Brasil, anfitrión de la Copa Mundial de Fútbol 2014 sigue viviendo protestas contra las medidas del gobierno en aras de preparar las instalaciones necesarias para los juegos.
Los habitantes de la pequeña favela Metro Mangueira, ubicada en las cercanías del estadio Maracaná de Río de Janeiro, han marcado este jueves su tercer día consecutivo de protestas contra el inminente desalojo en la zona.
El plan del Gobierno brasileño para construir un parque, un complejo comercial y un comunitario multimedia en la región ha generado el temor de sus habitantes ante un inminente derrumbe de decenas de sus casas.
Ayer por la noche, la Policía Militar (PM) se desplazó en esa localidad e impidió la materialización del intento de algunos vecinos de interrumpir una de las avenidas principales de la región.
Según la asesoría de prensa de la empresa Metro Río, la mañana de este jueves ha habido una interrupción de 15 minutos en la línea 2 del Metro de esa ciudad, ya que algunos manifestantes han lanzado objetos como sillas o adoquines a las vías.
Por otro lado, algunos manifestantes han ocupado las casas ya desocupadas y siguen protestando contra el desalojo en la zona.
La policía ha informado que no se han registrado detenciones y la situación “está controlada” y es “pacífica”, sin embargo, la PM se mantendrá en el lugar para impedir eventuales intentos de manifestación.
En 2010, fecha en la cual se dio inicio a los trabajos de demolición, unas 600 familias fueron indemnizadas y realojadas en complejos residenciales en la parte norteña y occidental de la ciudad.
Entre el 12 y el 13 de julio, Brasil acogerá, por segunda vez en su historia, los juegos de la XX edición de la Copa Mundial de Fútbol.
No obstante, el Gobierno de Brasilia ha recibido una ola de críticas, tanto a nivel nacional como a nivel internacional, sobre sus políticas a la hora de preparar las facilidades e instalaciones necesarias para el Campeonato.
Hispan TV