Si puedes hacer eso, acabas de lograr lo que hemos enseñado durante años. En el proceso de tu vida lineal, tu intelecto trabaja horas extras para que te sientas bien; tienes ejercicios, los pegas en el refrigerador, haces esto y aquello, haces listas, lees libros, pero no hay nada como el aliento de Dios. Eso es interno; está disponible; no es un proceso; ¡es permitirlo!

Empieza la era de permitir, es decir que todo lo que aprendes, incluyendo el proceso, ahora culmina en algo más grande y más importante, aunque menos tangible. No responde a las listas. Responde al amor. ¿Puedes sentirlo en este mismo momento?

Pero hay algo más grande y más importante que cualquier cosa que tu cerebro pueda armar por sí mismo. Hay otro proceso, si quieres llamarlo así, en tu cuerpo; empieza a abrirse ahora como nunca antes. De eso hablaremos esta noche y será la última canalización de este año.

Hemos hablado de lo que es el Innato, la sabia inteligencia del cuerpo que tienen todos ustedes, que parece ocultarse en un lugar al que no pueden acceder como no sea por testeo muscular, o péndulo, o lo que sea que hayan diseñado para tratar de entender lo que les dice el cuerpo. Y cuando les digo que se preparen, empiecen a practicarlo ahora mismo, para que eso que es la sabia inteligencia del cuerpo esté un poco más cerca de lo que ustedes pueden entender como intuición. ¡Ahora mismo! No importa qué esté sucediendo. ¡Ya mismo! ¿Pueden decir mentalmente “Todo está bien” y comprender que es verdad, sin importar qué esté sucediendo?

Este año de desafíos están llegando a su  fin. Les daré un pequeño ejemplo de lo que les pasó. Imaginen por un momento que en el horno de la cocina de su casa está empezando a funcionar mal el ajuste de la temperatura que eligen para hornear las cosas. Ustedes preparan una comida y ponen el dial a la temperatura normal a la que siempre han cocinado esa comida. Cuando terminan y abren el horno, descubren que no se cocinó o que se pasó de punto.  Sin embargo, no hicieron nada diferente. Una y otra vez las comidas no salen bien, algunas se estropean, algunas tardan demasiado, y ustedes están frustrados. Ese horno que siempre funcionó perfectamente, con ese dial que tal vez está en 3.50, no cocina a 3.50. A veces cocina en 4, otras veces lo hace en 2. De modo que llaman al técnico para recalibrar el horno.  Esto es un ejemplo jocoso y una metáfora de lo que ha estado pasando este año.

Porque quienes están acostumbrados a cierto tipo de activaciones, a ciertas clases de pensamiento, de procesos, están descubriendo que no funcionan. O no están funcionando como antes. Los sanadores en este salón saben exactamente de qué estoy hablando, porque han estado trabajando horas extras todo el año. Muchas personas llegan a ellos diciendo:” Está pasando esto, está pasando aquello, no tengo idea del porqué.”  En unos minutos hablaremos de eso. Pero las comidas que ustedes cocinan – yo las llamaría comidas de vida – no son las mismas que eran antes, y es frustrante. A algunos de ustedes les da miedo. De eso se trata la recalibración. Es el reconocimiento de que las cosas se han salido del marcador de lo normal, de que el dial ya no trabaja con precisión.  Y tienen que encontrar la manera de descubrir hacia dónde se ha movido, qué ha pasado, para que puedan volver a lo que acostumbraban.

Eso es muy humano de su parte; muy lineal.  Querido, quieres regresar a lo que tenías. ¿Y si te digo ya mismo que eso nunca sucederá? Porque lo que tenías ya está viejo.  Lo que vas a tener es más grande que lo que tenías. Las cosas no sólo se van a cocinar bien: van a salir grandiosas. La calibración se comprenderá, las cosas van a volver a un lugar seguro en tu intelecto, pero el Innato sabe que es más que simplemente seguro: está mejorado y es más grande, en las pequeñas cosas, en las grandes cosas, en todas las cosas. Las pequeñas cosas, las cosas chiquitas: caminas por la calle y te sientes bien. ¿Qué te parece? Duermes toda la noche. ¿Qué tal?  Yo sé quiénes están aquí.  Alma vieja, estoy contigo todo el tiempo. La parte de ti que es tu Ser Superior, que está de mi lado del velo, al que siempre estoy abrazando, si estás en aprietos lo sabe; yo lo sé; el Espíritu lo sabe; la Fuente Creadora lo sabe. Si sientes frustración o miedo, eso va a cambiar.

Las cosas van sucediendo lentamente, pero estas cosas que te estoy diciendo ahora mismo suceden porque el alma vieja empieza a tomar su poder.  Ese poder es el poder de la compasión. Un poder que tal vez ya no se está considerando extraño o estrafalario, sino equilibrado, de alguien con quien las personas quieren estar. Comienza un nuevo papel para el creyente esotérico y nuevos desafíos para unirse al resto del planeta en forma equilibrada, para que puedan ayudar a quienes los rodean en lugar de aislarse en salones de reunión como éste, diciendo: “Qué bien me siento de estar aquí, por fin, con personas de la misma mentalidad.” Algunos de ustedes saben de qué hablo y otros, no.

Quiero decirte algo antes de terminar.  Estás siempre rodeado de seres de mentalidad similar, millones de ellos. Los Seres Superiores de toda la humanidad, que tienen la mente de Dios, están contigo todo el tiempo y puedes caminar por los lugares más oscuros, puedes ir a trabajar, y sentirte como cuando vienes aquí. Estarás satisfecho y en paz y no habrá frustración porque todos los Guerreros de la Luz están contigo. Es un cambio de consciencia, de actitud, el mismo ADN de tu cuerpo resuena con una nueva alineación. Hablaré de esto esta noche.

Por ahora, ¿Puedes sentir el viento del Espíritu soplar sobre ti?  ¡Todo está bien! ¡Alégrate, querida alma vieja! ¡Campeones de la galaxia, todo está bien!

Y así es.

Kryon