Por primera vez en los últimos 20 años, el Pentágono tiene una presencia permanente en Somalia. La tarea de los militares estadounidenses es coordinar operaciones de las tropas africanas que combaten contra los grupos islamistas.
Una pequeña célula de entrenadores y consejeros está desplegada en la capital del país, Mogadiscio, desde octubre pasado, según comentó al diario ‘The Washington Post‘ el coronel Thomas Davis, portavoz de AFRICOM (el Mando de Operaciones Especiales de EE.UU. en África). Davis puntualizó que actualmente la célula está totalmente operativa, aunque se abstuvo de dar más detalles.
Desde el año 1993 la política no oficial de Washington prohibía una estancia de largo plazo de militares estadounidenses en las tierras de Somalia. Entró en vigor después de que fueran derribados dos helicópteros, provocando una trágica batalla entre las tropas de EE.UU. y los guerrilleros somalíes, durante un intento de capturar a los líderes de una milicia local en octubre de 1993. El episodio clave fue el derribo de dos helicópteros UH-60 Black Hawk por la milicia somalí. En el combate posterior, el más intenso en la historia militar estadounidense desde la Guerra de Vietnam hasta aquel momento, murieron 19 militares y resultaron heridos otros 79. No quedó claro el número de bajas somalíes, pero se estima que hubo entre 300 y 500 muertos y entre 3.000 y 4.000 heridos, tanto combatientes como civiles.
Washington reconoció oficialmente al nuevo gobierno federal de Somalia solo en enero de 2013. Fue en aquel momento cuando restableció las relaciones diplomáticas con el país, rotas desde que su estructura política colapsó en 1991. Hasta ahora no tiene una embajada en Mogadiscio, que es considerada la ciudad más peligrosa del mundo, pero los diplomáticos si realizan visitas por periodos reducidos al lugar.
Sin embargo, esto no significa que a lo largo de las últimas dos décadas EE.UU. no estuviera involucrado militarmente en los asuntos locales. Según destaca ‘The Washington Post‘, la CIA ha estado administrando una base en Somalia y financiando a fuerzas secretas del país. EE.UU. invirtió más de 170 millones de dólares en crear el Ejército Nacional de Somalia. Llevó a cabo, además, varias operaciones puntuales y ataques con drones. Desde 2007 gastó más de 500 millones en entrenar y equipar a las tropas de la Unión Africana que luchan en el país al lado del Ejército Nacional para recuperar el control de ciertas zonas, arrebatado por la guerrilla que hace dos años anunció la fusión con Al Qaeda y es famosa por sus atentados sangrientos, como la toma de rehenes en un centro comercial de Nairobi (Kenia) el pasado mes de septiembre que costó vida a decenas de personas.