Una colaboración de lalunagatuna
Los himnos ingleses tienen un encanto especial porque van directo al corazón y al espíritu. Suelen estar compuestos para ser cantados por la congregación, por lo que muchos se convierte en populares. La obra que te traigo hoy es especialmente bella y te elevará el alma desde el principio. Su compositor es un debutante. ¡Bienvenido, maestro!
Se trata de John Ireland (1879-1962), compositor británico nacido en Bowdon. Era pianista y profesor. La pérdida de sus padres durante su juventud labró en él un carácter introspectivo. En su música muchas veces intenta evadirse y trasladarse a un pasado en el que todo era mejor. Gran parte de su vida transcurrió como organista y director de coros, aunque también era un eminente profesor. En el Royal College of Music fue profesor de Benjamin Britten. Siempre tuvo una salud débil lo cual mermó también sus fuerzas. A pesar de todo, su última etapa fue la mejor. Aunque ya no componía vio cómo se incrementaba el interés en su música, en gran parte debido a la creación en 1960 de la “John Ireland Society”.
Precisamente para coro y órgano es la obra que te traigo hoy, titulada Ex ore innocentium. Concretamente, es para coro de voces blancas (por tanto cantando solo una línea vocal) y órgano (o piano). Fue compuesta en 1944. Con un texto del reverendo William Walsham How, Ireland agradece a Dios los dones que nos da poniéndolo en boca de inocentes (en este caso el coro de niños). A pesar de su título en latín, el texto está escrito en inglés. Como te he dicho antes, este bellísimo himno (anthem), lleno de sencillez y con la única pretensión de alabar a Dios se ha convertido en una obra popular en el mundo anglosajón. Espero que la disfrutes.
La interpretación que te traigo es la de The Boy Choristers of Wells Cathedral.
http://blogs.periodistadigital.com/aeterna.php/2013/08/23/p339112#more339112