AL MANAR ::
El presidente sirio, Bashar al Assad, ha asegurado al periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ) que Europa pagará el precio de eventuales entregas de armas a los terroristas sirios.
“Si los europeos entregan armas, el patrio trasero de Europa se convertirá en un terreno de actuación para el terrorismo y Europa pagará el precio,” afirmó Bashar al Assad en una entrevista que apareció este martes. “La consecuencia de la entrega de armas será una exportación directa del terrorismo a Europa”, continuó el presidente, según el texto de la entrevista difundida el lunes por la tarde por el periódico. “Los terroristas volverán a Europa con una experiencia de combate y una ideología extremista”, dijo el presidente sirio.
“El terrorismo significa aquí el caos y el caos lleva a la pobreza y la pobreza significa que Europa perderá un mercado importante,” añadió. “Europa, les guste o no, no tiene más opción que cooperar con el Estado sirio”.
La mentira de las armas químicas
Bashar al Assad rechazó, por otro lado, las acusaciones occidentales, según las cuales, el Ejército sirio ha hecho uso de las armas químicas contra los rebeldes.
“Si París, Londres y Washington tuvieran una sola prueba de sus alegaciones, ellos la habrían presentado ante el mundo,” señaló. “Todo lo que se dice sobre el empleo de las armas químicas es la continuación de las mentiras sobre Siria. Es un intento de justificar una mayor injerencia militar,” añadió el presidente sirio.
El presidente sirio dijo que el empleo de armas químicas en la escala que afirma Washington -que habrían causado la muerte en un año a un centenar de militantes- no tiene ningún interés desde el punto de vista militar, ya que “las armas convencionales pueden causar la muerte en un solo día a un número mayor” de ese centenar, señaló. “Es ilógico emplear armas químicas para matar a un número tan reducido de enemigos cuando eso puede hacerse con armas convencionales,” argumentó.
Francia y Gran Bretaña quieren instalar marionetas en el poder
Bashar al Assad criticó en particular a Francia y Gran Bretaña “que buscan colocar en el poder (en Siria) a lacayos y marionetas que hagan prevalecer sus intereses”. “Nosotros hemos sido siempre libres e independientes. Francia y Gran Bretaña han sido históricamente potencias coloniales y ellos parecen no haberlo olvidado”, señaló.
Los militantes armados son terroristas
En respuesta a si todos los militantes armados son terroristas, Assad se preguntó: “¿Se permitiría en un país europeo a alguien llevar armas, intimidar, matar a gente inocente, cometer actos vandálicos y saquear? Cualquier individuo o grupo, excluyendo al Ejército y la policía, que lleve armas, mate a personas, amenace e intimide a los ciudadanos es, por definición un terrorista, y ésta es la norma en cada país. Aquellos que llevan armas en Siria comenten esencialmente estos actos. Así pues, ellos son terroristas. Nosotros diferenciamos entre terroristas y grupos de la oposición convencional, ya que estos últimos son entidades políticas y tienen una agenda política.”
Contra el extremismo
Al ser preguntado sobre la laicidad, Assad señaló que “la sociedad árabe está basada en dos pilares: panarabismo e Islam. Otras ideologías como el comunismo, el liberalismo etc no son tan populares. Muchas personas comprenden la laicidad como sinónimo del comunismo en el pasado, es decir, una ideología que está contra la religión. De hecho, es lo contrario. Para nosotros en Siria la laicidad es la libertad religiosa, que incluye al Cristianismo, el Islam y el Judaísmo, y a los múltiples grupos que existen dentro de esas religiones. La laicidad es crucial para nuestra unidad nacional y sentido de la pertenencia.”
Assad señaló que “la religión es fuerte en nuestra región y quiero subrayar que eso es muy sano. Lo que no es sano es el extremismo porque eso lleva, en última instancia, al terrorismo. No todos los extremistas son terroristas, pero cada terrorista es definitivamente un extremista”. Él añadió que “somos un estado laico que esencialmente trata a sus ciudadanos de la misma forma, con independencia de su religión o etnia” y así debe seguir siendo.