Una colaboración de lalunagatuna
Leyre es una sierra. Un lugar próximo a río con nombre de reino. Un panteón real. Un monasterio. Pero sobre todo es uno de esos enclaves mágicos donde sientes la fuerza telúrica. Donde el tiempo parece detenerse y casi se llega a comprender eso que algunos llaman nirvana.
La leyenda dice que San Virila, Abad del monasterio en el S X, tenía graves dudas sobre el concepto de la vida eterna del Cielo. Un día se embelesó escuchando los trinos del ruiseñor cerca de una fuente… Cuando volvió al Monasterio ningún monje le reconocía. ¡Habían pasado trescientos años!
Para llegar a Leyre hay que dirigirse al embalse de Yesa entre Aragón y Navarra. Poco al oeste del pueblo de Yesa, un desvío bien indicado nos encamina al Monasterio en unos pocos kilómetros.
Está documentada la visita de San Eulogio de Córdoba a Leyre en el año 848. La iglesia arcaica ha conservado su planta bajo el piso de la actual nave monástica (Imagen 11). Entre los siglos X y XI es centro del poder de los reyes navarros, así como panteón real, alcanzando su plenitud bajo Sancho III el Mayor de Navarra.
La desamortización de Mendizábal de 1836 le privó de la vida monástica, que se ha reintroducido en 1954 merced a lo monjes benedictinos de Santo Domingo de Silos.
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La cabecera del templo es magnífica (Imagen 1). Consta de tres ábsides de notable altura edificados en bloques de piedra sillar de gran tamaño. Los sillares están perfectamente trabajados y poseen unos matices cromáticos únicos, gracias a su veteado rojizo. De forma seudo-troncocónica, no poseen más ornato que los ventanales y canecillos historiados sustentando la cornisa (Imagen 3).
Los ventanales de la iglesia inferior -que no cripta, pues está por encima del nivel del suelo- poseen una luz rasgada (Imagen 12). Son de medio punto elaborado a base de toscas dovelas, al igual que los superiores, siendo estos de mayor tamaño y amplitud.
El hecho de que haya dos ventanales en el ábside central de la iglesia inferior hace pensar que se edificó ya en este nivel con la idea de edificar la estructura de sostén al interior de la cripta a través de su nave central. Un ventanal único central hubiera supuesto ser cegado por el refuerzo añadido y nos hubiera hablado de modificación más tardía del proyecto.
Elevándose altiva por detrás del ábside sur (Imágenes 1, 2 y 4), su torre de sección cuadrangular luce en cada uno de sus lienzos, poco más arriba de las cubiertas del templo, sendas galerías de ventanales triples a base de arcos de medio punto apeados en toscos capiteles-zapata y parteluces monolíticos de muy ruda hechura, como corresponde al momento de su construcción (S XI).
La cabecera del templo aparece flanqueada por el monasterio nuevo, al sur, y el monasterio viejo al norte transformado en hotel y hospedería; pero en perfecta armonía a pesar de las diferencias cronológicas (Imagen 4a).
Al costado norte del templo hay una explanada ajardinada donde antaño hubo claustro monástico. Queda recuerdo en la portada de hechura primitiva existente en la cabecera del muro norte del templo por la cual se accedía al mismo (Imágenes 4 a 8). Consta de cuatro arquivoltas biseladas, dos de las cuales apean de manera muy forzada en el mismo par de capiteles (Imagen 8). Los capiteles son de gran sencillez y rudeza no exenta a pesar de ello de elegancia (Imágenes 5 y 7).
Hay otra puerta también antigua, más que todas las demás; puesto que se edificó como acceso a la primera zona edificada del templo: la cripta. Se halla en la cabecera de su muro norte Y consta de tres arquivoltas a base de dovelas toscamente trabajadas por fuera de las que adorna una estructura a medio camino entre el guardapolvo y la dobladura lombarda del arco. Hay también una sencilla línea de imposta corrida carente de decoración (Imagen 10).
El conjunto monástico cuenta con Hotel-Restaurante-Hospedería (Tfno.: 948 884 100) y para gestionar las visitas turísticas puede recurrirse al teléfono 948 884 150. Mas información sobre alojamiento, precios, manutención, horario de la vida monástica, la encontraréis en la web: http://www.monasteriodeleyre.com/index.htm
El 24 de mayo de 2006, día en que me cayeron cincuenta y cinco tacos de calendario, quizá para superar la crisis, pasé de nuevo el día en el templo repitiendo fotos, disfrutando del silencio y de la gastronomía de su restaurante. Como orientación diré que del menú del día elegí menestra, lubina al horno, cerveza doble “sin”, cuajada con miel y café con hielo: 22 euros. Ambiente agradable y servicio impecable y diligente.
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Desde la carretera, antes de llegar al monasterio, puede verse en perspectiva la fachada de poniente del templo con su “porta Speciosa” (Imagen 13).
De este monasterio procede la arqueta de marfil del califa cordobés Hisam II (965-1013) datable entre los años 1004-1005 del calendario cristiano que se conserva en el Museo de Navarra en Pamplona. (Cliquear sobre la imagen para acceder a su artículo específico.)
http://www.arquivoltas.com/6-Navarra/Leyre1.htm