La gente fácilmente sugestionable que cree que algo le hará sentirse mal, puede experimentar un fenómeno comparable al del efecto placebo pero a la inversa, y ello podría ser la verdadera causa del síndrome de hipersensibilidad electromagnética, según las conclusiones a las que se ha llegado en una investigación que, sin duda, despertará polémicas.
Un reportaje sobre alguna cosa que sea presentada como sospechosa de ser peligrosa para la salud puede hacer que la gente sugestionable expuesta a esa cosa sospechosa, y que conozca el reportaje, pase a experimentar síntomas de malestar físico, como si se estuviera poniendo enferma, aunque no haya razón objetiva alguna para ello. Ésta es la controvertida conclusión de un estudio sobre el fenómeno conocido como hipersensibilidad electromagnética.
Los afectados por dicho trastorno experimentan ciertos síntomas al estar expuestos a ondas electromagnéticas, como por ejemplo las emitidas por teléfonos móviles. Con la ayuda de resonancia magnética por imágenes, se ha demostrado que las regiones del cerebro responsables del procesamiento del dolor están activas en esos casos.
De ahí que se haya venido considerando que la cercanía a aparatos activos con campos electromagnéticos ejerce algún tipo de efecto nocivo en las personas hipersensibles.
El equipo del Dr. Michael Witthöft, de la Universidad Johannes Gutenberg en Maguncia, Alemania, ofrece una explicación alternativa sobre las causas del síndrome. Según esta explicación, la hipersensibilidad electromagnética en realidad sería el resultado de un efecto psicológico idéntico al efecto placebo, con la única diferencia de que en vez de ser positivo es negativo. “La mera anticipación a una posible lesión puede llegar a generar dolor o trastornos”, acota el Dr. Witthöft.
Las personas sensibles a los campos electromagnéticos afirman tener síntomas como dolores de cabeza, mareos y sensaciones de ardor u hormigueo en la piel, y atribuyen estos efectos a esta radiación. Algunas personas faltan al trabajo o se distancian de su entorno social debido a su hipersensibilidad electromagnética, y en casos extremos incluso pueden irse a vivir a regiones remotas para alejarse de todo aparato eléctrico.
Sin embargo, las pruebas realizadas en la nueva investigación a cargo del equipo de Witthöft y G. James Rubin del King’s College de Londres, han mostrado que las personas afectadas no pueden determinar si realmente han estado expuestas a un campo electromagnético. De hecho, sus síntomas se activan exactamente del mismo modo al ser expuestas a campos reales y a campos simulados.
Este fenómeno de autosugestión con efecto inverso al del placebo fue inicialmente identificado durante ensayos farmacéuticos. Se observó que los sujetos presentaban efectos secundarios que ellos achacaban al fármaco que estaba siendo probado, pese a que, sin que lo supieran, en realidad habían estado recibiendo un placebo inocuo para ellos en vez de dicho fármaco.