Una colaboración de lalunagatuna
Durante muchos años, tanto entrenadores de animales, como dueños de mascotas, y naturalistas han informado sobre varias clases de percepciones que tienen los animales, lo que sugieren la existencia de poderes psíquicos. A pesar de ser un tema tan sorprendente es escasa la investigación se realizó sobre estos fenómenos.
Muchas mascotas parecen saber cuando sus dueños están de regreso, en camino a su hogar. (Jiayi Wang/La Gran Época)
Los biólogos han sido inhibidos por el tabú que se tiene en contra de “lo paranormal”, y los investigadores psíquicos y parapsicólogos han limitado (con pocas excepciones) su atención a los seres humanos.
De acuerdo con las encuestas realizadas al azar de hogares en Inglaterra y los Estados Unidos, muchos dueños de mascotas creen que sus animales tienen algunas veces relaciones telepáticas con ellos. Un promedio de 48 por ciento de los dueños de perros y 33 por ciento de los dueños de gatos, dijeron que sus mascotas habían respondido a sus pensamientos, a sus mandatos en silencio. Muchos jinetes y entrenadores de caballos creen que sus caballos pueden percibir sus intenciones telepáticamente.
Algunos animales de compañía, aun, parecen ser capaces de decir cuando una persona particular está en el teléfono antes de que el receptor haya sido levantado. Por ejemplo, cuando sonó el teléfono en la casa de un notable profesor de la Universidad de California en Berkeley, su esposa supo que su marido estaba en el otro extremo de la línea, cuando vio a su gato atigrado Whiskins, correr al teléfono y tocar con la pata el receptor.
“Muchas veces el gato ha tenido éxito en descolgar el teléfono y hacer maullidos apreciativos que eran claramente audibles a mi marido en el otro extremo,” dijo ella. “Si algún otro llama por teléfono, Whiskins no les hace caso. También El gato respondió aun cuando él llamaba por teléfono a casa desde África o Sudamérica, estando de viaje”.
Desde 1994, con la ayuda de cientos de entrenadores de animales, pastores, personas ciegas guiados por perros, veterinarios, y dueños de sus animales mimados, he estado investigando algunos de estos poderes no explicados de los animales. Hay tres categorías principales, a saber, de las misteriosas perceptibilidades: la telepatía, el sentido de dirección, y la premonición.
TELEPATÍA
Las clases mas comunes de la respuesta aparentemente telepática son: la anticipación de perros y gatos de que sus dueños están llegando a casa; la previsión antes de que sus dueños se vayan; prevén cuando van a ser alimentados; los gatos que se desaparecen cuando sus dueños tienen la intención de llevarlos al veterinario; los perros que saben cuando sus dueños piensan llevarlos a pasear; y los animales que se emocionan cuando su dueño está en el teléfono, incluso antes de que el teléfono haya sido contestado.
Como los escépticos correctamente indican, algunas de estas respuestas podrían ser explicadas en términos de expectativas rutinarias, sutiles señales sensoriales, coincidencias casuales, memoria selectiva, o atribuidas a la imaginación de los dueños por sus animales favoritos y mimados. Éstas son hipótesis razonables, pero ellas no deberían ser aceptadas en ausencia de pruebas.
Para probar estas posibilidades, es necesario hacer experimentos. Mis colegas y yo nos hemos concentrado en el fenómeno de la percepción que los perros tienen cuando saben que sus dueños están regresando a casa. Muchos dueños de mascotas han observado que los animales parecen anticipar la llegada de algún miembro familiar, con frecuencia 10 minutos antes o más.
Las mascotas suelen esperar en la puerta, ventana o verja. En las encuestas al azar de hogares en Gran Bretaña y Estados Unidos, un promedio de 51 por ciento de los dueños de perros y 30 por ciento de gatos, dijeron que habían observado tal comportamiento de anticipación.
El perro que investigué con mayor detalle fue un terrier llamado JayTee, que pertenecía a Pam Smart, en Ramsbottom, cerca de Manchester, Inglaterra. Pam adoptó a JayTee de la Casa de Perros de Manchester en 1989, cuando todavía era un cachorro, y pronto formó un estrecho vínculo con él.
En 1991, cuando Pam estaba trabajando como secretaria en una escuela en Manchester, ella dejó a JayTee con sus padres, que se percataron de que el perro iba a la puerta-ventana casi todos los días de semana a las 4:30 pm, alrededor del tiempo que ella se tomaba para dirigirse a casa, y allí esperaba hasta que llegase unos 45 minutos antes. En la oficina ella trabajaba horas de rutina, así que la familia asumía que el comportamiento de JayTee dependía de algún tipo de sentido del tiempo.
Pam fue despedida en 1993 y fue posteriormente desempleada, ya no está atada a ningún patrón regular de actividades. Por lo tanto sus padres no sabían cuándo volvería a casa, pero, todavía JayTee preveía su regreso.
En 1994, Pam leyó un artículo sobre mi investigación y se ofreció en participar. En más de 100 experimentos, grabamos en vídeo el área de la ventana donde JayTee esperaba durante las ausencias de Pam, lo que nos proporcionó un registro continuo, cifrados en el tiempo, de su comportamiento, que calificado para un tercero era algo “ciego” pues no conocía los detalles de los experimentos.
Para asegurarnos de que JayTee no estaba reaccionando al sonido del coche de Pam u otros vehículos familiares, investigamos si todavía preveía su llegada cuando ella viajaba en un medio inusual: bicicleta, tren y taxi. JayTee lo lograba.
También llevamos a cabo experimentos en los que logrando comunicarnos con ella por medio de un localizador de teléfono, después de que ella había salido de casa. Pam se ponía en camino de regreso a una hora seleccionada al azar. En estos experimentos, JayTee, todavía, empezaba esperarla en la ventana todo el tiempo que Pam tardaba en llegar desde que salía de regreso, a pesar de que nadie en casa sabía cuando iba a regresar.
Las probabilidades, de que esto no sea un efecto del azar, fueron más de 100.000 a 1. JayTee se comportó de una manera muy similar cuando fue probado en varias ocasiones por los escépticos ansiosos por desacreditar sus habilidades.
Las pruebas indican que JayTee reaccionaba ante la intención de Pam de regresar a casa, incluso cuando ella estaba a muchos kilómetros de distancia. La telepatía parece la única hipótesis que pueden explicar estos hechos. Todos nuestros trabajos publicados sobre JayTee, y la del regreso anticipado, de otro perro llamado Kane, se encuentra en mi sitio web .
En la actualidad, Alex Tsakiris está reproduciendo esta investigación con perros en los Estados Unidos. Los detalles de sus investigaciones se encuentran en www.skeptiko.com.
Otros tipos de telepatía animal también se pueden investigar experimentalmente, por ejemplo, la aparente habilidad de los perros para saber cuándo se les van a llevar de paseo o caminata. En estos experimentos, los perros se mantienen en un cuarto separado o dependencia y han sido grabados en vídeo de forma continua.
Mientras tanto, su dueño, en un tiempo al azar seleccionado, piensa salir a pasear con ellos y luego cinco minutos más tarde lo hace; entonces nuestros experimentos preliminares demostraron que los perros exhibían obvia alegría cuando sus dueños estaban pensando en sacarlos o pasear o llevarlos de caminata, aunque ellos no podían haberlo sabido por medios sensoriales normales. No manifestaban tal entusiasmo en otros momentos.
El caso más extraordinario de la telepatía animal que he encontrado es con un loro gris africano, N’kisi, que tiene el vocabulario mas grande que cualquier animal en el mundo-actualmente más de 1.400 palabras. N’kisi usa el lenguaje de una manera significativa y habla en oraciones.
Su dueño, Aimee Morgana, se refiere principalmente a la exploración de sus habilidades lingüísticas, pero se dio cuenta que a menudo el loro respondía a lo que ella está pensando, diciendo en voz alta lo que ella está pensando. Aimee y yo llevamos a cabo ensayos, controlados con fotografías, aleatorios en un sobre cerrado.
Con una serie de pruebas grabadas en vídeo, Aimee abrió un sobre y miraba en silencio la imagen durante 2 minutos, mientras N’kisi, en otra habitación, de otro piso, estaba también siendo filmada; en muchos de los ensayos; dijo con palabras las correspondientes imágenes que Aimee estaba mirando. Estos resultados fueron estadísticamente muy significativos.
Hay mucho potencial para futuras investigaciones sobre la telepatía animal, y si los animales domésticos tienen telepatía con sus dueños, entonces es muy probable que los animales tengan telepatía entre ellos, y todo esto puede desempeñar un papel importante en la naturaleza animal.
Algunos naturalistas ya han sugerido que la coordinación de las bandadas de aves y manadas de animales pueden suponer algo como la telepatía, así, como podría haber comunicación entre los miembros de un grupo de lobos.
EL SENTIDO DE LA ORIENTACIÓN
Las palomas mensajeras pueden encontrar el camino de regreso a su “palomar” a más de cientos de kilómetros de terrenos desconocidos. La migración de las golondrinas europeas viajan miles de millas a sus tierras de reproducción en África, y luego en primavera retornan a su lugar natal, hasta el mismo edificio en el que anidaron antes.
Algunos perros, gatos, caballos y otros animales domésticos también tienen un buen sentido de orientación y pueden regresar camino a casa desde lugares desconocidos a muchos kilómetros de distancia.
Es increíble como las palomas pueden encontrar el mismo lugar año tras año. (Lam Stephanie / La Gran Época)
La mayor parte de las investigaciones sobre la orientación de los animales ha sido realizada con palomas mensajeras, y esta investigación de muchas décadas solo ha servido para profundizar el entendimiento del problema de la capacidad de la radiogoniometría.
Su navegación está dirigida hacia un objetivo, e implica que los animales saben dónde está su casa, aun cuando ellos están en lugares y terrenos desconocidos que tienen que cruzar.
Si las aves son capturadas y llevadas en camionetas cerradas por rutas intrincadas, estas no conocerían el camino a casa, teniendo que recordar las vueltas y revueltas del viaje de ida; sin embargo logran encontrar el camino a casa a la perfección, al igual que las aves que han sido anestesiados en el viaje de ida o transportadas en tambores rotativos.
Ellas no navegan orientándose por el sol, ya que las palomas pueden llegar a la casa en los días nublados e incluso pueden ser entrenadas para navegar por la noche. Sin embargo, podrán utilizar el sol como una sencilla brújula para mantener su rumbo.
Aunque ellos se valen de los sitios conocidos en el terreno familiar, pueden regresar a casa desde lugares desconocidos a cientos de kilómetros, donde ninguna señal familiar le es visible. Ellos no pueden oler su casa a cientos de millas, sobre todo cuando hay tantos vientos, aunque el olor pueda jugar una parte importante en su capacidad de orientación cuando ellos están cerca del territorio familiar. Las palomas, privadas de su sentido del olor, por los investigadores, fueron todavía capaces de encontrar sus hogares.
Algunos biólogos esperan que lo del sentido de orientación de las palomas mensajeras puedan llegar a ser explicable en términos de un sentido magnético. Pero incluso si las palomas tienen un sentido de brújula, esto no podría explicar su capacidad de guía para navegar. Si usted fuese llevado con los ojos vendados a un lugar desconocido y le dan una brújula, usted sabría dónde esta el norte, pero no la dirección de su hogar.
El fracaso de los intentos convencionales para explicar la orientación de las palomas mensajeras y muchos otros tipos de navegación animal, implica la existencia de un sentido de dirección que aún no es reconocida por la ciencia oficial.
Esto podría tener importantes implicaciones para la comprensión de las migraciones de los animales y podría arrojar luz sobre el sentido humano de la dirección, mucho más desarrollados en los pueblos tradicionales, como los bosquimanos del Kalahari o navegantes polinesios, que en la población urbana moderna.
PREMONICIONES
Muy pocas investigaciones se han hecho sobre las premoniciones de los animales, incluso en el caso de los terremotos y los tsunamis donde tales advertencias pueden resultar muy útiles.
Algunos de estas prevenciones podrían ser explicables en términos de indicios físicos, tales como los cambios eléctricos antes de los terremotos y tormentas.
Otras premoniciones son más misteriosas, como el caso de los animales que se anticiparon a las incursiones aéreas, durante la Segunda Guerra Mundial, mucho antes de que se hubiera oído a los aviones enemigos acercándose, o de animales que se agitan antes de que ocurran accidentes imprevisibles.
Aquí la precognición o el presentimiento pueden estar implicados, quizás pueda tratarse de una influencia del pasado, o una nublada distinción entre el futuro, presente y pasado.
Los tres tipos de percepciones – la telepatía, el sentido de la dirección, y las premoniciones – parecen ser más desarrollado en las especies no humanas como los perros que están entre la gente. Tenemos mucho que aprender de nuestros compañeros animales y sobre nosotros mismos.
Fuente: La Gran Epoca