Con la administración de Obama acercándose rápidamente a la fecha límite de julio para retirar las tropas de Afganistán, Pakistán se está moviendo hacia el punto de mira de la conquista como siguiente objetivo de la «guerra contra el terror«, con helicópteros de la OTAN lanzando un ataque contra un puesto militar paquistaní hoy, desencadenando un tiroteo que hirió a dos soldados, mientras Pakistán se acerca a China en un esfuerzo por evitar el aislamiento geopolítico.
Aunque la OTAN afirmó que estaba respondiendo a un ataque sin provocación, Pakistán presentó una «enérgica protesta», afirmando que sus soldados no hacían más que responder a una incursión ilegal en el espacio aéreo paquistaní.
«El incidente es seguro que añadirá mas peso sobre las relaciones entre EEUU y Pakistán, que ya han sido empujadas casi al punto de ruptura después de la incursión el 2 de mayo en Abbottabad para matar a Bin Laden, con el parlamento de Pakistán condenando la operación como una violación de la soberanía nacional,» informa Reuters.
Los líderes políticos de Pakistán, así como sus ciudadanos han sido vociferantes en sus protestas contra los ataques de EEUU con aviones no tripulados Predator en el país que han matado a 10 personas inocentes por cada «miliciano» muerto. Estas declaraciones llegaron a su punto más álgido en los días antes de el anuncio de Obama de que los «Navy Seals» habían matado a Bin Laden en un complejo en Abbottabad.
Washington se mostró furioso también sobre el papel del ISI de Pakistán en la expulsión del agente de la CIA Raymond Davis, que mató a dos paquistaníes que afirmaba trataban de robarle en enero.
El relato detrás de la fábula de Osama sirvió para acusar a Pakistán de esconder el paradero de Bin Laden, cuando en realidad fue el gobierno de los EE.UU. el que se negó en numerosas oportunidades claras a matar a Bin Laden, a pesar de que conocía su ubicación exacta en el transcurso de varios años.
Mientras Washington cada vez más trata de aislar a Pakistán tras la dudosa operación de ataque contra Bin Laden, Islamabad se está volviendo a su viejo aliado de apoyo – China – una asociación que parece, «más atractiva después de que la muerte de Osama bin Laden haya tensado aún más los lazos de Pakistán con Washington,» informa Associated Press.
«El sentimiento es mutuo, con China ahora en el proceso de apuntalar sus relaciones con Islamabad, Afganistán y otros estados de Asia Central en vista de una esperada disminución de la presencia de EE.UU. ya que que se acabaan las operaciones militares en Afganistán.»
El ataque de la OTAN se produjo pocas horas después de que el primer ministro paquistaní Yusuf Raza Gilani llegara a Beijing.
David Firedoglake Dayen describe la profundización de la crisis como una «guerra no declarada» contra Pakistán, señalando que la administración Obama está buscando «cambiar su guerra en Afganistán por una guerra en Pakistán«.
EEUU ha acelerado las conversaciones con los líderes talibanes, mientras preparan su salida del país, pero está lejos de irse a casa. Lo que parece probable es que las tropas estadounidenses se utilicen como carne de cañón para la próxima estacada del imperio en Pakistán.
Dadas las calientes relaciones entre el Pakistán nuclear y China, además de su hostilidad hacia el compañero miembro del club nuclear, India, no hace falta ser un genio para darse cuenta de lo que todo esto podría dar lugar. Cualquier conflicto de EE.UU. con Pakistán podría escalar y dar lugar a una importante confrontación con China, un escenario que podría mover las manecillas del reloj del juicio final unos minutos más cerca de la medianoche.
El ex jefe del ISI paquistaní Hamid Gul joned dijo en el Show de Alex Jones que la situación podría dar lugar a la proxima guerra mundial si no se controla.