Los biólogos de la Universidad de Tufts han cortado la cabeza de un gusano, y luego han visto cómo se regeneraba tanto su cabeza como el cerebro, y también, milagrosamente, los recuerdos almacenados anteriormente. A primera vista, este resultado parece confirmar la memoria celular, la teoría de que los datos son almacenados de alguna forma por las células que están fuera del cerebro. Tendrá que haber más investigación, sin duda, antes de que se confirme esta hipótesis tan controvertida.
Los investigadores de Tufts prueban la memoria de las planarias, gusanos planos simples bien conocidos por sus propiedades regenerativas. Estos gusanos pueden ser cortados a pedazos, y luego cada trozo se convierte en un nuevo gusano completo. En un estudio previo, una trozo tan pequeño como la 1/279ª parte del gusano original volvía a crecer como un organismo completo al cabo de unas semanas.
Esta sorprendente la regeneración se debe a un gran número de células madre pluripotentes que constituyen alrededor del 20% del gusano. Estas células madre adultas, llamado neoblastos, pueden convertirse en cualquiera de los tipos celulares requeridos para regenerar la planaria, incluso las células cerebrales.
A las planarias no les gusta las luces brillantes y los espacios abiertos, pero con debido entrenamiento pueden aprender a ignorarlo. Para los investigadores de Tuft, este entrenamiento consistió en colocar a las planarias en una placa de Petri, con la comida iluminada por una luz brillante en el centro. Después de 10 días, sus pequeños cerebros aprendieron que el espacio brillante y abierto del centro de la placa de Petri no era tan malo después de todo, la comida los mantenía con vida. Más tarde, fueron decapitados y se les dejó que crecieran de nuevo, algo que tardó alrededor de 14 días. Los gusanos regenerados se colocaron a continuación en el mismo entorno, para ver qué partes de su entrenamiento anterior recordaban.
Según los investigadores, los gusanos no recordaban inmediatamente cómo conseguir la comida, pero después de una única sesión de rápido entrenamiento, de repente se acordaron de que no debían tener miedo a los espacios abiertos más brillantes. Parecería que una única sesión de entrenamiento fue suficiente para “refrescar” sus cerebros con los recuerdos aprendidos. Hay que comparar esto con el proceso de entrenamiento inicial, que duró 10 días y un montón de sesiones de entrenamiento.
Los investigadores no saben realmente cómo se recuperan estos recuerdos. Especulan que los recuerdos pueden ser almacenados en otras partes del cuerpo, tal vez en las neuronas que componen el sistema nervioso del gusano (ver diagrama de imagen primera). Es posible que el sistema nervioso también aprenda durante el entrenamiento, y entonces, de alguna manera estas neuronas desempeñen un papel en la recreación de viejos recuerdos cuando el cerebro se regenera.
Necesitaremos mucha más investigación para saber exactamente lo que aquí está ocurriendo y, lo más importante, si otros animales, incluyendo a los humanos, también almacenan recuerdos fuera del cerebro.
– Fuente: doi: 10.1242/jeb.087809 – “An automated training paradigm reveals long-term memory in planaria and its persistence through head regeneration”. Related open-access papers: doi: 10.1242/bio.20123400 y doi:10.1371/journal.pcbi.1002481.
– Imagen: Regeneración planaria © ExtremeTech
– Imagen: Sistema nervioso planaria © ExtremeTech