La misería originada por el sistema capitalista en su periodo de crisis más aguda ha conducido a miles de familias a buscar alimentos en contenedores y vertederos de basura incrementando las posibilidades de intoxicaciones con un fatal desenlace como el ocurrido en la ciudad sevillana de Alcalá de Guadaira.
Según los vecinos de la familia intoxicada, ésta atravesaba graves dificultades económicas careciendo de trabajo y buscando ingresos
con la recogida de cartones por las calles de la ciudad. La falta de unos ingresos regulares
motivó la búsqueda de alimentos en contenedores de basura, una práctica que se he incrementado de una forma extraordinaria en los últimos años, y que ha podido ser la causa probable de la intoxicación alimentaria sufrida por la familia.
El matrimonio, a pesar de la edad avanzada de sus componentes, 61 años el marido y 50 años la esposa; y a pesar de tener dos hijos menores de edad, una niña de 14 años y otra de 13, había solicitado el salario social el pasado mes de octubre sin haber recibido respuesta alguna de las autoridades municipales.
En la actualidad, en nuestro país más de 28000 personas viven y duermen en la calle y son consumidores habituales de los desechos que encuentran en la basura. No obstante, se ha incrementado esta práctica entre las familias que viven bajo techo.
Por otra parte, los medios de comunicación ha incidido en los últimos años en las cantidades de alimentos aptos para el consumo humano que pueden encontrarse en la basura, sin entrar a valorar el grave riesgo que puede representar para la salud. También ha incrementado campañas para aprovechar los alimentos caducados que sobran en las grandes superficies.
El sistema capitalista que amasa y reserva incalculables fortunas para las grandes oligarquías de nuestro país, reserva para la clase trabajadora el paro, el hambre, la indigencia y la muerte.
Ahora la mal llamada Justicia, ha puesto el suceso de Alcalá de Guadaira bajo secreto de sumario, con la intención de justificar su funcionalidad.
Las autoridades judiciales, parte integrante del actual sistema, tendría que juzgar al sistema capitalista y al estado español como responsables directos de estas muertes, así como el padecimiento de cientos de miles de compatriotas que cada día se incorporan al incesante ejército de pobres en España.
En la conciencia de nuestro pueblo está su futuro. Conociendo las causas de sus padecimientos, comprendiendo la necesidad de organizarse, dejando a un lado los caminos que el refomismo y oportunismo tiende como redes para mantener el actual sistema, solamente partiendo de estas bases avanzaremos para transformar esta mísera sociedad.