Desde las primeras civilizaciones hay pruebas que el hombre, conocía los efectos de algunas plantas como el opio y las usaban, con motivos religiosos, rituales, medicinales o distracción. Hoy en la cultura occidental es un tema tabú, desde la denuncia médica del pasado siglo XIX , cuando se dictaron leyes contra las drogas.
Son sustancias capaces de alterar los procesos biológicos o químicos en los organismos vivos con determinados como combatir una enfermedad, aumentar la resistencia física, alterar las respuestas inmunológicas o alterar la conciencia.
Aunque el termino droga, hace referencia común a lo ilegal, cuando se utiliza en uso sanitario, el terminó utilizado es el de medicamento, fármaco, o droga medicinal. Algunos medicamentos que sirven para curar según la dosis puede ser beneficiosas o dañinas para el organismo humano. Paracelso, fundador de la farmacología, en el año 1500, decía: Todas las sustancias son venenos, La diferencia entre un veneno y un medicamento es la dosis, es decir un medicamento administrado en dosis excesivas y durante un tiempo inadecuado se puede convertir en un factor perjudicial que puede producir la muerte del paciente.
La legislación actual enfrentada contra el consumo de las drogas, consideran ilícito el uso y el comercio extra-terapéutico de psicofármacos que alteran la conciencia. Los países establecen excepciones a esta regla, en occidente, el comercio y uso de tabaco, alcohol y productos de cafeína son legales en todas las circunstancias, mientas que en otros como el caso de Holanda se permite el uso de marihuana, cáñamos y hongos psicotrópicos si es distribuida en farmacias, puede ser usada sin prescripción facultativa. Para otros el abuso se refiere cuando el consumidor pueda dañar su salud. Otros criterios consideran que el Estado no tiene legitimidad para intervenir en su salud.
Los científicos descubren nuevos productos que se suman a la lista de sustancias prohibidas, sujetas al control estatal.
La clasificación de duras blandas y duras, es una antigua clasificación que pretendía distinguir las drogas adictivas que producen serios daños a la salud, denominadas duras, con las que no presentan tanto riesgo para quien las toma (blandas).
La cocaína, anfetaminas, heroína y morfina, son descritas como drogas duras, esto no ha sido así, porque las anfetaminas hace sesenta años eran de libre disposición. Hoy hay quienes de acuerdo con las investigaciones consideran al tabaco y al alcohol como adictivos. Y se critica a los fabricantes que como en el caso del tabaco, llevan incorporados productos para persistir en el consumo.
Al mercado están llegando productos nootropicos, que estimulan la mente, y el rendimiento intelectual y no son adictivos.