África Austral tiene un ambicioso plan de desarrollo de infraestructura. Aquí, Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo. Crédito: Einberger/argum/EED/IPS.
LILONGWE/JOHANNESBURGO, 2 sep 2013 (IPS) – La Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) busca nuevas formas de financiar su ambicioso plan regional de infraestructura porque las naciones occidentales y las instituciones financieras multilaterales le hacen el vacío.
“Nadie se ha presentado a financiar ninguno de los proyectos que hemos planteado. Yo estuve en Japón, Estados Unidos y Gran Bretaña, entre otros países”, dijo a IPS el secretario ejecutivo adjunto de la SADC, João Samuel Caholo.
“Lo que nos frena como SADC es nuestra incapacidad de financiar nuestras propias prioridades y programas. Por lo tanto, tenemos que establecer un mecanismo de financiación sostenible si queremos mostrar que estamos comprometidos y progresando”, sostuvo.
Sin embargo, expertos ponen en duda que la SADC tenga la madurez para manejar proyectos ambiciosos como el Plan Maestro Regional de Desarrollo de Infraestructura (RIDMP, por sus siglas en inglés), cuyo costo se estima en 500.000 millones de dólares.
El RIDMP está concebido para reconstruir la infraestructura vial, ferroviaria y portuaria, aumentar la capacidad de generación eléctrica, establecer sistemas de comunicación y meteorológicos, así como asegurar acceso al agua y su distribución por cañerías.
“La SADC tiene el potencial y estamos apelando a la buena voluntad de todos los estados miembro”, dijo Caholo.
El muy esperado Fondo de Desarrollo de la SADC seguirá el modelo del Banco Europeo de Inversiones y otros emprendimientos regionales similares. Los países del bloque aportarán 1.200 millones de dólares, o 51 por ciento. El sector privado contribuirá con 37 por ciento y socios internacionales aportarán el restante 12 por ciento.
Las contribuciones se realizarán en un período de cinco años a partir de este año, en base a la capacidad de pago y fortaleza institucional de cada país, y a otros criterios,que Caholo se mostró reticente a divulgar.
“Si luego de cinco años un país no paga su parte, se le reclamarán sus acciones y se las distribuirá entre los estados que cumplan, a fin de que se mantenga la cuota de 51 por ciento para los estados africanos”, dijo Caholo.
Sin embargo, un estado miembro todavía podrá acceder a fondos para sus proyectos de desarrollo, tal como se plantea en el RIDMP.
Eltie Links, presidente de “Doing Business in Africa” (haciendo negocios en África) de la Escuela de Negocios Stellenbosch de la Universidad de Sudáfrica, dijo a IPS que “la SADC como organismo regional tendría que pensar en los objetivos y la administración de una nueva rama de financiamiento”.
“Como la región comprende a una cantidad de países con diferentes grados de desarrollo, es esencial que una parte de la asistencia se otorgue a economías que están sufriendo. Pero esto solo es posible si hay suficiente fortaleza económica y financiera en el organismo regional”, sostuvo Links.
Según él, no hay dudas sobre la necesidad de infraestructura, pero la ayuda al desarrollo canalizada a través de la SADC “siempre será a costa del apoyo bilateral concedido por estos mismos países (donantes) a los países necesitados de la región”.
También será necesario convencer a los donantes de que ahora la SADC está en una etapa en la que puede manejar proyectos multimillonarios en dólares, indicó.
“Los antecedentes de la SADC en cuanto a organización y buen gobierno fueron cuestionados en el pasado, a tal punto que persisten todavía las percepciones de que es un organismo débil en materia de gobernanza; por eso no obtendrá el tipo de apoyo que se requiere para un órgano de financiamiento de proyectos”, dijo Links.
“También tendrá que demostrar la capacidad de administrar y manejar ese financiamiento y esos proyectos, algo que todavía despierta dudas”, añadió.
El presidente de la firma consultora Frontier Advisory, Martyn Davies, cree que la Secretaría de la SADC no debería ser el órgano que busque financiación para los proyectos, sino que debe centrarse en coordinarlos y llevarlos al punto de que sean bancarizables.
“Lamentablemente, la SADC no hace suficiente para armonizar la búsqueda de la integración regional, y necesita hacer más para promover la facilitación del comercio y de los flujos de capitales”, dijo Davies a IPS.
“Los donantes trabajan con la SADC, pero el compromiso más importante debería ser con las grandes empresas, y esto hoy es insuficiente. Es necesaria una mayor comunicación de parte de la SADC sobre su rol, y también una llegada y un compromiso con las empresas a fin de implementar mejor estos objetivos”, agregó.
El asesor comercial John Mare también estima que inicialmente la SADC debería desempeñar un papel de coordinación.
No se necesita una nueva institución dedicada a financiar proyectos porque “ya hay demasiadas, pero la SADC puede ayudar a dar forma a proyectos bancarizables y relacionarlos con las prioridades” del bloque, dijo Mare a IPS.
Sí se requieren mejores capacidades dentro de la SADC para trabajar en esos proyectos y, especialmente, para coordinar mecanismos entre todos los actores en los planos nacional y regional, agregó.
“Un desafío clave es mejorar la coordinación con otras organizaciones regionales que integran a muchos miembros del bloque. Esto es de crucial importancia, y la tragedia es que se dice que la SADC tiene más capacidad que muchas otras organizaciones regionales en África”, dijo Mare.
Aunque hay muchos proyectos potenciales en África, lo que falta son mecanismos que los guíen, sostuvo.
No hay escasez de iniciativas, indicó Davies, pero“el desafío radica en impulsar la cooperación entre los respectivos gobiernos y en llevar los proyectos a la bancarización”.
“Nunca vi un proyecto bueno que no pueda obtener financiamiento cuando la política está alineada”, concluyó.
http://www.ipsnoticias.net/2013/09/africa-austral-busca-reconstuirse-pese-a-desprecio-de-occidente/