El gobierno del Territorio del Norte de Australia ha decidido derogar la antigua ley que declaraba ilegal la adivinación por medio de cartas del tarot y la brujería.
Resultó que la ley de 1735, heredada de Gran Bretaña, se mantuvo en la recopilación de las leyes modernas del territorio.
De acuerdo con la ley, cualquier persona que predice el futuro o practica la brujería podría ir a la cárcel por un año. A los delincuentes también se les podían lanzar verduras.