Decenas de miles de personas marcharon en el centro de El Cairo, la capital egipcia, para manifestar su apoyo a los palestinos en el 63 aniversario de la fundación del Estado de Israel, que muchos musulmanes consideran una tragedia a la que se refieren como Naqba.
Los manifestantes llegaron hasta la plaza Tahrir, centro de reunión durante las protestas que derivaron en el derrocamiento de Hosni Mubarak en febrero pasado, y decidieron llamar la jornada Viernes de la unidad nacional y de respaldo a la causa palestina, dijeron algunos de los participantes.
Una de las exigencias que expresaron fue que Israel desaloje los territorios palestinos ocupados por sus colonos judíos. El proceso de paz entre israelíes y palestinos se ha visto continuamente obstaculizado por el tema de la ocupación de esas tierras.
Como parte de su protesta, los manifestantes también demandaron el cierre de la Embajada israelí en Egipto y planean realizar una caravana hasta la franja de Gaza para mostrar su respaldo a los palestinos.
Mustafa Riga, secretario general de la Coalición de Jóvenes de la Revolución, dijo a la agencia estatal Mena que 20 autobuses partirán entre este viernes y el sábado desde la plaza y el noreste de El Cairo. Su objetivo es llegar a Gaza el domingo.
Israel y Egipto firmaron la paz en 1979, pero sus relaciones han sido tensas desde entonces. Tel Aviv afirma que grupos radicales egipcios abastecen de armas a organizaciones como Hamas, que se opone a la existencia del Estado de Israel, mientras El Cairo critica el aislamiento en que los israelíes mantienen a los palestinos.
El líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, han intentado avanzar en el proceso de paz en la región, pero éste se ha visto obstaculizado por las condiciones de ambas partes o hechos de violencia entre sus ciudadanos.
Algunos de los países mediadores en el conflicto, como Estados Unidos o España, consideran que su solución requiere la fundación de un Estado palestino, una opción que Israel ve con reservas.
Los manifestantes egipcios también aprovecharon la ocasión para pedir el fin de la violencia sectaria entre musulmanes y cristianos coptos, que el fin de semana pasado causó la muerte de 12 personas, heridas a más de 200 y la detención de al menos 190.
Analistas políticos temen que incidentes de ese tipo amenacen la estabilidad del país, que aún vive una transición tras la salida de Mubarak del poder.