La policía brasileña usó gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar a cientos de personas que se manifestaban contra los costes elevados de la visita del papa Francisco, comunicaron hoy medios nacionales.
Los manifestantes se congregaron frente al palacio de Guanabara, en Río de Janeiro, en el momento del encuentro del papa y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. La policía empezó a actuar cuando se pusieron a lanzar cócteles molotov contra los agentes. Unas cuantas personas resultaron heridas y otras, quedaron detenidas.
Según se informa, las autoridades destinaron 53 millones de dólares para preparar el viaje del pontífice, sin embargo, la mayoría de los brasileños están contentos con la visita del papa. Decenas de miles de fieles acogieron con cánticos de alegría a Francisco, que aterrizó en Brasil el lunes para participar en la celebración del Jornada Mundial de la Juventud.
Durante el vuelo el papa mantuvo una conversación de más de 45 minutos con los periodistas que le acompañaban y les llamó a colaborar por el “bien de la sociedad”. También confirmó su decisión anunciada antes del viaje el pontífice de no participar en ninguna rueda de prensa ni dar entrevistas.