Nos remontamos en esta ocasión a uno de los lugares mas emblemáticos de la isla de Gran Canaria no sólo por el uso que se hace de él, sino también por su edad y acontecimientos que atesora en su interior; éste edificio no es otro que el Palacio de Justicia de Las Palmas de Gran Canaria.
Este antiguo edificio, situado en el barrio de Vegueta, en la capital grancanaria, es un inmueble de relativa nueva construcción, aunque sus cimientos fueron erigidos sobre un antiguo convento agustino. En su ala lateral posee una gran torre que une a dicho edificio con la iglesia de San Agustín, adyacente al palacio de justicia, aunque dicha torre pertenece al ministerio de justicia; y es en ésta torre donde suceden la mayoría de los acontecimientos que relatamos a continuación.
Según cuentan diversos testimonios, tanto de empleados del interior como de personas que esporádicamente han frecuentado el lugar, en su interior suceden una serie de manifestaciones de índole paranormal, que como relatan dichas personas van desde el movimiento de pesados muebles, al encendido y apagado de las luces del edificio, pasando por ruidos, voces y cánticos de procedencia desconocida.
Estos fenómenos llevan aconteciendo durante mas de 20 años en el palacio de la justicia, y a lo largo de los años son diversos los comentarios que han visto luz en la prensa local de labios de los funcionarios que trabajan en su interior, como «escuchar pasos, risas, luces que se encienden solas al paso de las personas, o incluso cánticos, a lo que el personal de vigilancia acude para comprobar posteriormente que no hay nadie en dicho lugar. Además de contemplar los funcionarios que ahí trabajan como se rodaban muebles o máquinas; y, en ocasiones en ciertas habitaciones, sienten como una energía que les observa, aunque nunca han visto nada mas allá de sombras en las paredes, que si bien son algo que les sobresalta, nunca le han visto ua silueta determinante o extraña como para sentenciarla como algo explícitamente paranormal».
El cuerpo de seguridad del lugar también vierte cierta veracidad al efecto de escuchar voces, ruidos y sonidos extraños, aunque se muestran algo mas reticentes en la creencia de algo fuera de lo meramente empírico a ciencia cierta, y tachan dichos acontecimientos con total seguridad a que pueden ser ruidos normales, bien por animales en el patio interior, o bien por el crujir de la madera del lugar.´Éste último dato es bastante curioso, ya que como se puede comprobar in situ en el palacio y varias personas lo han afirmado así, el edificio carece de cualquier estructura de madera, por lo que el origen de los crujidos de dicho material a partir de su estructura son meramente imposibles.
Es en este lugar donde ciertos testimonios se contradicen, los funcionarios de justicia de su interior, así como diversos testigos ocasionales afirman de movimientos, ruidos, risas y cánticos en su interior, a lo que el cuerpo de seguridad responde que nunca han presenciado nada a lo que no le pudieran dar una explicación lógica, aunque no desmienten que sean testigos de sonidos de procedencia incierta.
Y es en el origen de este lugar donde muchos orientan la explicación a los misterios que esconden sus frías paredes en un silencio sepulcral, ya que, como mencionábamos al comienzo de este artículo, el palacio de justicia fue construido sobre los cimientos de un antiguo convento agustino, lo que daría cierta explicación a los fenómenos de cánticos y diversos sonidos que algunos testigos coinciden que sucede en su interior, siendo las almas en pena de los agustinos muertos en dicho convento los protagonistas de esas fúnebres manifestaciones.
A pesar de que, en la actualidad, no se conoce a ciencia cierta el porqué de dichos fenómenos, lo que sí es cierto es que, bajo el techo del palacio de justicia grancanario se esconde un secreto que espera ser descubierto algún día.