Varios grupos egipcios, encabezadas por los Hermanos Musulmanes (HHMM), anunciaron hoy que este viernes invadirán las calles con una marcha del millón de hombres para demandar el retorno al poder del depuesto presidente Mohammed Mursi.
En la medida que persiste la tensión, surgen temores de actos de violencia por parte de los partidos próximos a los HHMM, incluyendo la Yamaa Al Islamiya, responsable de un acto terrorista en 1997 en la ciudad sureña de Luxor contra turistas extranjeros.
El presidente Mursi, perteneciente a los HHMM, fue depuesto a principios de julio en medio de protestas masivas en todo el país para exigir que fuera desalojado del poder por incumplir sus promesas electorales, sumir a este país en la crisis económica y tratar de imponer sus puntos de vista religiosos a la sociedad.
La Alianza Nacional de Apoyo a la Legitimidad emitió un comunicado en el cual jura “proseguir la lucha contra el nuevo gobierno usurpador y la opresiva Declaración Constitucional” emitida el lunes por el mandatario provisional Adli Mansur, apoyado por entidades opositoras de diverso signo y el mando militar.
Anoche, los partidarios de los HHMM concentrados hace 13 días en los alrededores de la mezquita de Rabaa El Adawiya, en el populoso distrito capitalino de Ciudad Nasser, realizaron sin incidentes una marcha de ida y vuelta hasta el palacio presidencial de Ittihadiya.
Por otro lado, unas 200 personas pertenecientes a los HHMM han sido acusadas por las nuevas autoridades de haber incitado a la violencia y de ser responsabilizados, además, del derramamiento de sangre durante la protesta realizada el pasado 8 de julio, en la que unas 84 personas murieron ante el edificio de la Guardia Republicana. Los cargos que se les imputan son asesinato, incitación a la violencia y porte de armas ilícitas.
Esto se produce mientras que un portavoz oficial reveló hoy que un alto jefe militar en la península de Sinaí escapó ileso a una emboscada de hombres armados en la localidad de Sheij Zuwayed tras la cual se generó un intercambio de disparos en el cual murió una menor.
La península, localizada en el noreste egipcio, es el flanco más expuesto de las nuevas autoridades y la madrugada del miércoles fue escenario de un ataque contra un puesto militar en el que murieron un civil y un militar; el día anterior un segmento del gaseoducto a Jordania fue saboteado por desconocidos, según fuentes oficiales.