Las raices sionistas de un sector del nacionalismo catalán: el “catasionismo”

(artículo escrito el año 2006)

Existe una rama muy poderosa del nacionalismo catalán, influenciada desde hace mucho por las vicisitudes del pueblo judío, sobretodo por el movimiento sionista posterior a la II Guerra Mundial que dio lugar, en 1948, a la fundación del Estado de Israel en los territorios palestinos. Esta identificación se reafirmaba cuando al convertirse en una forma de atacar al catalanismo por parte de sus enemigos. Pío Baroja, por ejemplo, en 1907 acusaba a los catalanes de ser «los judíos de España» (1)
Figuras destacadas del catalanismo fueron acusadas de ser judíos, como Companys o Cambó. Muchos catalanes de diversas ideologías inclinaron sus simpatías hacia el pueblo judío y hacia el Estado de Is­rael, cuya creación influyó tanto en fascis­tas como Josep Plà (maravillado al visitar Israel en 1950) como al antifranquista Salvador Espriu, que presentaba a Israel «como la proyección mítica de Catalu­ña» (2). Las relaciones entre el catalanis­mo y el sionismo se consolidaron gracias a la amistad del padre de Jordi Pujol con el magnate empresario judío David Ten­nenbaum, creador de la Banca Dorca de Olot, germen de lo que fue la futura Ban­ca Catalana (3), operación que consolidó a Jordi Pujol y su entorno como centro del nacionalismo catalán. La simpatía hacia el sionismo afecta a militantes de casi todos los sectores del nacionalismo, desde los católicos de Convergencia i Unió (CiU), a los laicos de Esquerra Republicana de Ca­talunya (ERC) e incluso a algún grupo de la izquierda extraparlamentaria. La sim­biosis catalanismo-sionismo ha sintetizado el “catasionismo”, corriente dominante en el nacionalismo catalán. Paradójicamente, el sionismo también es una de las mayores influencias que han tenido los Gobiernos del Partido Popular, cuya ideología ultra­conservadora o neofascista, está en las an­típodas del nacionalismo catalán. La pre­sión del catasionismo consiguió en el 2005 el incremento de las relaciones entre Israel y Cataluña, concretadas tras la reunión de Maragall con Shimon Peres, del fomento de la cooperación tecnológica entre Cata­luña e Israel a través de la Fundació Cata­lana per a la Recerca.
LA RED CATASIONISTA
Según el periódico La Vanguardia (4), los políticos catasionistas más importantes son el ex–presidente Jordi Pujol; Josep Lluís Carod-Rovira, Presidente de Es­querra Republicana de Catalunya (ERC) y actual vicepresidente de la Generalitat; Miquel Sellarès, periodista y antiguo res­ponsable de seguridad en los gobiernos de CiU y hoy cercano a ERC, Joan Oliver, antiguo director de TV3 y militante de CiU, y Maria Josep Estanyol, doctora el filología semítica en la Universitat de Bar­celona y militante de ERC. Intelectuales catasionistas influyentes son Pilar Rahola, antigua militante de ERC y hoy situada en la extrema derecha del sionismo (partida­ria visceral de Ariel Sharon); el periodista Pere Bonín, Joan B. Culla, historiador de la Universitat Autònoma de Barcelona, la escritora Marta Pessarrodona, el periodis­ta y escritor Valentí Puig y Lluís Bassat, publicista y candidato a la presidencia del Fútbol Club Barcelona. Pero especial aten­ción merece el jefe de filas del sionismo ca­talán, Vicenç Villatoro, diputado por Con­vergencia i Unió (CiU), escritor, periodista y antiguo director del diario nacionalista Avui y de la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió, ente que engloba las emisoras de la Generalitat. Algunos de los catasio­nistas no pasan de tener ciertas simpatías e identificación hacia la política del Estado de Israel, desarrollando su cometido si­lenciosamente, mientras que otros ejercen violentamente de comisarios políticos de Israel en Cataluña, manipulando y tritu­rando, desde los púlpitos televisivos y los poderosos medios de comunicación que los apoyan, cualquier disidencia hacia la polí­tica de Israel.
Los medios de comunicación filo-sio­nistas
De los medios más pro-sionistas hay que destacar en primer lugar el periódico Avui, así como La Vanguardia, también receptiva hacia el sionismo. Las radios y televisiones públicas (TV3, C33 y Catalunya Ràdio bá­sicamente), han perdido parte de su furor sionista desde que Vicenç Villatoro dejó de ser su director, aunque en las tertulias te­levisivas de TV3 y el C33 son fijos los catasionistas más importantes, como el pro­pio Villatoro, Rahola, Joan B Culla y otros. También la Fundació Catalunya Oberta es un establecimiento filosionista.
Asimismo se ha creado una red de medios de comunicación de tendencia catasionis­ta, donde participan catasionistas promi­nentes. Este es el caso de Tribuna Cata­lana, (www.tribuna.cat), página dedicada a la política general, que tiene enlaces al Centre d’Estudis Estratègics de Catalunya (CEEC), ambos dirigidos por Miquel Se­llarès, y a la Revista Debat Nacionalista, cuyo primer número entrevista al historia­dor catasionista Joan B. Culla, a quien le dedica la foto de portada. La finalidad de la información de estos medios es crear una corriente de opinión favorable a las políti­cas de Israel y contraria a las luchas de los pueblos árabes.
El CEEC realiza estudios y análisis de la situación mundial desde una óptica favora­ble a la estrategia y a la ideología atlantis­ta de la OTAN y de la política del Estado de Israel. El CEEC defiende la invasión de Afganistán por la OTAN como un freno a la “jihad” (guerra santa musulmana) y por el bien de la seguridad de Europa y Cataluña, manifestando que la agresión de la OTAN es «una opción que puede parecer más “dura” pero que en realidad es simplemen­te más realista» (5) En el mismo artículo se alegra de que la cumbre de la OTAN haya tenido lugar en Letonia, presentando a los rusos, a su presidente Putin y a su control del gas y el petróleo como enemigos para Europa. En otro artículo se ataca la polí­tica exterior de Zapatero por considerarla antiamericana, antiisraelí y proárabe. La­menta que la decisión (finalmente revoca­da) de vender aviones y barcos a Venezuela haya puesto en peligro la amistad con los Estados Unidos (6). La vocación intoxica­dora de este medio queda evidente cuando identifica sutilmente la política exterior del gobierno del PSOE con el franquismo y éste con el mundo árabe: en un artículo que lleva por título “¿España se posiciona contra el gobierno de Israel?”, el CEEC afirma: «en la otra banda del arco ideoló­gico del Estado español encontraríamos la análoga “tradicional amistad con los países árabes” en la que insistió durante 40 años el régimen del general Franco.» (7) Otros artículos del CEEC muestran las opera­ciones de agresión israelíes desde la pers­pectiva sionista, como guerras defensivas frente a la amenaza árabe. (8)
Desde Tribuna Catalana se elaboran artí­culos antipalestinos, como los dedicados contra la victoria electoral de Hamás. Tri­buna Catalana, manipulando el conflicto de Palestina, “recuerda” a la Unión Europea que «hay decenas de miles de funcionarios y policías pagados con dinero europeo» y que no se puede seguir financiando a un gobierno «que envía kamikazes a hacerse explotar en un autobús o en una cafete­ría israelí» (9). Otros artículos critican la posición pro-palestina de una parte de la izquierda israelí debido según Tribuna Ca­talana al «autoodio de la extrema izquier­da israelí cercana a los grupos palestinos» (10)
Desde la revista El Temps, donde escriben entre otros sionistas la ultra Pilar Rahola, se intenta hacer pasar a los agresores como víctimas, como en el reportaje sobre la co­munidad judía dels “Païssos Catalans”, se justifica las matanzas israelíes en el Líbano a raíz de la detención de militares israelíes por Hamás, considerada como “agresión”: «La gente está extrañada y no entiende esta agresión. Por eso un 98% de los is­raelíes aprueban la medida tomada por su Gobierno y la entiende.» (11) También encontramos en el mismo número una en­trevista a la ministra de asuntos exteriores de Israel.
Lucha por las emisoras públicas y depu­ración de periodistas
Entorno al control de los medios públicos se desarrolla una sorda lucha de los cata­sionistas, que no ha trascendido al público. Vicenç Villatoro, cuando fue responsable de la radiotelevisión catalana, despidió al periodista a Eugeni Garcia, corresponsal en Jerusalén de Catalunya Ràdio. El Co­mité Profesional de la emisora, denunció en un comunicado que el despido se de­bía a «la presión reiterada de la comuni­dad judía en Catalunya, que cuestiona la imparcialidad informativa de la redacción de informativos y de su corresponsal en Jerusalén.» (12) Otra riña sucedió en los medios de Catalunya Radio, cuando Vicenç Villatoro atacó al periodista Antoni Bassas en una carta al diario Avui, por no cortar a un oyente que llamó al programa de Bas­sas y dijo que «los judíos e Israel se encon­traban en el eje del mal», según “denunció” Tribuna Catalana, medio que se queja del «infantilismo» de TV3 en el tratamiento de la guerra de Irak o las informaciones sobre EE.UU. e Israel, responsabilizando de ello al periodista Joan Roura (13). Roura también fue atacado desde La Vanguardia por Joaquim Roglán, quien “denunció” al periodista de TV3 por no defender la “im­parcialidad” en el conflicto sionista-árabe informando «de manera desmesurada» so­bre la violencia israelí (14).
ESQUERRA REPUBLICANA, PARTI­DA EN DOS
ERC es uno de los partidos que más está infiltrado por el sionismo, ya desde los tiempos de Pilar Rahola. Dirigentes cata­sionistas como Carod Rovira están enfren­tados con otros como Rosa Bonàs y Joan Puigcercós por la política hacia Israel. Las JERC, juventudes de este partido, se han manifestado reiteradamente a favor de la causa palestina, sufriendo incluso repre­sión policial, pero el “lobby” sionista es muy poderoso en ese partido: ERC nunca se ha manifestado públicamente a favor de Palestina y contra la política racista e im­perialista de Israel. Una muestra de la in­fluencia sionista en ERC la podemos ver en el nº 70 (abril-mayo del 2006) de Esquerra Nacional, revista oficial de ERC. En la pri­mera página de este número se entrevista a Jaume Fernández, historiador y militante de ERC, donde explica el balance de unas jornadas sobre sionismo y catalanismo, jornadas en las que participaron Conse­llers de la Generalitat. Según Fernández, que por una “rara” coincidencia también es miembro del filosionista CEEC, en las jor­nadas se denunció al «pensamiento único» contra Israel, «anclado en una posición ideológica heredera de un marxismo tras­nochado» (15).
Cuando Carod Rovira visitó Israel junto con Maragall en mayo del 2005 para reali­zar un homenaje a Yitzhak Rabin, asesina­do por un judío ultraortodoxo, se levanta­ron ampollas en la izquierda solidaria con la causa palestina. El colectivo Palestina Resisteix, recordó a Carod el pasado de Rabin, que al mando de unidades militares realizaba operaciones de limpieza étnica y actos terroristas. (16) Al parecer Carod es simpatizante del Partido Laborista Israelí, y en alguna de sus conferencias electorales para las elecciones autonómicas del 2006 había invitado a varios embajadores en­tre los que se hallaba el de Israel. Bernat Joan, eurodiputado ultranacionalista de ERC, sin declararse sionista, defiende tesis sionistas y norteamericanas cuando “de­nuncia” en su blog el asesinato del Primer ministro libanés Hariri, pro-israelí, como una conspiración de Siria e Irán, países a los que acusa de querer colonizar el Líbano (17) Para Josep Huguet, exconseller de la Generalitat «en el pensamiento de secto­res radicales del españolismo, los catalanes ocupamos el lugar de los judíos». (18)
Rosa Bonàs, una voz valiente
Rosa Bonàs, diputada al Parlamento espa­ñol por ERC es una de las valientes excep­ciones dentro del panorama nacionalista catalán. Su mérito es mucho mayor por el hecho de estar casada con un israelí, tener hijos de esa nacionalidad y haber pasado varios años viviendo en Israel, país del que tuvo que huir, como ella misma explica: «A medida que se iban multiplicando los asentamientos en Gaza y Cisjordania, el Ejército para la Defensa de Israel se con­virtió en un ejercito de ocupación con todo lo que ello implica. (…) en 1989, nuestro hijo tenía ya 10 años, fuimos conscientes de que aquel niño tenía ante sí dos opcio­nes: ser soldado de un ejército de ocupa­ción o pasar su juventud en la cárcel, como tantos amigos que se negaron a servir en los territorios ocupados» (19). Rosa Bonàs, que pide respeto para el pueblo palestino y defiende su derecho a vivir en un Estado viable, tiene un amplio historial de lucha por la paz desde hace décadas y no ha du­dado en sumarse en iniciativas a favor del pueblo palestino.
Carod Rovira se arrodilla ante el sionis­mo
Rosa Bonàs estuvo en el ojo del huracán sionista cuando hizo una proposición al Congreso junto a Puigcercòs pidiendo la suspensión de todas las ayudas del Estado español hacia Israel, incluyendo todo tipo de cooperación cultural en protesta por la política genocida de Ariel Sharón y contra la ocupación de los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania, justo en las fechas en las que Carod y Maragall realizaban el homenaje a Rabin. Esto levantó las protes­tas airadas de la Embajada de Israel, de la comunidad israelí en España, el odio vis­ceral de Pilar Rahola, y las acusaciones au­tomáticas de antisemitismo. Rosa Bonàs se defendió calificando a Rahola de «portavoz de Sharon». Carod zanjó el tema sometién­dose al sionismo, pidiendo perdón en una carta en la que calificaba la iniciativa de Rosa Bonàs «como un error político grave que, además, no es coherente de ninguna manera con mis propias convicciones (…) Estas y otras consideraciones las he plan­teado, personalmente, a los responsables del Grupo Parlamentario de ERC en Ma­drid, así como a los representantes diplo­máticos del Estado de Israel en España. (…) Nuestro rechazo sin paliativos al te­rrorismo, nuestro reconocimiento incues­tionable al derecho a la defensa del Esta­do de Israel» (21). Carod Rovira acaba su patética carta reconociendo el derecho a la existencia de un Estado palestino. ¡Fal­taría más!
EL INDEPENDENTISMO EXTRA­PARLAMENTARIO
Aunque la mayoría de grupos extrapar­lamentarios independentistas se sitúan frente a los crímenes sionistas y en defen­sa de la causa árabe, el sionismo también influye en algunas de estas fuerzas políti­cas. Toni Gisbert, dirigente del Partit So­cialista d’Alliberament Nacional (PSAN), responsable de de Acció Cultural del País Valencià y marido de Nuria Cadenas (in­dependentista encarcelada durante años), identifica judaísmo y catalanismo en un es­crito lleno de manipulación histórica, verdadero homenaje al nacionalismo de sangre: «Los puntos en común con las reflexiones del judaísmo son notables (…) una parte importante de nuestro pueblo reclama, como lo reclama una parte im­portante del judaísmo, un hogar nacional propio. (…) Un territorio donde no somos los únicos que estamos: igual que los ju­díos, hemos sido convertidos en minoría en algunas parcelas de nuestra propia tierra por siglos de ocupación. Pero como ellos, hemos vivido ininterrumpidamente desde nuestro nacimiento como pueblo. (…) Tampoco renunciamos a las parcelas donde somos minoría: porque para noso­tros la tierra tiene valor por ella misma, nos identifica y cohesiona.» (22)
Este es el panorama del sionismo en Ca­taluña, una fuerza que ha encontrado una sólida base de apoyo entre una buena par­te del nacionalismo catalán, dispuesto a transigir con cualquier brutalidad de Is­rael a cambio de fortalecer las posiciones de la burguesía catalana.
Notas:
1) Jordi Rovira. Lazos vivos entre Israel y Catalunya. La Vanguardia, 15/01/2006. (2) Idem
(3) Idem
(4) Idem
(5)http://www.ceec-cat.org/noti.php?noticia=180
(6)http://www.ceec-cat.org/noti.php?noticia=175
(9)http://www.tribuna.cat/Not%EDcies/Pol%EDtica/El_dilema_dels_europeus_da­vant_la_vict%F2ria_de_Hamas/
(10) http://www.tribuna.cat/Not%EDcies/Pol%EDtica/ERC_i_l%92estat_d%92Israel/ (11) Xevi Camprubí: L’altre banda del con­flicte. El Temps, nº 1555, 1/8/2006. http://www.eltemps.net/art2.php?sec_id=mon (12) Jordi Rovira, obra cit.
(18) Jordi Rovira, obra cit.

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