El ministro de Finanzas británico, George Osborne, ha anunciado un nuevo plan de recortes sociales por valor de unos 13.570 millones de euros, que incluye el despido de 144.000 empleados públicos hasta 2015-2016.
Durante su comparecencia en el Parlamento británico, Osborne señaló que era necesario recortar 13.570 millones deuros, algo que admitió “no ha sido fácil”.
“Son decisiones difíciles que afectarán a los ciudadanos de nuestro país. Pero nunca ha habido una manera fácil de situar el gasto bajo control”, aseguró Osborne, quien advirtió de que si el Ejecutivo abandona su plan para reducir el déficit, Reino Unido “estaría de nuevo en cuidados intensivos”.
En este sentido, incidió en que se deben seguir tomando medidas para reducir el déficit, que sigue siendo demasiado alto, no sólo porque no estaría bien dejar “caer la deudas sobre los hombros” de sus hijos, sino también porque las turbulencias globales de los últimos años han demostrado que los riesgos económicos son reales y que la recuperación tiene que ser sostenida.
Así, remarcó que los progresos “reales” realizados para colocar la economía en la senda correcta cuando iba “muy mal” se han visto afectados por desafíos como la crisis de la eurozona, el aumento de los precios del petróleo o unas peores consecuencias de las previstas de su crisis bancaria.