por Kaos. Internacional
Fuente: Agencias
El parlamento británico rechazó este jueves una propuesta del gobierno de David Cameron que abría las puertas a una respuesta militar contra el régimen sirio por haber recurrido presuntamente a armas químicas.
“Está claro que el parlamento británico no quiere una acción militar británica”, dijo Cameron tras la votación. “Tomo nota y el gobierno actuará en consecuencia”, añadió.
La moción gubernamental fue rechazada por 285 diputados y aprobada por 272. La negativa vino no sólo de la oposición sino de las mismas filas de la coalición gubernamental conservadora-liberal, que cuenta con 359 de los 650 escaños de la Cámara de los Comunes.
El primer ministro trató de convencer a la oposición laborista de atacar al régimen sirio de Bashar al Assad por su supuesta implicación en un ataque con armas químicas.
En la sesión, Cameron admitió no estar totalmente seguro de la responsabilidad de Al Assad e invitó a los diputados a formarse su opinión.
“No existe un 100% de certeza sobre quién es el responsable. Tienen que establecer su dictamen” sobre el ataque del 21 de agosto, dijo. ”No existe una prueba de inteligencia determinante”, continuó.
La oposición laborista esgrimió el precedente de la guerra de Irak para pedir que se espere el resultado de la investigación de la ONU, con lo que habrá una segunda votación en los próximos días.
El líder de la oposición, el laborista David Miliband, no descartó hoy apoyar en un futuro una intervención militar en Siria, pero exigió que se otorgue más tiempo a los inspectores de la ONU y se reúnan “pruebas convincentes”.
“Las pruebas tienen que preceder a la acción y no la acción a las pruebas”, le respondió Miliband.
El endurecimiento en las últimas horas de las condiciones de los laboristas para aprobar el uso de la fuerza -que enfureció a Cameron, según el diario The Times-, hizo que el gobierno suavizara la moción que someterá al parlamento.
Así, los diputados, que habían sido convocados de urgencia, se pronunciaron en contra sobre el principio general de una acción militar y en una segunda ocasión, que difícilmente será antes del lunes, a favor o en contra del uso concreto de la fuerza.
Las similitudes con lo ocurrido con Irak en 2003 han templado los ánimos en Reino Unido. El entonces primer ministro, el laborista Tony Blair, sumó al país a una operación que costó miles de vidas y que mantiene a tropas británicas en el país 10 años después. Si bien Sadam Husein fue derrocado, nunca se hallaron las armas de destrucción masiva que justificaron la invasión.
Un sondeo difundido por el diario The Times este jueves revela el poco apoyo popular a una acción militar contra Siria: 22% a favor y 51% en contra (27% no saben, no contestan).
Naciones Unidas
Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, que tienen derecho a veto, se reunieron este jueves para tratar la crisis provocada por el uso de armas químicas en Siria, pero no lograron avanzar, indicaron diplomáticos.
Los embajadores de los cinco países (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China) discutieron por segunda vez, durante 45 minutos, sobre la iniciativa británica que debe autorizar “todas las medidas necesarias en virtud del capítulo VII de la Carta de la ONU para proteger a los civiles de las armas químicas” en Siria.
Este capítulo prevé medidas coercitivas que pueden llegar hasta una intervención militar.
Ninguno de los diplomáticos, de Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos, hicieron comentarios a la prensa al término del encuentro.
“No hubo convergencia de puntos de vista” entre Moscú y los tres países (Estados Unidos, Francia y Reino Unido) que se preparan para una eventual operación militar, explica un diplomático cubierto por el anonimato. “Los rusos expusieron su punto de vista que no ha cambiado” y no se fijó ninguna fecha para una nueva reunión.
El embajador británico ante la ONU, Mark Lyall, había anunciado previamente que Rusia, principal aliado del presidente sirio Bashar al Asad, convocó la reunión.
Moscú y Pekín rechazaron varios proyectos de sanciones contra Damasco.
El régimen de Bashar al-Asad es acusado de haber empleado armas químicas, en un ataque que dejó 1.300 civiles muertos en las afueras de Damasco. El gobierno de Estados Unidos anunció este jueves que se reserva el derecho a actuar de forma unilateral en Siria sin esperar la decisión de la ONU o de aliados como Gran Bretaña.
Estados Unidos
Estados Unidos se prepara para dar a conocer pruebas contra el régimen de Bashar al-Asad, al que responsabiliza del ataque químico de la semana pasada, y que justificarían una intervención militar para la que da por hecho que no habrá respaldo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU).
El Departamento de Estado dejó claro que Estados Unidos no espera un compromiso de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EE. UU., Reino Unido, Francia, Rusia y China) sobre una resolución que respalde una “respuesta significativa” a Siria.
Reino Unido presentó ayer un proyecto de resolución que contemplaba el uso de “todas las medidas necesarias bajo el Capítulo 7 de la Carta de la ONU para proteger a los civiles de las armas químicas” y condenaba el supuesto uso de este tipo de armamento por parte del régimen de al-Asad.
Pero es improbable que se adopte esta resolución. La portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf, reveló que en la reunión de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad sobre Siria, “Rusia ha sido el más intransigente”, y que China abandonó el encuentro al mismo tiempo que lo hizo el representante de Moscú.
“Estados Unidos continuará sus consultas y tomará las acciones apropiadas para responder (a Siria) en los próximos días”, dijo Harf.
El canciller británico, William Hague, también admitió que era “improbable” que el Consejo adopte el proyecto de resolución, e insistió en que hay que actuar incluso sin el aval de la ONU frente a un “crimen contra la humanidad”.
La división entre Rusia y China por un lado, y Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, por otro, refleja fielmente las posiciones de cada uno sobre el conflicto que ya causó más de 100.000 muertos y empujó a millones de sirios a abandonar el país desde marzo de 2011.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo a la cadena PBS que no ha “tomado aún una decisión, pero la norma internacional contra el uso de armas químicas tiene que ser mantenida”.
El mandatario agregó, sin embargo, que ha “llegado a la conclusión de que un compromiso militar directo, participación en la guerra civil en Siria , no ayudaría a la situación en el terreno”.
Dudas sobre investigación. La portavoz estadounidense Harf rebajó las expectativas sobre las conclusiones de los inspectores de la ONU que han viajado a las zonas de las afueras de Damasco, afectadas por el ataque químico de hace una semana, que ocasionó, supuestamente, centenares de muertos.
“Creemos que es demasiado tarde para que la inspección de las Naciones Unidas sea creíble, dado el daño causado por el masivo bombardeo de artillería en las zonas afectadas, y vamos a tomar nuestras propias decisiones sobre una respuesta, con nuestros tiempos” , indicó ayer Harf.
Los expertos de la ONU terminaron ayer su segunda jornada de trabajo. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, indicó que necesitarán cuatro días para finalizar su misión en el terreno, antes de realizar los análisis científicos y elaborar un informe.
Rusia, aliada del régimen sirio, con derecho de veto, ya bloqueó junto a China varias resoluciones sobre Siria y considera que el Consejo de Seguridad debe esperar el informe de los expertos de la ONU .
Aunque la Casa Blanca sigue reiterando que no hay una decisión tomada sobre cómo responder, los medios estadounidenses dan por sentado que Washington actuará, militarmente, con el respaldo de sus socios de la OTAN, que públicamente se han mostrado de acuerdo en que es necesario responder.
Previsiblemente, los ataques solo durarían unos tres días. Se llevarían a cabo con misiles lanzados desde el mar Mediterráneo o con bombardeos aéreos, y tendrían el objetivo de “castigar” a al-Asad, pero no el de derrocarlo.