La ocasiòn amerita más tiempo para reflexionar que para leer un enjudioso artículo que no puede alcanzar la contundencia del documento. Debemos al investigador egipcio Amit Kumar haber exhumado esta fotografía de la Gran Esfinge, obtenida desdeun globo aeroestático alrededor de 1900. Se ve claramente un gran orificio en la cabeza de la Esfinge. Según Kumar, guiándose por el ángulo de la sombra, es de al menos seis metros de profundidad. Y en las décadas siguientes, no vuelve a aparecer (de hecho, son más que escasas las fotografías aéreas posteriores).
Por cierto, la presunciòn que no sólo la Gran Pirámide sino también la Esfinge ocultan pasadizos secretos y cámaras ocultas es un secreto a voces, mal que le pese a Zahi Hawass (aunque la obstinaciòn de éste, cuando fuera Director de Antigüedades de Egipto, en cerrar el paso a los investigadores extranjeros aún cuando la implementaciòn de tecnología, como el robot Uphaut, demostró la existencia casi segura de aquellos, termina siendo una afirmaciòn por oposición). Numerosos investigadores han señalado la extraña presencia de “respiraderos” que no tendrían razón de ser si no llevaran, precisamente, aire fresco a subterráneos aún no conocidos. Pero si no les convence esa antigua placa en blanco y negro, pues simplemente observen cualquier fotografía contemporánea desde el aire de la escultura:
Si observan con atenciòn, es claro que el orificio ha sido sellado. Así lo señala esta ampliaciòn:
Pero no hay ningún apuro por responder estas preguntas. Las respuestas han aguardado por siglos. Y aunque los Poderes en las Sombras traten de ocultarlas, seguirán esperando los tiempos oportunos. Porque, ya se sabe, “los hombres tienen temor del Tiempo, pero el Tiempo…”
La ocasiòn amerita más tiempo para reflexionar que para leer un enjudioso artículo que no puede alcanzar la contundencia del documento. Debemos al investigador egipcio Amit Kumar haber exhumado esta fotografía de la Gran Esfinge, obtenida desdeun globo aeroestático alrededor de 1900. Se ve claramente un gran orificio en la cabeza de la Esfinge. Según Kumar, guiándose por el ángulo de la sombra, es de al menos seis metros de profundidad. Y en las décadas siguientes, no vuelve a aparecer (de hecho, son más que escasas las fotografías aéreas posteriores).
Por cierto, la presunciòn que no sólo la Gran Pirámide sino también la Esfinge ocultan pasadizos secretos y cámaras ocultas es un secreto a voces, mal que le pese a Zahi Hawass (aunque la obstinaciòn de éste, cuando fuera Director de Antigüedades de Egipto, en cerrar el paso a los investigadores extranjeros aún cuando la implementaciòn de tecnología, como el robot Uphaut, demostró la existencia casi segura de aquellos, termina siendo una afirmaciòn por oposición). Numerosos investigadores han señalado la extraña presencia de “respiraderos” que no tendrían razón de ser si no llevaran, precisamente, aire fresco a subterráneos aún no conocidos. Pero si no les convence esa antigua placa en blanco y negro, pues simplemente observen cualquier fotografía contemporánea desde el aire de la escultura:
Si observan con atenciòn, es claro que el orificio ha sido sellado. Así lo señala esta ampliaciòn:
¿Depósitos de una sabiduría desconocida?. ¿Accesos a recoletos ámbitos de iniciaciòn metafísica?. ¿Bunkers con relicarios extraterrestres?. Todas las hipótesis son válidas, todas son posibles.
Pero no hay ningún apuro por responder estas preguntas. Las respuestas han aguardado por siglos. Y aunque los Poderes en las Sombras traten de ocultarlas, seguirán esperando los tiempos oportunos. Porque, ya se sabe, “los hombres tienen temor del Tiempo, pero el Tiempo…”
La ocasiòn amerita más tiempo para reflexionar que para leer un enjudioso artículo que no puede alcanzar la contundencia del documento. Debemos al investigador egipcio Amit Kumar haber exhumado esta fotografía de la Gran Esfinge, obtenida desdeun globo aeroestático alrededor de 1900. Se ve claramente un gran orificio en la cabeza de la Esfinge. Según Kumar, guiándose por el ángulo de la sombra, es de al menos seis metros de profundidad. Y en las décadas siguientes, no vuelve a aparecer (de hecho, son más que escasas las fotografías aéreas posteriores).
Por cierto, la presunciòn que no sólo la Gran Pirámide sino también la Esfinge ocultan pasadizos secretos y cámaras ocultas es un secreto a voces, mal que le pese a Zahi Hawass (aunque la obstinaciòn de éste, cuando fuera Director de Antigüedades de Egipto, en cerrar el paso a los investigadores extranjeros aún cuando la implementaciòn de tecnología, como el robot Uphaut, demostró la existencia casi segura de aquellos, termina siendo una afirmaciòn por oposición). Numerosos investigadores han señalado la extraña presencia de “respiraderos” que no tendrían razón de ser si no llevaran, precisamente, aire fresco a subterráneos aún no conocidos. Pero si no les convence esa antigua placa en blanco y negro, pues simplemente observen cualquier fotografía contemporánea desde el aire de la escultura:
Si observan con atenciòn, es claro que el orificio ha sido sellado. Así lo señala esta ampliaciòn:
¿Depósitos de una sabiduría desconocida?. ¿Accesos a recoletos ámbitos de iniciaciòn metafísica?. ¿Bunkers con relicarios extraterrestres?. Todas las hipótesis son válidas, todas son posibles.
Pero no hay ningún apuro por responder estas preguntas. Las respuestas han aguardado por siglos. Y aunque los Poderes en las Sombras traten de ocultarlas, seguirán esperando los tiempos oportunos. Porque, ya se sabe, “los hombres tienen temor del Tiempo, pero el Tiempo…”