Una colaboración de Pauline
Mucha gente cree que en el 2012 no pasó nada, que la historia del Gran Ciclo Cósmico de 26.000 años y su asociación con el diluvio universal hace 13.000 años fue un cuento de nueva era. No saben que en el anterior período Atlante la consciencia de la humanidad operaba de manera muy distinta, que el hemisferio cerebral más utilizado era el derecho, el de la sensibilidad, la intuición y lo inconsciente. Su conciencia y su memoria eran semi colectivas, grupales como la de los aborígenes australianos. Solo que el grupo actuaba como una unidad uniforme, en el rebaño no había lugar para ovejas negras o fucsias, todas eran blancas, casi no existía la individualidad que hoy experimentamos.
Luego del diluvio universal -como consecuencia del cambio de frecuencia resonante residente en la cavidad hermética conformada entre la corteza terrestre y la ionosfera- la humanidad comenzó a utilizar progresivamente el hemisferio izquierdo. La lógica, lo consciente, las matemáticas y la razón, dieron lugar a la ciencia y la tecnología que hoy utilizamos, además de la individualidad extrema, egoísta, competitiva e insensible que mueve a nuestro mundo.
En estos tiempos el cambio de frecuencia vuelve a repetirse como consecuencia del aumento en la irradiación del sol. Su energía ha sobrecargado la Ionosfera – la piel de la atmósfera- aumentando la cantidad de rayos, centellas y tormentas eléctricas simultáneas que ocurren alrededor del planeta. Tantos rayos al caer y el golpe que le dan a la superficie de la tierra, han acelerado la onda de extrema baja frecuencia vibratoria que da vueltas y resuena en el interior de la cavidad hermética. La frecuencia de resonancia Schumann, una onda esférica escalar estacionaria que oscila en la atmósfera, pasó de 8 a 13 ciclos por segundo.
Este aumento cíclico -cada 13.000 años- no es casual, forma parte del Plan Divino que impulsa la evolución de la consciencia de todos los seres humanos. Ahora su propósito es lograr la sincronización hemisférica incrementando el uso del hemisferio derecho, hoy sub utilizado. La nueva frecuencia está impulsando la espiritualidad, los seres humanos están más sensibles e intuitivos, el rango de percepción de sus sentidos se está ampliando hacia lo invisible. Niños índigo y cristal nacen con otros 4 codones activados en el ADN, lo que les da capacidades paranormales. La mujer -que usa más el hemisferio derecho que el planeta está potenciando- hoy está más interesada en lo trascendente, muchas comenzaron a percibir el aura, a tener conexiones telepáticas, precognicciones y están entrando en un proceso de responsabilidad espiritual por su vida y la de su familia que antes no existía.
Hoy la tecnología y el internet están impulsando la creación de grupos y nichos con intereses comunes, en todo el planeta. Sólo que ahora esos grupos están conformados por individuos distintos, aparecen rebaños con ovejas negras, ovejas gay y punk que comparten las mismas metas. Esto está induciendo un aumento del respeto, la tolerancia, la flexibilidad e incluso de neutralidad en toda la humanidad. Todos son estados de ser y conductas fundamentadas en la naturaleza esencial del amor, lo que por supuesto está elevando el nivel de consciencia de la humanidad. Y esto es sólo una de la innumerable cantidad de cosas que hoy están sucediendo…
Fernando Malkún: “Los 13 Cielos”