas a El Niño.

En octubre, el desierto de Atacama, en Chile –el lugar más seco de la Tierra– también floreció por primera vez en dos décadas a causa de las lluvias asociadas a ese trastorno en los patrones del clima.

http://www.24horas.cl/noticiasbbc/por-que-florece-el-lugar-mas-arido-de-norteamerica-1953565

El fin del planeta ya está aquí: el punto irreversible de las temperaturas ha sido superado

El planeta se está acercando a su extinción, advierte el portal Pivot America. En todo el hemisferio norte la temperatura cruzó su «punto irreversible»: fueron registrados más de dos grados por encima del punto de inflexión establecido por primera vez en la historia. Así, durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que tuvo lugar el pasado diciembre en París, se acordó garantizar que el calentamiento global se mantenga por debajo de dos grados Celsius y tomar medidas que limiten un aumento de la temperatura. No obstante, este punto de inflexión ya ha sido superado, informa el portal.

Es importante mencionar que en la mayor parte del hemisferio norte, este invierno las temperaturas se situaron en los niveles más altos de lo normal. El hecho es el siguiente: el calentamiento global no es algo imaginable. No es una amenaza para el futuro, ya es una realidad: escasez de agua, inundaciones y sequías ya están afectando a grandes territorios por todo el planeta.

Así, de acuerdo con el último informe del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales de la NASA (GISS, por sus siglas en inglés) enero del 2016 ha sido el más cálido de todos los eneros registrados con un promedio récord de 1,3 °C, superando en 0,95 °C a la máxima histórica alcanzada en enero del 2007.

https://actualidad.rt.com/actualidad/201376-amenaza-universo-temperatura-record-calentamiento

El cambio climático producirá 500.000 muertes de adultos en 2050

Un modelo de la Universidad de Oxford predice los efectos de mantener o aumentar las emisiones de gases

El cambio climático provocará una reducción de los alimentos disponibles y la muerte de 500.000 adultos en 2050, según un modelo de predicción realizado en la Universidad de Oxford (Reino Unido). Aunque tendrá efectos positivos, por la reducción de la ingesta de carne roja, los efectos globales serán negativos.

Manzanas secas. Imagen: krzys16. Fuente: Pixabay.
El cambio climático podría matar a más de 500.000 adultos en 2050 a nivel mundial debido a los cambios en las dietas y el peso corporal provocados por la reducción de la productividad de los cultivos, según nuevas estimaciones publicadas en la revista científica The Lancet.

El estudio, dirigido por Marco Springmann, del Programa Martin Oxford sobre el Futuro de la Alimentación de la Universidad de Oxford (Reino Unido), es el primero de su clase en evaluar el impacto del cambio climático en la composición de la dieta y el peso corporal, y en estimar el número de muertes que causará en 155 países en 2050.

«Muchas investigaciones han analizado la seguridad alimentaria, pero pocas se ha centrado en los efectos más generales sobre la salud de la producción agrícola», explica Springmann en la nota de prensa de The Lancet, recogida por EurekAlert!. «Los cambios en la disponibilidad y la ingesta de alimentos también afectan a los factores de riesgo alimentarios y relacionados con el peso, como la baja ingesta de frutas y verduras, el alto consumo de carnes rojas y un alto peso corporal. Todos ellos aumentan la incidencia de enfermedades no transmisibles como la enfermedad cardíaca, el accidente cerebrovascular, y el cáncer, así como la muerte por esas enfermedades».

«Nuestros resultados muestran que incluso una modesta reducción en la disponibilidad de alimentos por persona podría conducir a cambios en el contenido energético y la composición de las dietas, y estos cambios tendrán importantes consecuencias para la salud», añade Springmann.

El estudio revela que, a menos que se tomen medidas para reducir las emisiones globales, el cambio climático podría reducir la mejora prevista en la disponibilidad de alimentos en aproximadamente un tercio en 2050, y conducir a una media de reducciones en la disponibilidad de alimentos por persona del 3,2% (99 kcal por día); del 4,0% (14,9 g por día) en el consumo de frutas y verduras; y del 0,7% (0,5 g por día) en el consumo de carne roja.

Los resultados predicen que estos cambios podrían ser responsables de alrededor de 529.000 muertes adicionales en 2050, en comparación con un futuro sin cambio climático en el que aumentos en la disponibilidad y el consumo de alimentos podrían evitar 1,9 millones de muertes.

Los países que pueden verse más afectados son los de bajos y medianos ingresos, principalmente los de la región del Pacífico Occidental (264.000 muertes) y el sureste de Asia (164.000), y casi tres cuartas partes de todas las muertes relacionadas con el clima se espera que ocurran en China (248.000) y la India (136.000). En términos per cápita, también Grecia (124 muertes por cada millón de personas) e Italia (89 muertes por millón de personas) son propensos a verse afectados de manera significativa.

Modelo

Springmann y sus colegas utilizaron un modelo económico agrícola equipado con datos sobre emisiones, socioeconomía, y las posibles respuestas del clima para evaluar los efectos sobre la producción mundial de alimentos, el comercio y el consumo de 2050.

Se calculó el número de muertes adicionales vinculadas a los cambios en la dieta y el peso corporal en un escenario medio de desarrollo y para cuatro diferentes escenarios de cambio climático (altas emisiones, dos de emisiones medias y uno de bajas emisiones), en comparación con un mundo sin cambio climático.

El modelo predice que las reducciones de consumo de frutas y verduras podrían conducir a 534.000 muertes relacionadas con el clima, muy por encima de los beneficios para la salud de las reducciones en el consumo de carne roja (29.000 muertes evitadas).

Los mayores impactos de los cambios en la ingesta de frutas y verduras es probable que se sientan en los países de altos ingresos, en los países de ingresos bajos y medianos del Pacífico Occidental, Europa, y el Mediterráneo Oriental. El sudeste de Asia y África encabezan la lista de muertes por infrapeso en adultos.

Efectos positivos

El cambio climático tendrá algunos efectos positivos, y muchas muertes relacionadas con el clima se verán compensadas ​​por la reducción de la obesidad. Sin embargo, el ahorro de alrededor de 260.000 muertes por obesidad en todo el mundo en 2050 se equilibra con una disponibilidad de calorías inferior y un aumento en el número de muertes por bajo peso de 266.000 personas.

Es importante destacar que, según los autores, reducir las emisiones podría tener beneficios sustanciales para la salud, reducir el número de muertes relacionadas con el clima entre un 29 y un 71% dependiendo de la intensidad de las intervenciones.

Por ejemplo, en un escenario de emisiones medio (aumento de la temperatura superficial media global del aire de 1,3-1,4 ° C en 2046-65 en comparación con 1986-2005), el número de muertes relacionadas con la dieta y el peso podrían reducirse en alrededor de un tercio (30%) en comparación con el peor de los casos, el escenario de altas emisiones. Este estudio fue financiado por el Programa de Oxford Martin en el futuro de los alimentos.

Referencia bibliográfica:

Marco Springmann, Daniel Mason-D’Croz, Sherman Robinson, Tara Garnett, H Charles J Godfray, Douglas Gollin, Mike Rayner, Paola Ballon, Peter Scarborough: Global and regional health effects of future foo

http://www.tendencias21.net/El-cambio-climatico-producira-500-000-muertes-de-adultos-en-2050_a42169.html

¿Desastre a la vista?: Científicos advierten de una nueva amenaza para el planeta

Aaron Harris.- El rápido calentamiento del Ártico podría tener un efecto “catastrófico” en el clima global y la prueba de ello es la escasa extensión de las banquisas —las placas de hielo marino— en la región, según ha advertido el presidente del Instituto Pacífico de California (Estados Unidos), el doctor Peter Gleik, al diario ‘The Independent’.

Lo que está sucediendo en esa región “no tiene precedentes” con respecto a años anteriores, pues las banquisas se están derritiendo antes de lo previsto. Si descendiesen las temperaturas “es posible” que se recuperaran, aunque con la inminente llegada de la primavera al hemisferio norte “esto es muy poco probable”, se lamenta Peter Gleik.

Para este científico, las consecuencias del fenómeno implicarían la formación de grandes y violentas tormentas, conocidas como ‘ciclogénesis explosivas’, que se generan cuando las masas de aire frío del Atlántico se combinan con masas de aire frío del Ártico

Asimismo, Gleik asegura que los cambios en la banquisa ártica y su volumen podrían reflejarse en los patrones de tormentas y lluvias en latitudes medias y especula con el hecho de que “los fuertes tornados fuera de temporada del centro de Estados Unidos y los nuevos patrones de las huracanes” estén relacionados con este fenómeno.

¿Desastre a la vista?: Científicos advierten de una nueva amenaza para el planeta

El nivel del mar podría aumentar hasta 130 centímetros en 2100

Lo revela un estudio internacional en el que participa la Universidad Complutense de Madrid

Si las emisiones de gases de efecto invernadero son demasiado elevadas en el año 2100, el nivel del mar podría aumentar entre 60 y 130 centímetros, según revela un estudio internacional en el que participa la Universidad Complutense de Madrid. El modelo, que combina métodos computacionales y estadísticos, tiene en cuenta tanto el comportamiento de las capas de hielo de Antártida y de Groenlandia, como el de los glaciares de montaña, y el de la expansión térmica del océano. A finales de este siglo, concretamente, en el año 2100, el nivel del mar del planeta podría aumentar entre los 60 y los 130 centímetros si las emisiones de gases de efecto invernadero son altas, con una concentración de dióxido de carbono (CO2) de 936 partes por millón (ppm).

El  modelo  tiene  en  cuenta  diferentes factores como responsables  del  aumento  del  nivel del mar: la capa de hielo antártica, la de Groenlandia, los glaciares de montaña y la expansión térmica del océano a medida que este se calienta.

“Cada  componente se  representa  con  una  ecuación  calibrada con  los  cambios históricos, y se tiene en cuenta su equilibrio esperado a largo plazo de acuerdo con el calentamiento global. La suma de estos datos proporciona una estimación total del aumento del nivel del mar”, indica Robinson.

El método combina las dos herramientas que habitualmente se utilizan para realizar este  tipo  de  proyecciones:  tanto  una  simulación  computacional  como  métodos estadísticos.

Según sus resultados, aunque los países sigan las recomendaciones del Acuerdo de París y las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan hasta alcanzar el mejor de los escenarios, el nivel del mar aumentará de 20 a 60 centímetros en 2100, con  las  graves  consecuencias  que  esto  supondría, especialmente para  las zonas costeras.

Un incremento inevitable

Aunque hoy por hoy resulta inevitable que aumente el nivel del mar, los científicos piden a los gobiernos que hagan caso a lo acordado en París. “Si el mundo quiere evitar grandes pérdidas y daños tiene que seguir rápidamente el camino trazado en la Cumbre del Clima de París de hace unas semanas”, alerta Anders Levermann, investigador del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto del Clima y otro de los coautores del trabajo.

Una  de  las  principales  ventajas  de  este  nuevo  modelo  es  su  rapidez, que  lo  hace fácilmente  reproducible  y  permite  numerosas  simulaciones  para  calcular  cuánto subirá el nivel del mar en el futuro.

Los  expertos  creen  que  la  herramienta  podría  ser  útil  para  las  administraciones públicas que deciden las políticas costeras, y advierten que si continúan aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero, el nivel del mar lo seguirá haciendo en los próximos milenios.

En la investigación también han participado el Instituto de Geociencias (CSIC-UCM), la Universidad de Potsdam, la Universidad de Bremen (Alemania) y la Universidad de Columbia (EEUU).

Referencia  bibliográfica:

Matthias  Mengel,  Anders  Levermann,  Katja  Frieler, Alexander Robinson, Ben Marzeion y Ricarda Winkelmann. Future sea level rise constrained by observations and long-term commitment. Proceedings of the National Academy  of  Sciences (PNAS) (2016).  DOI:  10.1073/pnas.1500515113.

http://www.tendencias21.net/El-nivel-del-mar-podria-aumentar-hasta-130-centimetros-en-2100_a42083.html

Cuando el medio ambiente es un rehén en manos de los monopolios

La Cumbre del Clima de París (COP21) era tan esperada como necesaria. Hay un cambio climático en marcha y el calentamiento global no admite demoras. Sin embargo, el patrocinio de grandes empresas y grupos monopolistas -entre ellos grandes bancos, compañías eléctricas, gigantes del automóvil o de la madera…- y el poder de las grandes potencias no auguraba nada bueno.
Julio Cebrián

El resultado, según varias organizaciones ecologistas o representantes de pequeños países costeros en vias de desarrollo (los más vulnerables ante el calentamiento global) es más que decepcionante. Mientras que las grandes potencias celebran las resoluciones, muchos no dudan en tachar de “farsa” el acuerdo alcanzado en Paris.

Acuerdo, no protocolo.

Bajo la apariencia diplomática de la Cumbre del Clima de París – nombre oficioso de la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático (COP21) auspiciada por la ONU- subyace una lucha descarnada. No sólo una enconada lucha entre el viejo modelo productivo y energético -basado en los combustibles fósiles- contaminante, depredador y desastroso para el planeta, y un nuevo modelo productivo basado en el desarrollo sostenible y las energías limpias y renovables. No sólo una lucha entre los intereses de los grupos monopolistas más poderosos del planeta por imponer sus intereses, formas y límites a la lucha contra el cambio climático frente a los intereses de la humanidad y el medio ambiente. Al lado y por encima de eso, en la Cumbre del Clima de París también se ha librado una feroz batalla internacional, entre un viejo orden mundial en su ocaso pero que no ha muerto -dominado por una superpotencia en declive, EEUU, y su sistema de alianzas- y un nuevo orden mundial, multipolar y plural, que está aún en gestación, que emerge pero que no domina todavía. Este es el marco en el que hay que leer los acuerdos resultantes del COP21.

La Cumbre de París tenía como objetivo sustituir al Protocolo de Kioto. Aquella resolución, firmada en 1992 por sólo 37 países, consiguió con los años una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del 22% (muy por encima del 5%). Pero al no ser firmado por EEUU -la economía más contaminante del planeta- ni por las economías entonces emergentes -China, India o Rusia- fuertemente dependientes de formas de energía de gran polución (en especial el carbón), el calentamiento global siguió su curso.

Por eso los entresijos diplomáticos de la Cumbre del Clima de París han ido dirigidos a fabricar un documento a la medida de las dos grandes potencias económicas mundiales. A la medida de EEUU y las viejas potencias capitalistas, como representantes de los grupos monopolistas y gigantes industriales más poderosos del planeta, Y en menor medida en función de China y las economías emergentes.

Actualmente China tiene un enorme problema con la contaminación atmosférica. Los niveles de polución de sus ciudades son a menudo una gravísima amenaza para la salud pública y su parque automovilístico y su industria en ascenso suponen una contribución creciente al efecto invernadero (emite 6000 millones de toneladas de gases de efecto invernadero al año). Sin embargo, su excedente de capital pone a China en unas inmejorables condiciones para invertirlo en una transición hacia una economía eficiente y menos contaminante. Aunque los dirigente de Pekin han advertido este problema en sus informes y congresos, es una incógnita saber si el gigante asiático tomará esto como una prioridad.

Sin embargo, aunque China le haya quitado a EEUU el puesto de economía más contaminante del mundo, es la superpotencia la que más tiempo lleva emitiendo gases de calentamiento global a la atmósfera. Y son sus multinacionales y grupos monopolistas -junto al aparato político estatal que les sirve- los principales actores que mantienen un modelo productivo y energético basado en los combustibles fósiles. Es la superpotencia norteamericana la que mantiene un orden mundial capitalista cuya maquinaria se nutre del petróleo.

Un protocolo es un acuerdo vinculante. Implica revisiones y alguna forma de sanciones si las partes no cumplen las etapas o exigencias, algo que las potencias más poderosas del planeta dificilmente iban a firmar. Para Washington supone un freno a una economía con un peso declinante en el PIB mundial, y una limitación que la burguesía monopolista no está dispuesta  aceptar. Para China -y los BRICS- tampoco, ya que  las limitaciones medioambientales -al igual que los temas de derechos humanos- son a menudo utilizados como un ariete de la superpotencia para inmiscuirse en sus asuntos internos. Es por eso que cualquier expresión “jurídicamente vinculante” presente en los primeros borradores se ha evaporado en el acuerdo final. En el marco del antagonismo de intereses entre viejas potencias dominantes y economías emergentes y países en vías de desarrollo, un nuevo protocolo aceptable por todos era poco imaginable.

 

«El acuerdo final ha eliminado cualquier  compromiso para la “descarbonización” o abandono de la economía del carbono. «

Los esfuerzos diplomáticos chinos, junto a otros países en vías de desarrollo, han ido destinados a que las resoluciones de la Cumbre no supusieran una via de injerencia para su soberanía nacional, ni una merma a sus economías emergentes o su incipiente desarrollo económico, en beneficio de las grandes potencias. Y lo han conseguido: el acuerdo hace una distinción entre los esfuerzos que deben hacer tres grupos de países: los desarrollados, las potencias emergentes y el resto de países. Sobre los primeros recae el grueso de las responsabilidades. A los segundos se les emplaza, de manera voluntaria, a hacer mayores esfuerzos. El tercer grupo debe ayudar en la lucha contra el calentamiento, pero se les reconocen sus dificultades y se les concede mayor tiempo para adaptarse.

 

Economía del carbono vs.  descarbonización.

En el seno de este marco entre naciones, los grandes grupos monopolistas también han velado celosamente  por encerrar el acuerdo en los márgenes de sus intereses. Entre los patrocinadores de la COP21 -autodenominados pomposamente “amigos del clima”- podemos encontrar algunos de las corporaciones más contaminantes del planeta. Multinacionales como Electricité de France, un gigante de la energía nuclear. O  Engie (antiguamente GDF Suez), una de las principales empresas emisoras de gases de efecto invernadero, con 30 centrales térmicas en todo el mundo. También empresas del automóvil como Renault o Nissan o colosos como IKEA o Michelin, que compran bosques enteros para asegurarse el suministro de madera o caucho, y que han sido denunciadas por las autoridades medioambientales de numerosos países.

No es de extrañar que el acuerdo final haya eliminado cualquier  compromiso para la “descarbonización” o abandono de la economía del carbono, es decir, del modelo energético basado en los combustibles fósiles.

Tal objetivo ha quedado tan desdibujado que muchas organizaciones ecologistas han salido completamente defraudadas de la Cumbre. Kumi Naidoo, director internacional de Greenpeace, ha declarado que “era improbable que los líderes políticos se rebelen contra los intereses fósiles”. Los Amigos de la Tierra se muestran mucho más críticos. “Es una farsa de acuerdo», dicen los ecologistas, «los intereses de los combustibles fósiles han desvirtuado completamente el acuerdo que se queda en palabras vacías de contenido».

En lugar de objetivos -asumibles, progresivos, pero vinculantes y efectivos- sobre la reducción de gases de efecto invernadero y descarbonización, los acuerdos de Paris establecen que los países firmantes se comprometan a hacer un balance entre las emisiones de gases que lanzan a la atmósfera y las captaciones de CO2 por parte de los sumideros naturales (bosques y selvas). Como denuncian los ecologistas y la comunidad científica tal estrategia es absolutamente insuficiente. La reforestación -aunque necesaria y beneficiosa- no puede ser sustituída por la reducción de emisiones.

O el mundo camina con pasos firmes hacia la  descarbonización, sustituyendo de la forma más acelerada posible las fuentes de energías fósiles por otras limpias, renovables y libres de emisiones, o no sólo será imposible no rebasar el límite crítico de los 2ºC de aumento de la temperatura, sino que como denunció el representante de Nicaragua -uno de los países más vulnerables al cambio climático y también uno de los más críticos en la cumbre- vamos derechos a un catastrófico aumento de 3ºC. Los pueblos del mundo no podemos permitirlo

deverdaddigital

Una pequeña edad de hielo pudo cambiar la historia de la Antigüedad

En los siglos VI y VII, la temperatura bajó hasta 4º, afectando a civilizaciones en Europa y Asia

© Wikimedia Commons
El mural recoge el asedio de Constantinopla en 626 por persas y ávaros, expulsados de las estepas por el hambre y los turcos. Su derrota supuso el fin del imperio persa.

La plaga de Justiniano, la invasión de Europa por varios pueblos de las estepas, la caída del segundo imperio persa, la entrada de los turcos en Anatolia, la unión de los tres reinos de China, el inicio de la expansión árabe… Todos son eventos que tuvieron lugar entre el año 540 y el 660 de la Era Común. Ahora, un estudio de los árboles muestra que durante ese siglo y poco se produjo una edad de hielo donde la temperatura bajó hasta 4º en verano y aquel frío pudo ser el marco de tanta historia.

En los últimos 2.000 años se han producido varias anomalías climáticas. Por el lado del frío, la más significativa es la denominada Pequeña Edad deHielo (PEH), que se inició en el siglo XV y acabó a mediados del XIX. Antes, el clima fue especialmente cálido desde la época del Imperio Romano hasta la llegada del Renacimiento. Sin embargo, en esos 1.500 años de clima benigno, hubo un hiato que, aunque más corto en extensión que la PEH, experimentó temperaturas aún más bajas. Los que lo han descubierto lo han llamado LALIA, siglas en inglés de Pequeña Edad de Hielo de la Antigüedad Tardía.

«Fue el enfriamiento más drástico en el hemisferio norte en los últimos dos milenios«, dice en una nota el investigador del Instituto Federal Suizo de Investigación, Ulf Büntgen, coautor de una investigación sobre la temperatura en estos 20 siglos. Büntgen es dendroclimatólogo y usa los patrones de crecimiento de los anillos de los árboles para inferir la temperatura. En 2011 ya publicó en la revista Science una investigación del clima del pasado basada en lo que pudo leer en los árboles de los Alpes austríacos. Ahora completa aquel trabajo con la información que le ha arrancado a 660 alerces siberianos (Larix sibirica), el árbol más abundante en el macizo de Altái, en Asia central.

Entre ambas fuentes de datos hay unos 7.600 kilómetros pero también una sincronía que enseguida llamó la atención de Büntgen y sus colegas. LosL. sibirica solo crecen en verano y en su ritmo de crecimiento, los dendroclimatólogos pueden estimar la temperatura estival. Para validar sus estimaciones del pasado, los científicos han usado la evolución de los anillos en el presente, cuando ya había buenos registros de la temperatura.

Con los datos de Altái y los anteriores de los Alpes, los científicos han podido determinar la evolución de las temperaturas del verano en estos 2.000 años dentro de un proyecto aún mayor, que hace unos días mostró cómo las últimas décadas han sido las más calurosas desde tiempos de los romanos.

El actual trabajo, publicado en la revista Nature Geoscience, se detiene más en el frío que en el calor. En los árboles de Altái, los climatólogos encontraron que los veranos más fríos fueron los de 172 y 1821, con temperaturas 4,6º inferiores a la media del final del siglo XX. Ambas fechas coinciden con erupciones volcánicas de gran intensidad.

Pero lo que enseguida llama la atención del gráfico elaborado por los autores del estudio es el pronunciado y sostenido descenso de las temperaturas a partir de 536. Así, la década entre 540 y 550 fue la más fría en Altái y la segunda más fría en los Alpes. Además, desde esa fecha y hasta alrededor de 1660, se dieron 13 de las 20 décadas más frías de todo el periodo estudiado.

© Past Global Changes International Project Office
Gráfico con la evolución de la temperatura durante LALIA en los Alpes (azul) y Altái. Abajo, correlación de eventos históricos.

El origen de LALIA no está escrito en los árboles, pero sí en el hielo. Un estudio publicado en Nature el año pasado determinó las erupciones volcánicas de los últimos 2.500 millones de años las erupciones volcánicas midiendo la ceniza volcánica atrapada en cilindros de hielo extraídos en los dos polos. Una de las más intensas se produjo en 536. Le siguió otra cuatro años mas tarde, en lo que hoy es El Salvador. Y aún hubo una tercera, cuya ubicación se desconoce, en 447. Las dos primeras crearon, según los registros en el hielo, verdaderos inviernos volcánicos, con una capacidad de reflejar la radiación solar aún mayor que la de la erupción del Tambora en 1815.

La sucesión de erupciones volcánicas, según los autores, se vio reforzada con las corrientes oceánicas, la expansión del hielo y la coincidencia en el siglo VI de un mínimo solar. La consecuencia fue el descenso sostenido de las temperaturas. De hecho, esas décadas registraron un gran retroceso de las tierras dedicadas a la agricultura y el pastoreo.

En la segunda parte del estudio, Büntgen se rodea de historiadores lingüistas y naturalistas para relacionar LALIA con la historia de los humanos. Es muy sugerente comprobar como al poco de la primera erupción, estalla una de las mayores epidemias de peste, la plaga de Justiniano en lo que entonces era el Imperio Romano de Oriente. En Asia central, donde los pastos dependen de ligeras variaciones de temperatura, se sucedieron grandes movimientos de poblaciones turcas y rouran que desestabilizaron toda Eurasia. Al este, acabaron con la dinastía Wei e, indirectamente, ayudaron a la unificación de China. En el oeste, llegaron hasta Constantinopla, empujando a los pueblos que se encontraban cada vez más al oeste.

Durante LALIA también entró en declive el imperio persa de los sasánidas. En la península arábiga, las temperaturas más suaves pudieron aumentar el régimen de lluvias y, con ellas, la disponibilidad de pastos para alimentar los camellos sobre los que se expandieron los árabes a partir de la Hégira de Mahoma.

«Con tantas variables, debemos ser cautos con la causa ambiental y el efecto político, pero fascina ver cuánto se alinea el cambio climático con las grandes convulsiones que se sucedieron a lo largo de diferentes regiones«, comenta Büntgen. También deja claro que la historia no se puede escribir sin tener en cuenta fenómenos climáticos como LALIA.

Comentario: Desde SOTT, solemos reiterar que los cambios planetarios, de hecho, son factores fundamentales en el desarrollo histórico. Más aún, muchas veces, estos cambios planetarios pueden ser consecuencias de fenómenos cósmicos que trastornan, o transforman, el clima terrestre, causando aumentos en las erupciones volcánicas (que enfrían la Tierra), actividad solar anómala (que también altera las temperaturas terrestres) y otros fenómenos climáticos extremos de todo tipo.

Si se toma un tiempo para revisar nuestras diversas secciones de noticias, ¿qué es lo que encuentra? Al parecer, se puede ver a simple vista que vivimos en tiempos de fenómenos climáticos extremos, acompañados de un aumento significativo de bolas de fuego (meteoros) que visitan la Tierra(incluyendo tres eventos de impacto tan solo en lo que va del 2016. Vea aquíaquí y aquí) y la visible convulsión y caos en lo que respecta a la actividad humana en el planeta… además de virus cada vez más patógenos y mortíferos. ¿No estamos acercando a otro período similar a los mencionados en el artículo de arriba?

Recomendamos leer:

  • Erupciones volcánicas, aumento del CO2, océanos hirviendo y por qué el calentamiento global causado por el hombre ni siquiera es incorrecto

El polvo cometario está cargado eléctricamente por lo que a su vez también puede ser la causa de que la rotación de la Tierra se haga un poco más lenta, como se ha observado en Venus y Saturno. Tal desaceleración de la rotación podría ser responsable de la reducción de la fuerza del campo magnético del planeta, exponiendo el planeta a más radiación cósmica peligrosa y estimulando aún más el volcanismo.

Más actividad volcánica significa que más humedad se evapora, y más polvo y COse lanza a la atmósfera. Combinado con una alta atmósfera más baja y más fría que se carga con polvo cometario (es decir, «humo de meteoros«) a partir del aumento significativo de los cometas que llegan al interior del sistema solar en los últimos años, esperen ver extremos climáticos aún mayores de lo que ya hemos tenido que enfrentar en los últimos años. Finalmente, un umbral puede ser alcanzado, momento en el que las fuertes lluvias se convierten en fuertes nevadas y las condición de era de hielo se establecen a largo plazo.

Decimos «eventualmente», pero estén atentos, un inicio súbito de una Era de Hielo global sucedió muy rápido la última vez.

Para profundizar más, recomendamos el libro Earth Changes and the Human-Cosmic Connection [Cambios planetarios y la conexión humano-cósmica] es el tercer tomo de la serie «La historia secreta del mundo«. Una lectura imprescindible para todo aquel que esté buscando comprender las señales de nuestros tiempos.

fuente:http://es.sott.net/article/44471-Una-pequena-edad-de-hielo-pudo-cambiar-la-historia-de-la-Antiguedad

Las barreras de hielo de la Antártida se desmoronan

Uno de los momentos que más asombro causó a los primeros exploradores del Polo Sur fue encontrarse de cara con colosales paredes verticales de hielo que se elevaban docenas y hasta cientos de metros por encima de sus cabezas. Aventureros como Larsen o Ross se toparon fascinados ante un impresionante espectáculo que convertía sus destartalados barcos en pequeñas motas de polvo ante la monumental tapia de hielo.

Antártida

Y lo cierto es que bien podríamos imaginarnos la Antártida como una especie de castillo medieval que guarda celosamente sus secretos mediante titánicos muros helados. Son tan grandes que algunas, como la gran barrera de hielo de Ross, posee una superficie equivalente a toda España alzándose en algunos puntos hasta doscientos metros por encima del mar.

El Polo sur se derrite?

Por supuesto, y además de hacer la vida imposible a los ingenuos pioneros de la exploración, estas grandes barreras cumplen con una función vital puesto que están conectadas con los glaciares y corrientes de hielo en tierra y actúan como diques de contención, frenando el hielo que se desplaza hacia el mar.

Antartida se derrite

En las últimas décadas estos gigantes de hielo flotante que actúan como diques frente al empuje de los glaciares se están desmoronando ante nuestros ojos. En 1995 la barrera de hielo Larsen A se desintegró en el mar en apenas unos meses. La siguiente en caer fue Larsen B que en apenas 3 años (2002-2005) se esfumó dejando a la deriva nada más y nada menos que 3.250 kilómetros cuadrados de hielo. Y ahora, los satélites avisan que Larsen C, la mayor de todas ellas con una superficie de 50.000 kilómetros cuadrados, presenta grandes fracturas y su camino hacia el océano parece irreversible.

Desafortunadamente el caso de la barrera de Larsen no es un hecho aislado. Un reciente estudio publicado en la Revista Nature analiza el fenómeno en su totalidad y nos avisan claramente que estos diques naturales de contención se están desmoronando a un ritmo preocupante.

La propia Agencia Espacial Europea (ESA) recoge los datos del estudio en un artículo titulado “Las barreras de hielo protectoras en la Antártida están en peligro” que nos advierte de las consecuencias: Cuando una de estas grandes paredes de hielo se pierde, el flujo de los glaciares que se encuentran tras ella se acelera.

Antartica

Siguiendo con el ejemplo de la barrera Larsen, apenas unos meses después de que su barrera B se deshiciera en 2002, los satélites observaron que los glaciares que frenaba comenzaron a desplazarse hasta ocho veces más rápido.

Larsen B era una barrera de tamaño medio comparada con otras grandes barreras que empiezan a tambalearse. De hecho existen otras cincuenta barreras de hielo en la Antártida que frenan el deslizamiento de los glaciares y el flujo de más agua al mar.

Las observaciones realizadas mediante los satélites ERS y Envisat de ESA confirman que, bien sea por grosor o por extensión y fracturas, todas y cada una de las barreras a lo largo del continente helado comienzan a flaquear.

En nuestro habitual egocentrismo muchos podrían empezar a evaluar las cientos de formas en que este irreversible proceso nos puede afectar, pero posiblemente olvidásemos cómo afecta a otras especies y seres vivos que hacen de la Antártida un lugar único.

Hace tan solo unos días, el diario The Guardian daba cuenta de la muerte de un gran número de pingüinos que quedaron atrapados por un gigantesco iceberg que les ha obligado a realizar un gran rodeo de hasta 60 kilómetros para alcanzar el mar. Hasta el momento se calcula que más de 150.000 pingüinos han muerto en su intento de llegar hasta la costa por alimento.

http://asusta2.com.ar/2016/02/17/las-barreras-de-hielo-de-la-antartida-se-desmoronan/