Los centauros son cuerpos menores de nuestro sistema solar que han desconcertado a los astrónomos durante mucho tiempo porque parecen tanto asteroides como cometas. Los centauros, que orbitan entre Júpiter y Neptuno, fueron nombrados así en referencia a la mítica criatura, mitad humano y mitad caballo, llamada centauro, debido a la naturaleza dual de estos astros.
Un nuevo estudio realizado a partir de observaciones hechas por el satélite WISE de la NASA, apuntan a un origen cometario para la mayoría de estos objetos, lo que sugiere que provienen de la región más externa del sistema solar. En este contexto, “origen cometario” define a un objeto que probablemente está hecho del mismo material que un cometa, que pudo ser un cometa activo en el pasado (por ejemplo mostrando una cola al estar cerca del Sol), y que podría volver a estar activo nuevamente en el futuro.
Los datos infrarrojos obtenidos en la sección de rastreo de asteroides de la Misión WISE (una sección o submisión llamada NEOWISE) han aportado información reveladora sobre los albedos (reflectividad) de los astros, capaz de ayudar a los astrónomos a clasificar con bastante precisión la población. Las observaciones de la submisión NEOWISE son lo bastante buenas como para desvelar si un centauro tiene una superficie mate y oscura o una brillante que refleja más luz.
Los resultados obtenidos por el equipo de James Bauer, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, y Tommy Grav del Instituto de Ciencia Planetaria en Tucson, Arizona, indican que aproximadamente dos tercios de la población de centauros son cometas, que proceden de los confines helados de nuestro sistema solar. No está claro si el resto son asteroides. Por tanto, los centauros no han perdido su halo de misterio por completo, y habrá que esperar a futuras investigaciones, hechas a partir de datos del rastreo NEOWISE, para aclarar del todo el enigma.