En julio de 2012 se confirmó la existencia del bosón de Higgs en el Gran Colisionador de Hadrones del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), un hallazgo que abría un enorme campo de investigación en el que muchos físicos trabajarán durante décadas, tal vez siglos.
La última investigación aparece en un estudio que se publicará próximamente en la revista Physical Review Letters y en el que los físicos Sean Tulin, de la Universidad de Michigan en Ann Arbor (EEUU), y Géraldine Servant, del CERN (Ginebra, Suiza), otorgan al bosón de Higgs un papel más allá de conferir masa a las partículas, involucrándolo en la solución a uno de los más conocidos enigmas de la física: ¿por qué en el universo existe una asimetría entre materia y antimateria? O, dicho de otro modo: ¿por qué en el universo existe algo en lugar de nada?
El trabajo de Tulin y Servant se centra sobre todo en la higgsogénesis. “Aunque la higgsogénesis sirve por sí sola como un mecanismo de bariogénesis, en este estudio prestamos especial atención a su posible conexión con la materia oscura”, escriben los investigadores. La materia oscura es un componente del universo de naturaleza tan misteriosa como su nombre y que constituye alrededor del 85% de toda la materia existente. Tulin y Servant proponen que la desintegración de los higgs puede generar materia oscura, y que este mecanismo podría explicar las proporciones de materia visible y oscura en el universo.
FUENTEMaEl. 15Oct-2013 Pueblos en Linea