Las primeras evidencias de un cometa que entró en la atmósfera de la Tierra y explotó, provocando una onda de choque en forma de una lluvia de fuego que arrasó toda forma de vida en su trayectoria.
El descubrimiento no sólo ha proporcionado la primera prueba definitiva de un cometa impactando la Tierra hace millones de años, sino que puede ayudarnos a revelar en el futuro, los secretos de la formación de nuestro sistema solar.
“Los cometas siempre han estado visitando nuestros cielos, son estas bolas de nieve sucia de hielo mezclado con polvo, pero hasta ahora, nunca antes se había encontrado el material de un cometa en la Tierra”, señala el profesor David Block de la Universidad de Wits.
El cometa entró en la atmósfera de la Tierra, sobrevolando Egipto, hace unos 28 millones de años. Al entrar en la atmósfera explotó, provocando el calentamiento de la arena del suelo a una temperatura de unos 2.000 ºC, lo que dio lugar a la formación de una gran cantidad de vidrio de sílice de color amarillo, que se encuentra disperso en un área de 6.000 kilómetros cuadrados en el Sahara. Un magnífico ejemplar de este vidrio, pulido por los antiguos joyeros, se encuentra en el broche de Tutankamon con su llamativo escarabajo amarillo-marrón.
La investigación, que será publicada en Earth and Planetary Science Letters, se llevada a cabo gracias a la colaboración de geocientíficos, físicos y astrónomos, incluyendo a Block, el autor principal y profesor Jan Kramer de la Universidad de Johannesburgo, el Dr. Marco Andreoli del South African Nuclear Energy Corporation, y Chris Harris de la Universidad Ciudad del Cabo.
El centro de atención de este equipo fue un misterioso guijarro negro, encontrado años antes por un geólogo egipcio, en el área del cristal de silicio. Después de realizar los análisis químicos altamente sofisticados de esta piedra, los autores llegaron a la conclusión de que representaba la primera muestra conocida del núcleo de un cometa, en lugar de un tipo poco común de meteorito.
Kramers describe este científico como un momento de euforia. “Es la típica euforia científica cuando se eliminan todas las demás opciones y llegas a la comprensión de lo que debe ser eso que tienes ahí”, dijo.
El impacto de la explosión también produjo diamantes microscópicos”. Los diamantes se producen a partir de un material que contiene carbono. Normalmente se forman en lo profundo de la Tierra, donde la presión es muy alta, aunque también se pueden generar tales presiones a causa de un gran impacto. Y esto es lo que pasó, debido al gran impacto del cometa se produjeron los diamantes”, dice Kramers.
El equipo ha denominado a esta gravilla de diamante “Hipatia”, en honor a la primera mujer conocida como matemático, astrónoma y filósofa, Hipatia de Alejandría.
Material del cometa es realmente esquivo de encontrar. Sus fragmentos no se han hallado en la Tierra sino en las partículas de polvo de tamaño microscópico en la atmósfera superior, y en algo de polvo rico en carbono del hielo antártico. Las agencias espaciales han gastado miles de millones en garantizar las cantidades más pequeñas de esta prístina materia del cometa.
“La NASA y la ESA (Agencia Espacial Europea) gastaron miles de millones de dólares recogiendo unos pocos microgramos de material del cometa para traerlo de vuelta a la Tierra, y ahora tenemos un nuevo enfoque radical de estudio de este material, sin tener que gastar tantos millones en su recogida”, dice Kramers.
El estudio de Hipatia se ha convertido en un programa internacional de colaboración para la investigación, coordinado por Andreoli, que consiste en un número creciente de científicos procedentes de una variedad de disciplinas. El Dr. Mario di Martino, del Observatorio Astrofísico de Turín, ha dirigido varias expediciones a la zona acristalada del desierto.
“Los cometas contienen muchos secretos que permiten desvelar la formación de nuestro sistema solar, y este descubrimiento nos da una oportunidad sin precedentes para estudiar el material del cometa de primera mano”, concluye Block.
– Fuente : Universidad de Wits .
– Publicación: Jan D. Kramers, Marco A.G. Andreoli, Maria Atanasova, Georgy A. Belyanin, David L. Block, Chris Franklyn, Chris Harris, Mpho Lekgoathi, Charles S. Montross, Tshepo Ntsoane, Vittoria Pischedda, Patience Segonyane, K.S. (Fanus) Viljoen, Johan E. Westraadt. Unique chemistry of a diamond-bearing pebble from the Libyan Desert Glass strewnfield, SW Egypt: Evidence for a shocked comet fragment. Earth and Planetary Science Letters, 2013; 382: 21 DOI: 10.1016/j.epsl.2013.09.003 .
– Ilustración: Interpretación del artista de un cometa que explotó en la atmósfera de la Tierra por encima de Egipto. Crédito: Terry Bakker .
– Imagen 1) Pectoral de Tutankamon. Un escarabajo central de vídrio. Imagen 2) Muestra de vídrio del área del desierto de Libia. Ambas de Wikipedia. – See more at: http://bitnavegante.blogspot.com.es/2013/10/primeras-evidencias-del-estallido-de-un-cometa.html#sthash.iBRPrn40.dpuf