Según el diario libanés As Safir, citando fuentes de la inteligencia rusa, el pasado 3 de septiembre la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), lanzó dos misiles hacia Siria desde la base naval de Rota, en territorio español.
Dicho lanzamiento fue detectado al momento por los radares rusos, que consiguieron derribar uno de los misiles y desviar el otro hacia el mar Mediterráneo. Esta rápida respuesta del Kremlin frustró la estrategia de las potencias imperialistas, que pretendían con esta agresión desencadenar una guerra en el país con el objetivo de derrocar al Presidente constitucional sirio, Bashar Al Assad.
Esta información fue revelada este jueves 19 de septiembre por Manibal Sarkis, médico cardiólogo sirio residente en la ciudad de Barcelona, durante una conferencia organizada por colectivos anti-imperialistas.
Durante el acto, Sarkis advirtió de que países como Estados Unidos, Turquía, Francia, Israel y las monarquías del Golfo tienen el punto de mira puesto en el país asiático, debido a su situación geo-estratégica, a su riqueza en recursos naturales y al carácter laico y anti-imperialista del Ejecutivo de Al Assad.
El ponente denunció que Washington y sus aliados buscan debilitar y fragmentar a los pueblos árabes a través de guerras, desestabilización y fundamentalismos religiosos. Por ello, aseguró, existe una cooperación entre los servicios de inteligencia israelíes, estadounidenses, turcos, jordanos, kuwaitíes y qataríes para entrenar, armar e infiltrar entre 60.000 y 100.000 militantes del Frente Al Nusra y Al Qaeda en territorio sirio.
“Estamos hablando de una guerra que tiene tres dimensiones: la guerra propagandística, la guerra económica y la guerra militar”, dijo Sarkis.
Ataque desde territorio español
Las informaciones reveladas por Sarkis están en sintonía con los hechos ocurridos antes del ataque. El 20 de abril, España autorizó al Pentágono el uso de sus bases militares para intervenir en Siria. Este acuerdo suponía el despliegue de 500 marines estadounidenses y ocho aviones de guerra en la base militar de Morón de la Frontera, ubicada en Sevilla, y la llegada de 4 destructores y otros 1.100 militares norteamericanos a la base naval de Rota, en Cádiz.
A esto hay que añadir que el pasado 10 de septiembre, el portavoz del Grupo Popular de la Comisión de Asuntos Exteriores, José María Beneyto, aseguró en relación al conflicto sirio que España respaldaría las decisiones que adoptaran sus aliados y eso incluía permitir la utilización de sus bases militares.
Beneyto dijo que si finalmente “EEUU y Francia toman la decisión de intervenir y EEUU a través de la OTAN, o directamente, solicitara la utilización de las bases que hay en España, obviamente, España cumpliría con sus obligaciones internacionales”.
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