Una masiva manifestación convocada este lunes, en respaldo a los educadores públicos que se mantienen en huelga desde hace varias semanas en Río de Janeiro, al sur de Brasil, culminó con fuertes y violentos enfrentamientos con la policía y anarquistas enmascarados que asediaron edificios en el centro de la ciudad.
Los enfrentamientos ocurrieron poco después de que unas 20 mil personas participaron en la marcha de apoyo a las reivindicaciones de los profesores que recorrió la avenida Río Branco, principal arteria del centro de la ciudad, para rechazar el plan de ascensos y reajustes salariales propuesto por la Alcaldía y aprobado por el Concejo Municipal.
La manifestación comenzó pacíficamente en horas de la tarde y la presencia de la Policía fue discreta. Sin embargo, ya entrada la noche, los manifestantes llegaron al Concejo Municipal y grupos de encapuchados se infiltraron para provocar a las autoridades y generar así los primeros focos de violencia.
Los encapuchados se integraron como miembros de un grupo conocido como “black blocs”, que defiende el uso de la violencia en las protestas, quebraron ventanales de algunas agencias bancarias e intentaron invadir la sede del Legislativo municipal.
Igualmente, pintaron letreros en las paredes externas del Concejo, exigiendo la renuncia del alcalde Eduardo Paes, así como también prendieron fuego a basuras arrojadas frente al edificio y a un autobús que pasaba por el centro para montar una barricada.
En ese momento, los profesores que lideraban la marcha optaron por ponerle fin a la movilización y abandonar la zona, por no estar de acuerdo con los actos violentos.
Al final, el batallón de choque de la Policía local terminó dispersando a los manifestantes que permanecían en las adyacencias del Concejo con gases lacrimógenos.
De esta manera culminó la movilización convocada a través de las redes sociales, para apoyar una huelga de maestros de escuelas públicas que comenzó hace más de dos meses, por un mejor paquete salarial y plan de carrera.
Violencia en Sao Paulo
Por otro lado, en Sao Paulo (sur) otra protesta de apoyo a los profesores en huelga en Río derivó en el enfrentamiento entre policías y manifestantes en la plaza de la República, situada en el centro de la ciudad, obligando a muchos comerciantes a cerrar sus negocios.
Los manifestantes violentos, algunos de ellos enmascarados, rompieron los cristales de diferentes sucursales bancarias y provocaron daños en el mobiliario público.
La marcha fue convocada por estudiantes de la Universidad de Sao Paulo (USP) y de la Central Sindical Popular (Conlutas), aunque también se infiltraron integrantes del “black blocs” que dejaron un rastro de cristales rotos, teléfonos públicos destruidos y fachadas pintadas.
La policía de Sao Paulo también dispersó a los manifestantes, luego de que un grupo minoritario disparara artefactos pirotécnicos contra los uniformados.