¿Por qué nos ponemos nostálgicos?

Una colaboración de lalunagatuna

¿Por qué nos ponemos nostálgicos?

¿Sabías que el término “nostalgia” surgió en el siglo XVII para describir una enfermedad que atacaba a los mercenarios suecos cuando peleaban lejos de casa? Aunque no lo creas, ese sentimiento que hoy invade a la sociedad en forma de artículos vintage, refritos y lugares temáticos, antes era considerado patológico.

Pero más allá de si la nostalgia sea buena o mala, llama la atención que, al parecer, el ser humano siempre ha estado un poco obsesionado con el pasado.
Clay Routledge, psicólogo social de la Universidad de Dakota del Norte, describe la nostalgia como un anhelo por el pasado. Las memorias nostálgicas tienden a ser positivas y a enfocarse en eventos importantes de la vida de una persona; especialmente sucesos que involucran a seres queridos.
Routledge hizo varios estudios para comprender los efectos de la nostalgia y así, definir si ésta es positiva o negativa. El investigador descubrió que la nostalgia en definitiva no era patológica, por el contrario, recordar memorias gratas ponía a las personas de muy buen humor.
Routledge reporta que las personas nostálgicas mejoraban su autoestima y su percepción sobre el sentido de la vida. Y es que al recordar buenas experiencias, la nostalgia aumenta la sensación de que eres importante y de que la vida está llena de significado y objetivos. Además, aumenta la percepción de conectividad social, haciéndote recordar que eres querido y valorado por las personas que te importan.
Según la revista Scientific American, la nostalgia reduce el estrés y te hace sentir lleno de energía, inspiración y optimismo sobre el futuro, añadiendo a la salud psicológica de las personas.
La nostalgia puede desencadenarse con objetos, canciones, olores y personas familiares. Sin embargo, curiosamente, los participantes de los estudios de Routledge reportan que la nostalgia suele embargarlos más comúnmente en situaciones estresantes o cuando se sienten solos, sugiriendo que ésta aparece con el fin de subsanar una situación psicológica que amenaza el bienestar de la persona.
Routledge confirmó esta teoría al exponer a los participantes a noticias pesimistas, falsos exámenes que diagnosticaban soledad y ensayos filosóficos que hablaban sobre la insignificancia de la vida: todos los individuos expuestos a estos materiales se sintieron nostálgicos para el final de la prueba.
La nostalgia no es una enfermedad. Es un recurso psicológico que la gente utiliza para contrarrestar emociones negativas y sentimientos de vulnerabilidad. La nostalgia le permite a la gente utilizar experiencias del pasado para soportar retos del presente. Al parecer, la nostalgia tiene un futuro esperanzador”, concluye Routledge en Scientific American.
Fuente quo.mx

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