Un ecologista evolutivo de la Universidad de Southampton, está utilizando los “granos de arena” para entender más sobre el proceso de la evolución.
El Dr. Thomas Ezard utiliza los fósiles de criaturas acuáticas microscópicas, llamadas foraminíferosplanctónicos, a menudo de menos de un milímetro de tamaño, que se puede encontrar en todos los océanos del mundo. Los restos de sus conchas se asemejan a los granos de arena para el ojo humano, y datan de hace cientos de millones de años.
El nuevo artículo, por el Dr. Ezard, publicado el 9 de agosto de 2013, en el journal Methods in Ecology & Evolution, abre un debate sobre la mejor manera de entender cómo llegan a existir las nuevas especies (especiación). A este debate le concierne saber si los registros fósiles, como los de los foraminíferos planctónicos, contienen evidencias útiles de la especiación, dado el estudio molecular de la evolución. La evolución molecular utiliza tradicionalmente las evidencias de las especies que están vivas hoy día para determinar la posible apariencia de sus antepasados, mientras que esta nueva investigación promueve la importancia de la utilización de los registros fósiles en conjunción con los modelos moleculares.
El Dr. Ezard, del Instituto de Ciencias de la Vida en Southampton, señala: “Los foraminíferos planctónicos han existido desde hace muchos millones de años y como las rocas contienen grupos de su misma especie, se pueden fechar con precisión, podemos utilizar sus fósiles y comprobar cómo las especies evolucionan con el tiempo. También pueden ver cómo se desarrollan las diferencias entre los miembros individuales de las especies y, en teoría, cómo se va formando una nueva especie.
“Con esta controvertida hipótesis queremos testear los procesos que conducen a una nueva especie provocando un corto y agudo estallido de cambios rápidos genéticos. Esto es controvertido porque es muy difícil detectar con precisión estas nuevas especies que devienen a la existencia sin los datos fósiles, es más frecuente determinarlo a partir de hechos supuestos estudiando las especies vivas de la actualidad, y con el uso de pruebas moleculares.”
En el artículo, el Dr. Ezard y sus colegas, el Dr. Gavin Thomas, de la Universidad de Sheffield y el profesor Andy Purvis, del Imperial College de Londres, hacen hincapié en la importancia de usar las evidencias fósiles y moleculares para estudiar la evolución. Su intención es que ambos tipos de datos puedan difundirse en el futuro estudio de la evolución.
Para apoyar su investigación, el Dr. Ezard ha recibido una beca avanzada del Natural Environment Research Council (NERC), con la que estudiar cómo la variación entre los individuos genera un variación entre las especies. Se llevará a cabo esta investigación interdisciplinaria en el Centro de Ciencias Biológicas de la Universidad, en estrecha colaboración con investigadores del Océano y Ciencias de la Tierra en el Centro Nacional de Oceanografía de Southampton.
– Imagen Una muestra de foraminífero planctónico. Crédito: The University of Southampton.
– Imagen 2) Ammonia tepida, otro ejemplo de foraminífero planctónico. Wikipedia
– Fuente: University of Southampton.
– Publicación: Thomas H. G. Ezard, Gavin H. Thomas, Andy Purvis. Inclusion of a near-complete fossil record reveals speciation-related molecular evolution. Methods in Ecology and Evolution, 2013; 4 (8): 745DOI: 10.1111/2041-210X.12089 .