España debería bajar más los salarios y abaratar más los despidos, según exige la Organización para la cooperación y desarrollo económicos (OCDE).
Los “aún elevados” costes de despido ralentizan, según la OCDE, la creación de empleo en España, que tiene una tasa de desocupación del 26 por ciento, con 5,9 millones de desempleados.
En un informe presentado este miércoles sobre la reforma laboral realizada el año pasado por el gobierno español, la OCDE considera también que España debería asegurarse que los subsidios de desempleo y los servicios públicos de empleo contribuyan de forma efectiva a que los desempleados encuentren trabajo.
La OCDE reconoce que la reforma laboral ha “contribuido a la significativa moderación salarial observada en España durante el último año” pero advierte de que “el gobierno debe estar dispuesto a adoptar medidas adicionales si la evolución del empleo empeora”.
Las rebajas salariales, dijo el director de empleo, trabajo y asuntos sociales de la OCDE, Stefano Scarpetta, “son dolorosas para el trabajador pero son necesarias para promover el crecimiento de los márgenes de las empresas, que seguro que después estarán dispuestas a aumentar los salarios”. La OCDE recomienda abaratar el coste del despido, sobre todo, de los contratos indefinidos.
Considera “generosas” las indemnizaciones por despido improcedente a pesar de que en la reforma laboral de 2012 se rebajaron de 45 a 33 días por año trabajado para los contratos temporales convertidos en fijos. La indemnización aún está por encima de la media europea (24 días), dijo Scarpetta, que señaló que puede suponer “una falta de incentivo para los empresarios a la hora de hacer contratos fijos”.
Scarpetta se mostró también a favor de un periodo de prueba de seis meses como paso previo al contrato indefinido, algo para lo que hasta ahora en la práctica se estaba utilizando el contrato temporal. La reforma laboral de 2012 podría haber creado, según la OCDE, unos 25.000 nuevos contratos indefinidos al mes, la mayoría en empresas con menos de 100 empleados, lo que achaca a la relajación de las normas de despido. No obstante señala que su impacto es reducido y que llevará tiempo que la dualidad del mercado laboral (diferencias entre trabajadores temporales e indefinidos) se reduzca de forma significativa. La ministra de empleo, Fátima Bañez, declaró que “el gobierno analizará las recomendaciones que hace la OCDE” pero que “tiene ya marcada su hoja de ruta”.
Bañez dijo que “lo importante de la reforma laboral ya está hecho, y haremos esos pequeños ajustes para favorecer la contratación indefinida, el empleo estable y la empleabilidad de los trabajadores, que es el gran reto que como país tenemos por delante”. Entre esos “pequeños ajustes” Bañez citó la reducción de los tipos de contrato de 42 a cuatro y fomentar la contratación a tiempo parcial.
Ansa