-
Tauroni intenta justificar su relación con Blasco y los contratos públicos que recibió
-
‘Todos los concursos que hemos ganado los hemos ganado en buena lid’, ha defendido
-
‘Cuando nos llovían palos nos pusimos nerviosos y a lo mejor hicimos lo que no debíamos’
-
‘La palabra conejo la utilizo en muchos ámbitos’, ha dicho sobre el posible apodo de Blasco
-
El empresario, aún en prisión, está acusado de tráfico de influencias, malversación y fraude
El empresario Augusto Cesar Tauroni, durante su declaración.
Tauroni es autor de la frase que mejor sintetiza el fraude de las ayudas al Tercer Mundo que se juzga estos días en Valencia dentro del llamado caso Cooperación. “Hay que dar prioridad a lo nuestro antes que a lo de los negratas”. Mejor retrato, imposible.
Tauroni llega cada día al Tribunal Superior de Justicia de laComunidad Valenciana en furgón policial y entra esposado a la sala cada mañana. Cuando va al baño, va escoltado por la Policía. Es el único de los nueve imputados en esta primera causa que permanece en prisión. Fue encarcelado el 23 de febrero de 2012 y este jueves el TSJ acordó prorrogar hasta dos años su estancia en prisión provisional.
Está acusado de los delitos de tráfico de influencias, falsedad, malversación y fraude en la concesión a la fundación Cyes de 1,8 millones en 2008 para proyectos en Nicaragua, de los que sólo 43.000 euros llegaron a su destino. Él se embolsó un 25% del total desviado.
Tauroni, ‘Míster X’ en los informes de la Policía, ha arrancado su declaración ante el fiscal rastreando su relación con el ex conseller de la Generalitat Rafael Blasco. Ha justificado sus años de relación con la familia Blasco por sus vínculos con el partido político Unió Valenciana, ha explicado que se conocen desde hace 15 ó 20 años y que contactaron en 2008 para “hablar sobre proyectos”. Ha defendidotodas las adjudicaciones que ha recibido de la administración pública desde entonces. “Puedo decir que jamás hemos pedido una ampliación de contrato y que todos los concursos que hemos ganado los hemos ganado en buena lid“, ha mantenido.
Ha admitido que su único objetivo como empresario (y por se ofreció a mediar con la fundación) era “facturar y ganar dinero” mientras el fiscal le exhibía, uno tras otro, mails, documentos y conversaciones que radiografían el amaño de las ayudas que debían llegar a Nicaragua, facturas que Anticorrupción mantiene que se fabricaron años después para blanquear el fraude. “Fue un error de fechas porque esos recibos no se llegaron a utilizar. Se quedaron en un cajón como un borrador tonto”, se ha intentado explicar Tauroni.
La compra de pisos
Cuando el fiscal ha apretado al acusado, que se ha quejado en varias ocasiones de no poder explicarse, Tauroni se ha acabado excusando en la presión mediática para justificar sus irregularidades. “Cuando empezaron a llovernos palos nos pusimos nerviosos y a lo mejor hicimos lo que no debíamos hacer”, ha admitido. “En la prensa nos estaban dando estopa”.
El empresario ha justificado la compra de pisos por parte de la fundación Cyes con el dinero que debía llegar a Nicaraguaporque “eran para oficinas”.”Le dije que pusiera los pisos a nombre de la Generalitat o quien le pidieran. Le dije que la prensa le iba a machacar”, ha recordado que le avisó a Marcial López, presidente de la fundación. “Le dije: aunque lo hayas hecho bien, te van a crucificar, así que si podéis devolved el dinero y santas pascuas“.
Augusto Tauroni, que no ha disimulado su agotamiento durante todo el interrogatorio, que ha dicho que ha perdido vista en prisión, que se frotaba la cara cuando el fiscal le acorralaba, ha divagado cada vez que la acusación detallaba su relación con la administración. Un ejemplo: el fiscal le ha leído un mail enviado a Tina Sanjuán, secretaria general de la Conselleria de Blasco, imputada también, que empieza con un cariñoso “Hola, caracola” y que acaba reclamando el pago de unas facturas porque, decía, “estamos más secos que la mojama”. Tauroni ha negado tener una relación personal con ella. “Era una relación administrativa”, ha zanjado.
“¿Por qué le envió un mensaje a Blasco en 2011 en el que le decía ‘de peores situaciones hemos salido’?”, le ha preguntado el fiscal. “Son frases que se dicen, en su momento porque el señor Blasco lo estaba pasando mal (había cesado como conseller). Igual que en la cárcel decimos: ya saldremos de la cárcel, y eso no significa que vayamos a salir juntos”.
‘La paranoia de Walt Disney’
En la recta final de su interrogatorio el fiscal ha sacado los ya famosos apodos que trufan el sumario del caso Cooperación. Según los informes de la Policía, la trama se refería a Blasco como “el conejo”, “Roger Rabbit” o “el conill”. Tauroni lo ha negado, ha dicho que la palabra “conejo” la utiliza en muchos ámbitos y que lo mismo vale para un cliente como para una situación. “A cazar conejos”, le decía a sus trabajadores. Y habla de conejos, ha explicado, como habla del“Pato Lucas o Mickey Mouse”. “Esto no significa que Roger Rabbit sea el señor Blasco o esto sea una trama de animales”, ha ironizado el acusado, decidido a desmontar lo que ha considerado “una paranoia de Walt Disney”.