Una mujer barrendera que inhaló gas lacrimógeno lanzado por la policía en la ciudad brasileña de Belén murió hoy de un paro cardíaco y se convirtió en la segunda víctima mortal durante las protestas sociales en el país.
Cleonice Vieira de Moraes, de 54 años y empleada de la compañía de limpieza pública de Belén, fue hospitalizada la noche del jueves por haber inhalado gases lacrimógenos lanzados para dispersar a los manifestantes concentrados en la capital del estado de Pará.
La funcionaria pública, que padecía hipertensión, murió en la mañana de hoy por las complicaciones derivadas de dos paradas cardíacas.
Vieira de Moraes estaba con otros barrenderos en un local del centro de Belén en espera de limpiar tras el paso de los manifestantes, pero la explosión de una bomba de gases lacrimógenos dispersó al grupo, según las primeras informaciones sobre lo sucedido.
La primera víctima mortal fue el estudiante Marcos Delefrate, de 18 años, que murió atropellado la noche del jueves por el conductor de un vehículo que lanzó el automóvil contra un grupo de manifestantes que bloqueaban una vía en Ribeirao Preto.
El Confidencial