Lógicamente se pretende llamar la atención sobre estos curiosos animales “híbridos“, para invitarnos a visitar el museo dónde nos explicarán el verdadero origen de estos extraños ejemplares.

– El primero de los carteles, que hemos visto al principio de la entrada, nos muestra como a partir de un oso y un pato obtendríamos un ornitorrinco. El pelaje es igual que el del oso, mientras que las patas palmadas y el pico son muy parecidos a los del pato. Evidentemente la dificultad para cruzar a estos dos animales viene dada por un montón de condicionantes que lo impedirían. Desde la barrera evolutiva que representa el hecho de que el oso sea un mamífero y el pato un ave, dos grupos que descienden de tipos distintos de reptiles, hasta el distinto tamaño que tienen ambas especies.

– El segundo cartel representa como el cuello largo del avestruz tendría su origen en que uno de sus progenitores sería una jirafa, mientras que todas sus demás características avianas provendrían de una gallina… Además de la incompatibilidad entre aves y mamíferos comentada antes, también serían bastante incompatibles en cuanto a tamaños…

– El tercer cartel nos muestra como a partir de un panda gigante y un elefante podemos obtener un tapir malayo, que toma del panda su coloración blanca y negra, y del elefante su característica trompa, aunque un poco acortada y disminuida. En este caso, al menos ambos son mamíferos, pero no por ello son más compatibles, ya que son dos especies alejadas evolutivamente y por tanto imposibles de hibridar.