domi Chozoviotissa, el monasterio de una sola pared

En la encantadora isla de Amorgos, que forma parte del archipiélago de las Cícladas, se encuentra el famoso monasterio bizantino de Chozoviotissa. Incrustado desde el siglo XI en la pared de un acantilado a 300 metros sobre el Mar Egeo, es uno de los más espectaculares de las islas griegas.


Cuenta una leyenda que un día llegó a la playa, que se encuentra a los pies del acantilado, una barca sin nadie a bordo pero con una valiosa carga, un icono de la Virgen María, que habría sido salvado de los iconoclastas por una mujer piadosa originaria de Chotziva o Koziva, una ciudad de Tierra Santa aún no identificada que daría nombre al monasterio. La milagrosa llegada del icono a la playa sería el motivo por el cual el monasterio se dedicaría a la Virgen y se habría escogido dicho emplazamiento.

Siguiendo con la leyenda, el monasterio no habría estado siempre donde se encuentra ahora, sino que inicialmente, los habitantes de la isla construyeron la iglesia para albergar el icono en el mismo lugar pero situada a menor altura. Cuando aún estaba en construcción fue destruida pero milagrosamente las herramientas se salvaron y fueron colocadas en un punto mucho más alto e inaccesible que el original. El cincel del maestro constructor fue descubierto clavado en la roca, señalando el lugar donde se debería construir el monasterio, se dice que sería el lugar donde ahora se encuentra la capilla.


Sean ciertas o no estas leyendas, el emplazamiento escogido para el monasterio sin duda resulta peculiar, en un acantilado a 300 metros de altura sobre la playa, lo cual sin duda supuso una dificultad añadida para la construcción de un edificio así en su época. Su fundación se remonta al 1017, habría sido reconstruido posteriormente o verdaderamente fundado por el emperador bizantino Alejo I Comneno en el 1088.

El monasterio debe su sobrenombre al hecho que sólo tiene una pared levantada, mientras que las otras están constituidas por la roca justo en el punto que el Monte Profitis Ilias (de casi 700 metros de altura) forma una cueva natural. El color blanco de su pared, que contrasta con el gris rojizo del acantilado, hace la visión del monasterio aún ser más impresionante.


El interior del monasterio, que está distribuido en 8 niveles, tiene una altura de 45 metros y su anchura máxima es de 4.6 m. Sus ventanas miran al Egeo, todas de diferente tamaño y distribuidas de forma irregular. Dos impresionantes contrafuertes parecen haber tomado la responsabilidad de evitar que el edificio se escurra hacia abajo. La capilla fue instalada en una de las cavidades de la roca, tal vez donde señalaba el cincel.

Durante sus casi 1000 años de historia siempre ha estado habitado. Se estima que podían alojarse hasta un centenar de monjes, aunque en 1989, no había más que dos. Tras la caída del Telón de Acero, el monasterio volvió a cobrar cierta vida, y como ha ocurrido en otros monasterios griegos, se han instalado en él numerosos monjes jóvenes provenientes de Rusia.


Para visitarlo, aparte de subir una buena cantidad de peldaños que separan la carretera de la entrada, hay que respetar el código de vestimenta, que se puede resumir en que los hombres deben de llevar pantalones y las mujeres no. La entrada es a través de una puerta baja de mármol, que conduce a una escalera irregular y estrecha que permite subir a los niveles superiores, en el más alto se encuentra la capilla con sus iconos, uno de ellos es el milagroso, y valiosos manuscritos.

http://www.cabovolo.com/2008/10/chozoviotissa-el-monasterio-de-una-sola.html

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