Los niveles se han multiplicado por ocho desde agosto pasado debido sobre todo al almacenamiento de agua contaminada
Empleados de de TEPCO en Fukushima
Tokio. (EFE).- Los niveles de contaminación radiactiva en los límites de la accidentada central de Fukushima se han multiplicado por ocho desde agosto pasado debido sobre todo al almacenamiento de agua contaminada, informó hoy el diario Mainichi.
Según las mediciones de la operadora de la planta, TEPCO, la radiación de causada en esa zona por la exposición a agua contaminada, escombros y otros residuos acumulados en Fukushima era de 1 millisievert al año en marzo pasado, dentro del límite recomendado, pero aumentó hasta los 7,8 en agosto.
Este incremento se ha atribuido a la radiación emitida por el agua contaminada almacenada que se genera en el proceso de enfriamiento de los reactores dañados por el tsunami de 2011.
El pasado mes de abril, la operadora detectó que en algunas de sus cisternas subterráneas se estaban produciendo filtraciones por lo que traspasó el agua contaminada a tanques situados en un descampado cercano a los límites de la central.
Desde entonces los niveles de radiación en esa zona al sur de la planta han ido aumentando.
El agua almacenada en los tanques contiene principalmente estroncio-90 y otros materiales radiactivos emisores de rayos beta.
Estos rayos beta pueden ser fácilmente bloqueados por una fina lámina de metal, pero cuando golpean las paredes interiores de los tanques generan rayos X, con una mayor capacidad de penetración en los materiales, lo que está contribuyendo al aumento del nivel de radiación en la zona.
El regulador nuclear de Japón ha exigido a TEPCO que especifique claramente cuándo va a conseguir reducir la radiación en los límites de la central a un 1 millisievert por año, el nivel recomendado por Comisión Internacional de Protección Radiológica.
Durante una reunión este viernes el regulador nipón señaló la necesidad de establecer chequeos para determinar si la situación mejora anualmente, informó la agencia Kyodo.
El accidente provocado por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011 en la central de Fukushima degeneró en el peor desastre nuclear desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986.
Las emisiones radiactivas resultantes mantienen desplazadas a unas 52.000 personas que vivían cerca de la planta y han afectado gravemente a la agricultura, la ganadería y la pesca local.