El candidato Hasan Rohani ha sido anunciado este sábado ganador de la undécima ronda de las elecciones presidenciales de la República Islámica de Irán.
Mohamad Baqer Qalibaf, 6 077 292 (16,54 %)
Said Yalili, 4 168 946 (11,3 %)
Mohsen Rezai, 3 884 412 (10,5 %)
Ali Akbar Velayati, 2 267 753 351 (6,1 %)
Mohamad Qarazi, 446.015 (1,2 %)
De un total de 36 704 156 votos escrutados, 35 458 747 han sido válidos.
El 72,7 % de iraníes con derecho a voto participó en las elecciones.
De este modo, el candidato Hasan Rohani al hacerse con la victoria en la undécima ronda de elecciones presidenciales, se convierte en el séptimo presidente de la historia de la República Islámica de Irán.
El presidente electo nació el 13 de noviembre de 1948 en la ciudad de Sorje, provincia de Semnan. Procede de una familia religiosa. En 1960, comenzó sus estudios en el Seminario de Semnan y, un año después, se mudó a la ciudad sagrada de Qom.
En 1969, fue admitido en la Universidad de Teherán como estudiante de Derecho y, tres años después, obtuvo su licenciatura en dicha especialidad.
Continuó sus estudios en Derecho en Glasgow, Escocia, donde obtuvo su maestría y doctorado en la Universidad de Caledonian.
Rohani es actualmente representante del Líder Supremo de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, en el Consejo de Seguridad Nacional. También es miembro del Consejo del Discernimiento del Sistema y de la Asamblea de Expertos.
Asimismo, dirige el Centro de Estudios Estratégicos del Consejo del Discernimiento de la República Islámica.
Tras la victoria de la Revolución Islámica (1979) y la formación del primer Parlamento, Hasan Rohani fue elegido legislador en cinco periodos consecutivos, hasta el año 2000. Durante ese tiempo, ocupó puestos como vicepresidente del Parlamento y jefe de la Comisión de Defensa y Política Exterior.
A lo largo de la guerra impuesta por Irak a Irán (1980-88), Rohani sirvió también como miembro del Alto Consejo de Defensa y fue Comandante de las fuerzas de contraataque aéreo y vicecomandante adjunto de las Fuerzas Armadas.
Después de la formación del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, fue nombrado representante del ayatolá Jamenei en esta entidad y desempeñó el cargo de secretario durante 16 años hasta el año 2005.
Rohani, que habla con fluidez el inglés y el árabe, es autor de más de 100 libros y artículos sobre temas relacionados con la seguridad nacional y la diplomacia, además de haber dirigido más de 700 investigaciones y tesis en estos campos.
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Se va Ahmadineyad, ¿habrá alguien a su altura?
El presidente saliente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, es un político controvertido, tanto dentro como fuera del país. Pero él y su firme postura sobre diversos asuntos claves seguramente no han pasado desapercibidos en ningún punto del planeta.
Hay quienes opinan que el presidente Ahmadineyad ha cruzado algunas “líneas rojas” dentro del país con respecto al líder supremo de la revolución y por ello ha decepcionado a mucha gente. Sin embargo, el portavoz del Consejo de Guardianes de la Revolución, Abas Ali Kadjodai, desestima esta suposición.
“Estamos en favor de la unidad –dice–. Y todos los presidentes del país, independientemente del momento, han buscado esa unidad. Todos siguen la misma política”.
El programa nuclear, tema clave del mandato
Lejos de la república islámica, el tema que ha levantado más resquemores en los ocho años de Ahmadineyad a la cabeza del Ejecutivo ha sido el programa nuclear. El asunto ha elevado la tensión entre Estados Unidos, Israel y la Unión Europea, por un lado, e Irán, por el otro, a unos niveles de constante alerta.
Ambos bandos en varias ocasiones abandonaron la mesa de negociaciones para convertir las especulaciones sobre la supuesta bomba nuclear en una herramienta de presión política. Desde el lanzamiento de sus primeros proyectos en el campo de la energía atómica, Teherán ha rechazado todas las acusaciones y ha defendido los fines pacíficos de las tecnologías aplicadas.
Todo ese tiempo más del 80% de los ciudadanos iraníes apoyaban tanto el programa de investigaciones nucleares como la dedicación del mandatario a defender el derecho del país al átomo pacífico. Esta coincidencia en opiniones ha sido uno de los factores claves de la gran aceptación popular de Ahmadineyad.
Los años yendo contracorriente
Muchos opinan que el presidente Ahmedineyad se ha visto en un callejón sin salida por las sanciones económicas internacionales. Las medidas draconianas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea se han ido aseverando exponencialmente desde el 2006.
Solo por estar en contra de las grandes potencias, por hablar de justicia y de que todas las naciones deben tener un papel en Naciones Unidas lo han catalogado como un demonio
Según quienes le respaldan, es el alto precio que ha pagado por ir contracorriente. Así, el ex asesor de Ahmedineyad, Bahid Sharifzadé, afirma que “solo por estar en contra de las grandes potencias, por hablar de justicia y de que todas las naciones deben tener un papel en Naciones Unidas lo han catalogado como un demonio”.
Defensor de los más pobres
Lo que pocos ponen en duda en Irán es la sencillez y modestia en su forma de vivir. Así, en todos estos ocho años no ha cobrado sueldo como jefe del Ejecutivo, sino que ha seguido manteniendo su salario como profesor de la Universidad de Teherán.
Uno de sus mayores logros ha sido poner a los empobrecidos en un lugar privilegiado de la agenda política iraní. Por eso hay gente en el país que le agradece en especial su contribución al bienestar de las familias.
“Ahmedineyad ha sido capaz de defender a los más pobres. Ha dado subsidios, les ha construido casas, ha bajado los intereses de los bancos”, dice un conductor junto a su viejo vehículo en una calle de Teherán. Otros recuerdan que empezó a viajar por los pueblos pequeños: algo que no había hecho ningún líder persa antes que él.
Las cifras económicas hablan por sí mismas
Algunos funcionarios, sin embargo, lo critican por su estilo de gobierno muy peculiar. “A veces ha tomado decisiones improvisadas. Ha tomado decisiones muy difíciles sin preparación alguna, sin consultar a nadie”, testimonia el ex embajador de Irán en México, Hasan Qadiri Abianeh. El resultado, a su juicio, no ha sido muy positivo para el país.
Las cifras económicas que deja encima de la mesa hablan por sí mismas. La moneda iraní, el rial, se ha devaluado en un 50% en un año y medio. La inflación registrada en 2012 fue del 30%.
‘Lo que no te mata te hace más fuerte’
Esas cifras reflejan la situación actual e indudablemente preocupan y castigan a la población, pero el legado de Ahmadineyad no se va a cimentar sobre la simpatía que despierta entre los que menos tienen ni entre los nacionalistas –orgullosos de pertenecer a un país que no es títere de nadie y marca sus propios designios-, que también, sino en un modelo de supervivencia debido a las sanciones y al aislacionamiento provocado por la postura de Occidente.
Expertos de diferentes países hacen bueno aquello de ‘lo que no te mata te hace más fuerte’ e Irán está viviendo una edad de oro en cuanto a desarrollo tecnológico se refiere: a nivel de comunicaciones, armamento, energético e informático entre otros. La postura de Occidente respecto al petróleo persa obligó a Ahmadineyad a buscar nuevos socios, a abrirse al mundo y todos esos frutos los recogerán los próximos gobiernos. La economía actual le puede dejar un mal sabor de boca a él, a sus colaboradores y sobre todo al pueblo, pero precisamente por ello es que será recordado, por su capacidad de autosuficiencia que luego servirá para ser vitrina y modelo para otros Estados emergentes.
Vea la entrevista concedida en exclusiva a RT por el presidente Mahmud Ahmadineyad.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/97450-presidente-iran-ahmadineyad-pobres-politica