La Organización GMO Seralini gestionada por un grupo de ciudadanos y científicos analizó la propuesta del arroz dorado o arroz transgénico GR /Golden Rice) de Syngenta y concluyó que no es una solución para la población, informó el 17 de enero.
“El GR no es una solución realista al problema de la malnutrición y bien podría ocasionar problemas más graves para quienes lo cultivan y consumen.
Los promotores del GR dicen que tiene mayores niveles de beta-caroteno, un precursor de la vitamina A o provitamina A. Sus promotores aseguran que el arroz ayuda en el tratamiento de la ceguera y otras enfermedades causadas por deficiencia de vitamina A en los países del Tercer Mundo.
“Declaraciones a favor o en contra de la GR, en realidad son incorrectas y no científicas”, dijo la organización, destacando que el producto genético no está listo, es innecesario, muy costoso y con notables problemas.
En su análisis destacaron un importante atraso en el desarrollo del arroz mismo, que habría sido “inventado” en 2000, y que estos atrasos no fueron porque los activistas están en contra de los transgénicos, sino debido a los” problemas de la investigación”. Citaron para ello la declaración del Instituto de Investigación Internacional del Arroz (IIIA), que comunicó que el tiempo para el desarrollo de nuevos productos es de unos 13 años y GR “está todavía en desarrollo y sujeto a evaluación”.
“En septiembre de 2013 IIPI dijo que los recursos genéticos requiere de preparación por otros dos años”.
Costoso e innecesario
En su reporte los investigadores consideraron que el GR “es una ‘solución’ costosa y no probada para dar las bondades que ofrece, para el que hay mejores soluciones. “Se invirtieron en el desarrollo millones de dinero, y él todavía no estaba listo”.
“Por otro lado, el programa de la Organización Mundial de la Salud para combatir la deficiencia de vitamina A es barato, ya está disponible”, dice el análisis. Este programa consiste en formar personas que cultiven verduras de hoja verde en la cocina, y dar apoyos a la lactancia materna con la suplementación de los alimentos enriquecidos, cuando se necesite.
“La organización Navdanya de la Dra. Vandana Shiva en la India indicó que las verduras de hoja verde son hasta un 3.500% más ricas en beta-carotenos que el GR”, cita la organización.
Otro problema es que para que el cuerpo humano metabolice el beta caroteno la persona necesita grasa, cosa que no provee el arroz en sí mismo. Las verduras naturales en cambio traen consigo la ventaja de no solo dar solución a la carencia del beta caroteno sino para el tratamiento simultáneo de otras deficiencias nutricionales.
Los investigadores de GMO Seralini destacaron que se desarrollaron pruebas de cultivos del arroz dorado GR1 y GR2 de variedad japonesa en Sri Lanka, Bangladesh, Filipinas. En 2010 usaron unas variedades india y aún no se han publicado datos sobre estabilidad, consistencia, resultados o niveles de beta-caroteno.
En 2001, el GR1 fue enviado a Alemania, y encontraron que el nivel de beta-caroteno fue inferior al 1% del nivel que se supone que es. Después de la cocción, se redujo aún más, en un 50%. “Tales resultados han rechazado el proyecto de hace muchos años”, destaca GMO Seralini.
GMO Serafini menciona un estudio en seres humanos que los investigadores consideraron de “dudosa participación de los niños, publicado en 2012, y un estudio anterior que implica adultos, publicado en 2009”.
“Las muestras de GR se almacenaron a -80 o C y -70 o C, respectivamente, antes de su uso en los estudios”, por lo que “los estudios no proporcionan información sobre la utilidad de los recursos genéticos en las situaciones internas reales y cuando se usa en una dieta típica”.
Los científicos recordaron a su vez que la biofortificación es arriesgada. “Existen preocupaciones acerca de enriquecimiento de alimentos debido a que las personas son diferentes. La sobredosis de vitamina A se asocia con un mayor riesgo de defectos de nacimiento, y en el caso de los fumadores, con un mayor riesgo de desarrollar cáncer”, dice GMO Seralini.
Por otro lado se afirma “no hay pruebas de que el consumo de GR sea seguro. La modificación genética puede generar toxinas o alérgenos nuevos en las plantas, o modificar su valor nutricional. La aparición de toxinas o alérgenos nuevos puede producirse aunque el gen en cuestión se haya obtenido de una fuente no tóxica”.
“Tales cambios inesperados son difíciles de detectar sin llevar a cabo ensayos específicos de alimentación en animales para determinar la seguridad. Un posible riesgo, tal y como señaló el profesor David Schubert del Salk Institute en EE.UU., es el asociado al ácido retinoico, un derivado de la vitamina A que puede provocar daños al feto y defectos congénitos”, según GOM Seralini
A su vez los investigadores criticaron la publicación de dos artículos, uno en 2009 y otro en 2012. Un grupo de 32 científicos presentó una queja a la Universidad de Tufts por la violación de la ética médica y el Código de Núremberg por la utilización de niños chinos en uno de los experimentos sin consentimiento informado.
“La revelación llevó a la destitución de tres funcionarios chinos y la jubilación forzosa del investigador principal de Tufts”, indicó GMO Seralini. Estas investigaciones se realizaron sin las pruebas previas en animales para detectar toxinas o alérgenos inesperados en el GR.
“Los puntos anteriores son relevantes para las cuestiones científicas que rodean el GR”, concluyen los científicos.