El teniente de alcalde de Tacloban, Jerry Yaokasin, informó personalmente al presidente de que incluso los afectados de las poblaciones más cercanas están llegando a la ciudad para apropiarse de alimentos y bienes de primera necesidad.
El Ayuntamiento, además, está completamente desarbolado porque la mayoría de sus funcionarios se han visto afectados por la catástrofe, según Yaokasin, y son incapaces de impedir los saqueos tanto de establecimientos como de los cajeros automáticos.
El presidente Aquino todavía no ha tomado medida alguna al respecto, según informó una portavoz de la Presidencia a la cadena filipina ABN-CBS, a la espera de la evaluación final del director general de la Policía, Alan Purisima, que se dirige a la ciudad en un avión C-130.
10.000 MUERTOS
Los muertos provocados por el paso del tifón Haiyan por la región central de Filipinas podrían alcanzar los 10.000, según declaró hoy a los medios un portavoz de la policía filipina.
El jefe de la policía Regional de la provincia de Leyte, Elmer Soria, declaró que el gobernador provincial, Dominic Petilla, dijo que el número de víctimas mortales podría sobrepasar las 10.000, la mayoría por causas de ahogamiento y derrumbe de edificios.
Haiyan, bautizado por las autoridades filipinas como Yolanda, habría arrasado entre el 70 y el 80 por ciento de la ciudad de Tacloban, en la costa este del país, por donde pasó el tifón el pasado viernes, remarcó el funcionario.
Después de que la localidad pasara varias horas incomunicada, ayer comenzaron a llegar imágenes de la destrucción de Tacloban: viviendas completamente destruidas, carreteras intransitables por el gran número de postes de luz y todo tipo de objetos arrastrados, y árboles totalmente desnudos.
“La devastación es total. Si has estado en Tacloban antes, ni podrías reconocer la ciudad ahora”, dijo a la agencia de noticias filipinas PNA un alto cargo del Ejercito, el teniente Jim Alagao.
La Cruz Roja de Filipinas estimó ayer que unas 1.200 personas han muerto por causas relacionadas por el paso del tifón, mientras las cifras oficiales aún no están actualizadas y marcan unos datos muy inferiores a la catástrofe sucedida.
El Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres del país señaló que unos 4 millones de personas de 36 provincias de Filipinas se han visto afectadas por Haiyan, calificado por agencias meteorológicas como “súper tifón”, ya que sus vientos superaron los 240 kilómetros por hora.
El teniente de alcalde de Tacloban, Jerry Yaokasin, informó personalmente al presidente de que incluso los afectados de las poblaciones más cercanas están llegando a la ciudad para apropiarse de alimentos y bienes de primera necesidad.
El Ayuntamiento, además, está completamente desarbolado porque la mayoría de sus funcionarios se han visto afectados por la catástrofe, según Yaokasin, y son incapaces de impedir los saqueos tanto de establecimientos como de los cajeros automáticos.
El presidente Aquino todavía no ha tomado medida alguna al respecto, según informó una portavoz de la Presidencia a la cadena filipina ABN-CBS, a la espera de la evaluación final del director general de la Policía, Alan Purisima, que se dirige a la ciudad en un avión C-130.
10.000 MUERTOS
Los muertos provocados por el paso del tifón Haiyan por la región central de Filipinas podrían alcanzar los 10.000, según declaró hoy a los medios un portavoz de la policía filipina.
El jefe de la policía Regional de la provincia de Leyte, Elmer Soria, declaró que el gobernador provincial, Dominic Petilla, dijo que el número de víctimas mortales podría sobrepasar las 10.000, la mayoría por causas de ahogamiento y derrumbe de edificios.
Haiyan, bautizado por las autoridades filipinas como Yolanda, habría arrasado entre el 70 y el 80 por ciento de la ciudad de Tacloban, en la costa este del país, por donde pasó el tifón el pasado viernes, remarcó el funcionario.
Después de que la localidad pasara varias horas incomunicada, ayer comenzaron a llegar imágenes de la destrucción de Tacloban: viviendas completamente destruidas, carreteras intransitables por el gran número de postes de luz y todo tipo de objetos arrastrados, y árboles totalmente desnudos.
“La devastación es total. Si has estado en Tacloban antes, ni podrías reconocer la ciudad ahora”, dijo a la agencia de noticias filipinas PNA un alto cargo del Ejercito, el teniente Jim Alagao.
La Cruz Roja de Filipinas estimó ayer que unas 1.200 personas han muerto por causas relacionadas por el paso del tifón, mientras las cifras oficiales aún no están actualizadas y marcan unos datos muy inferiores a la catástrofe sucedida.
El Consejo para la Gestión y Reducción de Desastres del país señaló que unos 4 millones de personas de 36 provincias de Filipinas se han visto afectadas por Haiyan, calificado por agencias meteorológicas como “súper tifón”, ya que sus vientos superaron los 240 kilómetros por hora.