PITÁGORAS: La Música como Perfección, Salud, y Armonía. PITÁGORAS DE SAMOS Y LA MÚSICA COMO PERFECCIÓN. EL UNIVERSO EXPLICADO COMO ARMONÍA.

Una colaboración de lalunagatuna

Daniel Martín Sáez

“En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad”
Schopenhauer (Filósofo)

Los pitagóricos, una secta filosófica surgida en el siglo sexto antes de Cristo, con la simple herramienta de la contemplación y el pensamiento, se antepusieron a los avances de la técnica científica, llegando a conclusiones que no han podido ser ratificadas hasta miles de años después. La música producida por las esferas es una de ellas, pero hay más. La finalidad de este artículo es explicar la concepción de la música que tenían los pitagóricos y cómo llegaron a ella. Todo ello, situado en el contexto histórico y filosófico concerniente.

Pitágoras de Samos

La mayoría de las veces, los filósofos han tratado a la música como a algo baladí, no por no sentir una satisfacción espiritual ante ella, de lo cual no cabe duda en cualquier personalidad intelectual, sino por no prestarle una atención conforme a lo que se merece. De este modo, los filósofos han errado, a lo largo de la historia, dejando de lado un tema revestido de importancia para la ética y la educación, tal y como afirmará Aristóteles (384 – 322 a. de J.C.).

Pitágoras pertenece al círculo de los llamados Presocráticos, cuyas doctrinas nos fueron legadas de forma incompleta y ambigua, ya que la mayoría de los escritos fueron perdidos en tiempos pretéritos y lo poco que nos queda forma parte de una tradición doxográfica reducida (Diógenes Laercio del siglo III d. De J.C. -Vida de los más ilustres filósofos griegos- es un claro ejemplo). No obstante, sí podemos destacar una serie de acontecimientos característicos importantes a la hora de afrontar un tema tan antiguo y escabroso. En primer lugar, hay que destacar de forma rápida, el llamado paso del mito al lógos (razonamiento, palabra…).

Esto es, el paso de una mentalidad en la que cualquier acontecimiento era explicado de forma gratuita mediante creencias religiosas (algo así como: “¿Una inundación? ¡ha sido Poseidón!”) a otra mentalidad en la cual, fuera de alejarse de creencias religiosas (eso no llegará hasta bien entrado el segundo milenio después de cristo) los acontecimientos de la vida y de la naturaleza serán explicados mediante la razón. Será así como aparezcan los primeros físicos y, pronto, la filosofía, enraizada en el intelectualismo socrático. Este paso citado fue iniciado por Thales de Mileto y diligentemente seguido por Pitágoras.

Es seguramente el más importante filósofo matemático de la historia. Nacido en la isla de Samos, en la época del gran tirano Polycrates (¿-522 a. De J.C.) pronto se trasladaría a Crotona (estando en desacuerdo con el gobierno tiránico vigente en su isla natal) donde fundará su escuela religioso-matemática a forma de secta, siendo sus discípulos nombrados pitagóricos.

Tal y como afirma Bertrand Russell (1872-1970) “fundó una religión cuyos dogmas principales eran la transmigración de las almas y que el comer alubias era un pecado. Su religión se incorporó en una orden religiosa, que en algunos lugares adquirió el control del Estado, y estableció una regla de los santos (…) fueron admitidos hombres y mujeres en igualdad de condiciones; la propiedad era común (…) los descubrimientos (…) fueron considerados colectivos (…) atribuidos a Pitágoras aun después de su muerte” (RUSSELL, B. 2005) marcando así su rara personalidad y algunas de las características principales del pitagorismo.

Después de esta escueta resolución de hechos generales, y con la intención de no aburrir al lector, vayamos al tema que nos interesa: que suene la música.

Pitágoras es un idealista, no sólo en el campo de la religión sino también en el de la separación entre lo conocido mediante los sentidos (que nos engañan) y lo conocido mediante el intelecto (que nos lleva a la verdad). Idea que pronto adoptarán Platón y sus secuaces, como S. Agustín (354-430 d. De J.C.) en su lucha contra los sentidos. De este modo, aparece una de las primeras manifestaciones filosóficas de devaluación de los sentidos como fuente de conocimiento, estando en su lugar el intelecto. He ahí donde entra en juego la matemática y la música.

Los pitagóricos, ante el hecho de que algunos entes reales (para ellos, todos) podían ser explicadas con principios matemáticos, llegaron a la conclusión de que las matemáticas son la verdadera representación de la realidad, lo perfecto (siendo esta perfección cognoscible solo mediante el intelecto). De ahí que afirmasen que “todas las cosas eran números”, y, una vez tomado esto como premisa, que los números, las operaciones aritméticas, tienen una gran importancia en la música. De ahí surgirá la utilización del término armonía en las matemáticas y, por ende, en la definición del estado del mundo. El término armonía debe ser entendido como formación de una escala y, sobre todo, como orden, no como lo que conocemos actualmente, pues la música en Grecia era aún melódica. Aristóteles explica muy acertadamente estas ideas en el siguiente fragmento:

En tiempo de estos filósofos y antes que ellos, los llamados pitagóricos se dedicaron por de pronto a las matemáticas, e hicieron progresar esta ciencia. Embebidos en este estudio, creyeron que los principios de las matemáticas eran los principios de todos los seres. Los números son por su naturaleza anteriores a las cosas, y los pitagóricos creían percibir en los números más bien que en el fuego, la tierra y el agua, una multitud de analogías con lo que existe y lo que se produce.

Tal combinación de números, por ejemplo, les parecía ser la justicia, tal otra el alma y la inteligencia, tal otra la oportunidad; y así, poco más o menos, hacían con todo lo demás; por último, veían en los números las combinaciones de la música y sus acordes. Pareciéndoles que estaban formadas todas las cosas a semejanza de los números, y siendo por otra parte los números anteriores a todas las cosas, creyeron que los elementos de los números son los elementos de todos los seres, y que el cielo en su conjunto es una armonía y un número. Todas las concordancias que podían descubrir en los números y en la música, junto con los fenómenos del cielo y sus partes y con el orden del Universo, las reunían, y de esta manera formaban un sistema. (Aristóteles, Metafísica, capítulo 5, libro I)

Como indica Bernabé “se le atribuye a Pitágoras el descubrimiento de los intervalos musicales regulares; esto es, la comprobación del hecho de que las escalas se componían a base de dividir la cuerda en las proporciones 1:2, 3:2, 4:3.”. Y aun hay más. Una de las fuentes de conocimiento de nuestro autor relata lo siguiente: “Pitágoras, según dice Jenócrates [396-314 a. De J.C.], descubrió que los intervalos en música no pueden originarse sin el número, ya que consisten en la combinación de una cantidad con otra. Así que examinó a qué se debía el que los intervalos fueran concordantes o discordantes y, en general, el origen de todo lo armónico y lo inarmónico” (Berbabé 2002).

Recordando la idea de la transmigración de las almas antes citada, queda como conclusión una especie de eterno retorno. La historia se repite. Todo permanece de algún modo, como los números, de forma perfecta, armónica. ¿Qué es esto sino armonía, entendida como “conveniente proporción y correspondencia de unas cosas con otras” (RAE) ?. De ahí que llamarancosmos (orden) al universo y buscaran una verdad inteligible (mediante las matemáticas).

Por otra parte, y esto nos sirve de ayuda para la explicación posterior, destaca la idea de la purificación del alma (kátharsis). La música era considerada por Pitágoras, de forma muy acertada, como un algo eterno mediante lo cual se consigue la purificación de lo que llaman alma. Otra fuente nos lo ratifica: “purificaban su cuerpo por medio de la medicina y su alma por medio de la música” (esta frase será repetida por Platón: “La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”). Además, los pitagóricos, como buenos filósofos, consideraban la contemplación como uno de los requisitos fundamentales de su doctrina y de la vida del filósofo, del que quiere saber, purificarse, ser feliz. Una de las anécdotas más conocidas es la siguiente: “Decía que la vida se parece a quienes se congregan con ocasión de unos juegos: unos acuden para competir; otros, por el comercio, pero los mejores, como espectadores”. Esos espectadores son los que visualizan, los que tocan, pero también, y sobre todo, los que escuchan.

Ergo llegamos a dos conclusiones claras: la música es importante como medio de contemplación (y, por tanto, de conocimiento inteligible) y como medio de purificación espiritual. Lógicamente, dentro de esta purificación espiritual no se excluyen temas menos importantes, tales como el desahogo de malestares psíquicos o el apaciguamiento interior efímero.

Para ir terminando esta somera pero intensa explicación, creo conveniente para vuestra diversión y conocimiento el explicar de forma breve la teoría pitagórica sobre la armonía producida por los planetas al moverse, esto es: la armonía o música de las esferas. Esta teoría, que parece haber sido ratificada por los científicos en los últimos años, postulaba que el universo, como si de un instrumento se tratase, a través del movimiento de las esferas producía una serie de sonidos.

Esto es, las esferas al moverse producen un sonido, aunque no perceptible por el hombre por haberse acostumbrado a él con el paso de los años, existente. Este sonido era diferente según la esfera que estuviese en movimiento, así, según las proporciones aritméticas de sus órbitas alrededor de la tierra, se producía un tono u otro. De modo que al sonar todas al mismo tiempo componían una armonía perfecta. Esta teoría no solo fue discutida por los pitagóricos sino que ha sido cuestionada desde entonces hasta nuestros días. Además, esta teoría les sirvió a los pitagóricos para argumentar a favor de las matemáticas y de que “todo son números”, pues bien es sabido que la música depende a su vez de unas proporciones. Un claro ejemplo del llamado “milagro griego”, de cómo una sociedad tan poco avanzada en técnicas hacía proposiciones con la sola herramienta de su pensamiento.

Finalmente, hay que destacar la idea de que el movimiento pitagórico formará parte importante de las nuevas doctrinas (la platónica y aristotélica por ejemplo) pues atraparon conceptos irrefutables tales como algunos de los matemáticos o los que admiten la idea de la purificación o el paso a lo inteligente que se produce escuchando, creando o interpretando música.

Otros autores, ya sean literatos, pintores, o arquitectos, confirmarán estos ideales: “Cuando no me ve nadie, como ahora, gusto de imaginar a veces si no será la música la única respuesta posible para algunas preguntas” (Buero Vallejo – relación de la música con el conocimiento) “Desde que el hombre existe ha habido música. pero también los animales, los átomos y las estrellas hacen música.” (Karlheinz Stockhausen – la eternidad de la música y la armonía de las esferas) “El pensamiento, cuanto más puro, tiene su número, su medida, su música.” (Zambrano, M. – la armonía como medida matemática y vía de conocimiento). Son solo algunos ejemplos de la voluptuosidad de la doctrina pitagórica en cuanto a la música.

BIBLIOGRAFÍA:
– RUSSELL, B. Historia de la Filosofía, Gredos, Madrid: 2005
– BERNABÉ, A. De Tales a Demócrito, Alianza, Madrid: 2002.
– ARISTÓTELES. Metafísica, Gedos, Madrid: 2002.
Artículo escrito por Daniel Martín Sáez
Desde España
Fecha de publicación: Abril del 2007.
Artículo que vió la luz en la revista nº 0003 de Sinfonía Virtual.

MAS INFO:

http://www.sinfoniavirtual.com/composiciones.php
http://www.hagaselamusica.com/
http://www.opusmusica.com/
http://www.contraclave.org/

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La música dentro de nosotros: mística musical

Todos tenemos a la música dentro de nosotros. Y esta no es una declaración abstracta ni es en nosotros una simple decoración, sino un hecho comprobado científicamente. Las moléculas de ADN “suenan” dentro de nosotros y es muy importante que la musica de afuera este en consonancia con la musica de adentro.

Los científicos prestan mucha atención a las investigaciones acerca de la influencia de la música sobre los seres humanos. La atención a estas investigaciones ha incrementado recientemente y sus resultados son muy interesantes y convincentes. Por ejemplo, se ha demostrado que después de escuchar musica clásica, aumenta la producción de leche de las vacas y las mimosas crecen más rápidamente y florecen 2 semanas antes. 120 madres amamantadoras participaron en un experimento en Japón. Algunas mujeres escuchaba música clásica, otras mujeres escuchaban música pop y rock. En el primer grupo la cantidad de leche aumentó en un 20 por ciento, y en el segundo grupo – se redujo dos veces la cantidad inicial.

Tales investigaciones son el intento de sintetizar la ciencia y el arte (música). Pero en la antigua India, la ciencia y el arte se consideraban ser las partes del poder creativo único. Todo el conocimiento de la antigua India, se puede encontrar en los Vedas (Santa Escritura India) y uno de los cuatro principales Vedas Sama-Veda está enteramente dedicado a la música. De acuerdo con los Vedas, la creación del mundo comenzó a partir del sonido primordial “OM”, que apareció en la división del Todopoderoso (Sadashiva) y su energía creativa (Adi Shakti). “OM” fue el fundamento del universo y el primer sonido musical.

El sistema sutil del humano consta de 7 chakras principales (centros energéticos) y 3 canales, que controlan la actividad mental, emocional y física de la persona. Las 7 chakras de nuestro cuerpo sutil giran con una cierta frecuencia y forman una octava, que consiste en 7 tonos de altura adecuada. Los intervalos entre ellos, deben reflejar los intervalos entre los chakras.

Estos tonos fueron llamados sonidos musicales – notas ( ’svars’ en la música india). Suenan – sa, re, ga, ma, pa, da, ni y están en consonancia con los chakras – desde el primero hasta el séptimo. 5 notas pueden cambiar (descender y ascender) creando 5 sonidos adicionales (los aspectos izquierdos y derechos de los chakras). Así, estas notas son incorporadas en el cuerpo sutil y representan el “deposito” ideal de la información, el depósito de los sentimientos, emociones, deseos y pensamientos, que tiene el compositor o artista.

Mientras escucha música, una persona recibe alguna influencia a nivel sutil, que más tarde aparece en el cuerpo físico. Las mismas notas pueden traer destrucción o bien, depende de la condición interna de la persona. Por ejemplo, la ira, la agresión, la intoxicación por drogas, etc, que tienen poder sobre la mente del compositor o músico, se encontraran reflejadas en su música. Hay algunos estilos y formas de la música que sólo reflejan estas malas cualidades. Esa música puede hacer daño, no sólo al músico, sino también a la persona que lo escuche. Personas claras, inspiradas, con una mente lúcida nunca van a crear este tipo de música. Ellos crearon sólo la música popular con una gran variedad y la música clásica que tiene sus raíces en la música popular.

Escuchemos a la musica, esta está en consonancia con la música dentro de nosotros.

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¿Un piano dentro de un quirófano?: Se comprueba el efecto sanador de la música

El sonido de la música de un piano dentro de un quirófano fue la primera señal de que algo inusual estaba sucediendo. Había, ciertamente, un piano de verdad allí. Mientras que el cirujano estimulaba al paciente a prestar atención a la música que él tocaba en el piano, fue sedado y preparado para la cirugía. Con el paciente y el equipo listos, la música finalmente se detuvo y el cirujano se puso de pie para comenzar su día de trabajo.

Este experimento en Hawaii estaba tratando de comprobar si la música tiene algún efecto sobre la salud, los dolores y sobre los signos vitales, tales como la presión sanguínea, la respiración o los niveles de hormonas y anticuerpos. Mientras tanto, un segundo equipo de investigadores encontraron que la música tiene un efecto poderoso sobre el sistema inmunológico, mejorando los compuestos que defienden al cuerpo contra las infecciones.

La evidencia es cada vez mayor de que la música puede tener efectos beneficiarios para los pacientes. Los investigadores han estado buscando efectos sobre condiciones varias, como derrames cerebrales, autismos, problemas de corazón, salud mental, depresiones, dolores, extremidades fracturadas, Alzheimer y enfermedades pulmonares. La música de flauta se utilizó también para aliviar la ansiedad antes de las operaciones, y la música de arpa para reducir el dolor luego de la cirugía; algunas investigaciones dicen que puede ser tan efectiva como un Valium.

Escuchar música se considera que ayuda a recuperarse luego de un derrame cerebral o de un ataque al corazón. Un estudio de 60 hombres y mujeres en la Universidad de Helsinki encontró que los pacientes que escucharon música, luego de tener un derrame cerebral, se recuperaron mejor. Tres meses luego del derrame, la memoria mejoró un 60% en aquellos que escucharon música, comparado al 29% que estuvieron en un grupo de control. La concentración, el estado de ánimo y la atención al detalle también mejoraron en el grupo que escuchó música en un 17%, comparado con ningún cambio en el otro.

Se encontró que la música ayuda a aliviar el dolor agudo. Una investigación en la Universidad Dongsan de Korea sobre 40 pacientes con piernas fracturadas demostró que 30 a 60 minutos de música al día, ayudó a reducir los niveles de dolor y de presión arterial, y también mejoró las tasas de respiración. La inmunidad también se beneficia. Investigadores Sudafricanos usaron exitosamente el “Magnificat de Bach” para mejorar el estado de ánimo, reforzar el sistema inmunológico y disminuir las hormonas de estrés en las personas sometidas a la fisioterapia por una enfermedad pulmonar infecciosa.

Escuchar regularmente música también puede reducir la presión arterial alta. Los pacientes que escucharon 25 minutos de música al día durante cuatro semanas, redujeron su presión arterial, mientras que un grupo de control que no escuchó música no tuvo ningún cambio en su condición. Luego de 4 semanas, el descenso medio para el grupo de música en la presión arterial sistólica fue de 11.8 mmHg y para la diastólica, de 4.7 mmHg. No hubo cambios significantes en el grupo de control. “La terapia musical puede ser un tratamiento alternativo para la hipertensión”, dijeron los investigadores de la Universidad de Hong Kong.

Algunas investigaciones dicen que no toda la música es efectiva. Los tonos y el tempo parecen ser más importantes que la melodía, el ritmo, la armonía o el timbre. Los ritmos vigorosos de música demostraron tener un efecto contrario, dando lugar a emociones negativas. ¿Cómo deriva exactamente el cuerpo en beneficios de salud a través de la música? Por un lado, puede trabajar simplemente como una distracción, alejando a la mente del dolor. Cuando se expone a personas sanas a un dolor experimental, como fueron expuestos en la investigación de la Universidad Glasgow Caledonian, lo toleraron en mayor medida cuando estaban escuchando a su música favorita.

Pero la distracción no es la única manera en que los síntomas se alivian. Un estudio de recuperación por un derrame cerebro vascular encontró que la música es procesada y manipulada por partes diferentes del cerebro, y una sugerencia es que al mantener la atención del paciente, estimula las células nerviosas que atraviesan la región dañada por el derrame. Una teoría es que funciona a través de los circuitos emocionales del cerebro, los cuales tienen efecto en la producción de hormonas clave, las cuales a su vez tienen impacto en las funciones del cuerpo, desde reparar nervios hasta aliviar el dolor.

Las investigaciones más recientes, realizadas por el Instituto “Max Planck” para Ciencias Cognitivas y del Cerebro en Leipzig y por la Universidad de Sussex, proporcionaron nuevas pruebas de como estimula la música al sistema inmunológico. Los investigadores llevaron a cabo dos estudios mirando a los efectos de la música en las hormonas del estrés. Luego de exponer alrededor de 300 personas a música dance, los investigadores midieron los niveles de inmunoglobulina A o IgA y de las hormonas incluyendo a las crisol y a la adrenocorticotropa.

Los resultados demostraron que los niveles de cortisol se redujeron significativamente, mientras que los niveles de IgA aumentaron considerablemente en los que se expusieron a la música por alrededor de 50 minutos. Entre los efectos implicados se vio afectada también la inflamación y el comportamiento; y el estado de ánimo mejoró notablemente en los expuestos a la música. Estos descubrimientos proporcionan pistas para entender el rol de la música en la salud. La Cortisol es una hormona producida en respuesta al estrés e incrementa la presión sanguínea y los niveles de azúcar en la sangre, y debilita al sistema inmunológico. La reducción de los niveles de la hormona en respuesta a la música podría explicar la reducción en la presión arterial y en el riesgo de infecciones encontrados por otros investigadores.

El aumento en la IgA también es un descubrimiento importante porque es un anticuerpo que juega un papel esencial en la protección del cuerpo contra las infecciones y las alergias. En algunos casos, la música fue efectiva como terapia contra la droga. En el hospital Mutua de Terrassa, en Barcelona, los doctores compararon la efectividad de la música con el Valium en reducir la ansiedad antes de una cirugía en 207 pacientes. Un grupo tomó el Valium, mientras que el otro escuchó música durante el día de la cirugía. Después de la operación, se testeó la presión sanguínea y no hubo diferencia entre los dos grupos.

De regreso a la Universidad de Hawaii, los pacientes sometidos a la cirugía oftálmica fueron llevados antes de ser sedados, y el cirujano, un pianista entrenado, tocó algunas canciones, cada una tocada en tiempos medios bajos. La presión arterial y la frecuencia respiratoria mejoraron en el grupo de pacientes que escuchó música comparados con el grupo de control.

“Este es el primer estudio sobre el efecto de la música clásica de piano sobre los signos vitales de los pacientes”, dijeron los doctores de la Universidad de Hawaii, quienes señalaron que la presencia inusual de un piano en el teatro de operaciones quirúrgico no le dio lugar a efectos adversos en los pacientes.

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