La Cancillería egipcia declaró este sábado persona non grata al embajador turco, Hüseyin Avni Botsali y le pidió que abandone el país, al tiempo que disminuyó el nivel de las relaciones a encargados de negocios.
Esta decisión tomada por Egipto enturbia las relaciones con Turquía, quienes insisten en que el presidente depuesto Mohamed Mursi, detenido desde el 3 de julio por las Fuerzas Armadas, sea puesto en libertad.
Turquía “trata de influir en la opinión pública en contra de los intereses de Egipto y ha apoyado los encuentros de las organizaciones que buscan desestabilizar el país”, declaró el portavoz del ministerio de Exteriores de Egipto, Badr Abdelaty.
El pueblo y el Gobierno de Egipto declararon que aprecian al pueblo de Turquía. Sin embargo, responsabilizan al Gobierno turco de llevar las relaciones entre las dos naciones tan lejos que impuso la necesidad de adoptar la medida, señala un comunicado difundido a través de la agencia noticiosa oficial MENA.
La comunicación acusó a las autoridades turcas de ofender la voluntad del pueblo en Egipto y revela que pidió a su embajador que regrese de inmediato al país.
Egipto ha insistido en reiteradas ocasiones que para que las relaciones mejoren Turquía debe respetar la voluntad del pueblo egipcio.
El pasado 12 de noviembre el Ministerio de Asuntos Exteriores de Egipto convocó al embajador de Turquía a raíz de los últimos llamamientos de Ankara para que el presidente egipcio derrocado regresara al poder tras su última comparecencia ante los tribunales.
El jefe del Ejército egipcio, el general Abdel Fattah al-Sisi, anunció el pasado 3 de julio el derrocamiento del presidente Morsi, la suspensión temporal de la Constitución y la disolución del Parlamento.
Tras el derrocamiento del presidente Morsi las relaciones entre ambos países se deterioraron. Ankara (capital de Turquía) declaró que el cese de un jefe del Estado elegido democráticamente viola la ley y daña gravemente al país, a su economía y a los procesos democráticos.
El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, incluso se refirió a la necesidad de convocar una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para discutir la situación en Egipto.