De acuerdo al reporte de los investigadores que vieron el video del acontecimiento:
Un hombre parado en un tren Muni repleto de gente saca una pistola calibre .45.
Levanta la pistola, apuntándola hacia el pasillo, y luego la baja a su costado. La vuelve a sacar varias veces e incluso con pistola en mano se limpia la nariz. Docenas de pasajeros están parados a uno o dos metros de él, pero ninguno reacciona.
Sus ojos, concentrados en sus smartphones y tabletas, no se levantan hasta que el criminal dispara una bala a la espalda de un estudiante que se está bajando del tren.
Los investigadores dicen que esta escena fue capturada por una cámara en septiembre 23, la noche que Nikhom Thephakaysone, un hombre de treinta años, presuntamente mató a Justin Valdez, de veinte, en lo que pareció un encuentro espontáneo. Creen que el sospechoso había estado “cazando” a algún extraño que matar.
Lo increíble de todo es que los pasajeros estuvieran tan aislados en su propio mundo como para que el sospechoso sacara la pistola y apuntara varias veces sin que siquiera de reojo se dieran cuanta. “Estos no fueron movimientos sigilosos”, apunta el abogado George Gascon. “La pistola es muy clara. Estas personas están muy cerca de él, y nadie lo ve. Están tan absorbidos, texteando y leyendo y jugando Candy Crush”. Lo más grave de todo esto es que el futuro no promete una solución fácil, al menos que Google Glass creara un software de reconocimiento de armas.