Se trata de un sistema formado por cables de fibra óptica de 34.000 kilómetros de longitud, con una capacidad de 12,8 terabits por segundo, que unirá Rusia, China, India, Sudáfrica y Brasil (es decir, los BRICS), con EE.UU. Su finalidad será garantizar a millones de personas un acceso a Internet fácil y barato.
Asimismo, ofrecerá acceso inmediato de los países del bloque a 21 países africanos y permitirá que estas naciones tengan acceso a las economías de los BRICS.
Las etapas de planificación y factibilidad comenzaron en marzo de 2011, pocos meses después de la admisión de Sudáfrica en el bloque económico, y se estima que el sistema entrará en funcionamiento a partir del segundo semestre de 2014.