Algunos caracoles en Irlanda y los Montes Pirineos (en la frontera entre Francia y España) son casi idénticos genéticamente, y la explicación más probable para ello es que individuos de una población de caracoles de los Pirineos fueron transportados a través del Atlántico, de Francia hacia Irlanda, durante una migración humana hace 8.000 años.
Angus Davison y Adele Grindon, de la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido, han comprobado que ambas poblaciones de caracoles comparten pa
trones similares en sus caparazones, así como también genes mitocondriales que son raramente vistos en otras áreas de Europa.
Ésta es una pauta muy clara, la cual resulta difícil de explicar excepto por la acción del Ser Humano.
Si esos caracoles de la especie Cepaea nemoralis colonizaron Irlanda de forma natural, sería lógico encontrar algunos del mismo tipo genético en otras áreas de Europa, especialmente en Gran Bretaña.
Sin embargo, no están en el resto del Reino Unido.
Existen registros arqueológicos de poblaciones humanas del Periodo Mesolítico o la Edad de Piedra alimentándose de caracoles en los Pirineos, y quizás incluso invirtiendo esfuerzos en su crianza.
Tal vez algunos caracoles fueron transportados inadvertidamente en enseres que los emigrantes llevaron consigo en su viaje.
O quizá sí fueron parte intencionada del equipaje, con la intención de hacer que se multiplicasen en el lugar de destino y seguir disponiendo allí de esta fuente de alimento.