El gobierno británico anunció este miércoles la privatización de Royal Mail, el histórico servicio de correo nacional, una medida que tiene la oposición del Sindicato de Trabajadores de la Comunicación (CWU).
El Tesoro pondrá en venta sus acciones en la Bolsa de Londres, que podrían costar entre 2 y 3 miles de millones de libras.
El primer ministro británico, David Cameron, apoyó la medida bajo el pretexto de que lo que se pretende con la privatización de este servicio público es su “modernización”.
Sin embargo, el gremio del sector, CWU, lanzó la campaña “Salvemos nuestro Royal Mail”, con el objetivo de que “el servicio postal siga en manos públicas” y advirtiendo que la venta a manos privadas encarecerá el servicio y precarizará las condiciones de los trabajadores y trabajadoras.
El secretario general del sindicato, Billy Hayes, le escribió una carta al ministro de Negocios, Michael Fallon, en la que pide que reconsidere la medida que “inevitablemente llevará a una huelga”.
Pero el funcionario declaró, en una entrevista con la BBC, que el correo “está listo para convertirse en un exitoso negocio comercial”.
La venta podría concretarse en unos tres meses, con las empresas multinacionales TNT y DHL señaladas como posibles compradoras.
Telam