La increíble alquimia de la capilla y las máquinas anatómicas

Entrada a la capilla

El extraordinario príncipe Raimondo di Sangro y la alquimia de la capilla de San Severo:

En la Nápoles del 1700 Raimondo di Sangro vivía en el Palacio Sangro, todavía existente en el  número 9 de la Plaza San Domenico Maggiore. En las inmediaciones, en el número 19 de la calle Francesco de Sanctis, surge la famosa capilla de San Severo, llamada también Santa María della Pietà dei Sangro o Pietatella.

La capilla fue construida como sepulcro de la familia de Giovanni Francesco Sangro (1590), luego fue renovada por el hijo Alessandro (1610) y finalmente decorada por Raimondo. La capilla estaba unida al palacio por un paso elevado que se derrumbó en los inicios del 1900.

Raimondo di Sangro

La capilla Sansevero se presenta como un complejo libro del saber hermético escondido hábilmente en las complejas esculturas. A medida que entramos hacía el altar mayor tenemos la entrada en el Este, el altar en frente al oeste, a derecha el Norte e izquierda el Sur.

A nuestra derecha la estatua del Decoro que está representada por un joven con los costados ceñidos por una piel de león y con la mano apoyada en una columna donde está escrito “Sic Floret Decoro Decus” que simboliza la fuerza. En frente a la derecha tenemos El Amor Divino, un joven en el acto de entregar un corazón en llamas que representa la fase conclusiva del proceso alquímico. Más hacia delante tenemos otras dos esculturas puestas una en frente de la otra, a mano izquierda la Liberalidad dónde una mujer  tiene en la mano el cuerno de la abundancia mientras con lo otra ofrece unas monedas y un compás, este último objeto representa la medida de la voluntad. A mano derecha tenemos la estatua de la Educación que representa una mujer en acto de instruir a un niño. Ambas estatuas simbolizan, una el vigilante del templo y la otra la tarea de instrucción de los neófitos.

En este punto examinemos las siguientes cuatro estatuas: La Sinceridad, La Suavidad, El Celo de la Religión y El Dominio, con esto ya podemos entrever las cuatro pruebas de iniciación.

La mujer de La Sinceridad tiene un caduceo , mientras que con la mano izquierda sustenta un corazón. Es aquí evidente el primero grado de la iniciación, dónde el neófito tiene que someterse a una rígida introspección (la estatua corresponde al elemento Tierra).

La Suavidad refleja la segunda prueba, tiene un yelmo en cabeza, señal de majestad y un yugo en la mano, señal de  dominio del alquimista sobre la materia después de haber encontrado el oro (la estatua corresponde al elemento Aire).

La estatua del Celo de la Religión corresponde a la tercera prueba dónde el iniciado se alumbra a la luz de una antorcha olvidando las nociones no conformes al libre pensador (la estatua corresponde al elemento Agua).

El Dominio simboliza la cuarta prueba donde un guerrero tiene encadenado a sus pies un león. Es el triunfo del intelecto sobre la fuerza bruta y sobre las ansias (la estatua corresponde al elemento Fuego).

El Saber Iniciático es condensado en la estatua de La Pudicia que representa la sabiduría que el iniciado tiene que desvelar para apoderarse de ella.

Interior de la capilla

En la estatua del Desengaño se representa a un hombre que se libera de una red, alegóricamente el aprendiz es representado apenas después de haber sido iniciado en los misterios. En el bajorrelieve, un Cristo da la vista a un ciego, aquí está clara la alusión al don de la luz y la verdad.

La estatua del Cristo velado reclama la atención a la figura del Maestro, cuando acomodado sobre en el lecho de muerte, es revestido simbólicamente por un velo.
Estas tres últimas figuras merece la pena que las veamos una por una más adelante con calma.

Es posible también hallar relaciones entre las estatuas y las cartas del tarot:

La estatua de la Liberalidad con la carta 17 “Las Estrellas”
La Educación con la carta 8 “La Justicia”
La Sinceridad con el arcano 3 “La Emperatriz”
La Suavidad con la carta 4 “El Emperador”
El Celo de la Religión con el arcano 9 “El Ermitaño”
El Dominio de si mismo con el arcano 11 “La Fuerza”
La Pudicia con la lámina 2 “La Papisa”
Y muchas otras correspondencias…

El Cristo velado, El desengaño y La Pucia:

En la Capilla de San Severo hay 3 particulares y cuanto menos únicas estatuas,  puestas bajo la orden de Raimondo de Sangro, cuya realización es tan fenomenal que se puede presuponer que además de la mano del artista, haya habido también alguna desconocida intervención alquímica.

El Cristo velado y la leyenda del velo:

Esta obra famosa por su impecable realización se encuentra en el centro de la nave de la Capilla de San Severo. Fue realizada por Giuseppe Sanmartino, por orden de Raimondo de Sangro. Tenía que ser una simple representación de Nuestro Señor Jesús envuelto en el sudario pero observándola es imposible no ser golpeados por mil interrogantes, primero de todo la absoluta perfección de la obra. El sudario transparente que envuelve a Jesús no se asemeja mínimamente a la frialdad y la dureza del mármol, material en que está tallado, porque en realidad lo que parecen ver nuestros ojos es pura seda. Nunca un velo ha sido representado de este modo, por un joven y desconocido artista napolitano que ha sabido, en esta obra, superar a Canova y Miguel Ángel.

Una leyenda cuenta que Raimondo de Sangro, con sus dotes de alquimista, habría sabido petrificar un verdadero paño, logrando así conseguir una obra única. La imagen es tan auténtica que arrastra al espectador a la piedad y al mismo tiempo a la delicadeza con que el Cristo es envuelto, arrastra casi a vivir los sufrimientos padecidos y a transmitir que está durmiendo y que aquel velo, con un soplo de viento, se deslizaría en cuanto Jesús hubiera emanado la primera respiración en el despertar. He aquí que el mármol frío se pone caliente, porque envuelve un cuerpo todavía vivo, inmortal, eterno, próximo a la resurrección,  como esta maravillosa estatua.

La estatua del Desengaño:

Otra obra increíble representa El Desengaño y se encuentra cerca del pilar de la derecha del altar. Obra de Francesco Queirolo, representa un hombre que trata de librarse de una red con la ayuda de una figura alada. Está dedicada al padre de Raimondo,  Antonio duque de Torremaggiore, en recuerdo de su vida aventurera y peregrina, a causa de la cual los hijos crecieron y fueron educados por el abuelo. Sólo en la vejez, dándose cuenta del tiempo perdido, volvió a Nápoles y  tomó los votos.
He aquí porque el hombre o mejor el padre, ayudado por una figura celeste, se libra del engaño, una red que lo encarceló dulcemente por toda la vida. El angelito, que lleva el símbolo del conocimiento en frente, señala con un pie el mundo complejo y el libro de la Biblia abierto. El bajorrelieve reconduce la parábola de Jesús que devuelve la vista al ciego, metáfora de toda esta historia.

La estatua es una referencia al recorrido de iniciación masónica, cuyo ritual se empezaba vendados y faltos de vista, hasta recobrar de nuevo la luz. Sólo atravesando la oscuridad de la perdición y el pecado se puede comprender y alcanzar la luz del conocimiento y la verdad. Pero si no se vive en el mal no se puede entender plenamente el bien y así poder distinguir bien las dos realidades. Después de todo Jesús ha curado a personas de enfermedades y de demonios, indicándoles el camino justo.

Cada uno de nosotros está enredado a una red dura como el mármol, que nos confunde y desordena los pensamientos en cada día de nuestra vida, sólo cuando seamos liberados podremos sentirnos libres de volar hacia la luz.
Como Raimondo cita: “fragilidad humana,  no es concedido tener grandes virtudes sin vicios.”

Pero lo que realmente asombra es la realización de la red, tan perfecta que parece real, parece auténtica y solamente pintada con el color del mármol. También en este caso se dice que el príncipe de San Severo hubiera usado la alquimia sobre una banal red de pescador petrificándola. Es extraño que las tres obras, únicas en el mundo por la precisión con que han sido realizadas redes y velos, se encuentren aquí. Muy parecidas entre ellas y además talladas por tres autores diferentes.

¿Descubrió de verdad Raimondo la magia alquímica o solo es una excelente habilidad de los tres artistas?

La estatua de la Pudicia:

Esta admirable estatua se encuentra a mano izquierda, en las cercanías del pilar del altar, mandada tallarla por Raimondo de Sangro está dedicada su madre, Cecilia Gaetani de la Águila de Aragón, fallecida cuando Raimondo tenía solo 1 año. Fue tallada por otro autor, Antonio Corradini, que a pesar de que ya hubiera realizado “velos de mármol” en muchas situaciones, alcanzó en esta obra una perfección tal, que es de suponer que también en este caso haya sido obra alquímica del príncipe. En este caso el material incluso está representado como  “húmedo” transparentando la piel todavía mojada.

El episodio escrito que se narra en el mármol es el “Noli me tangere” (latín, que traducido quiere decir “no me toques”) en el que Jesús resucitado se encuentra con María Magdalena y ésta lo confunde con el jardinero y Jesús le dice de no tocarlo pronunciando la frase “Noli me tangere”. De ahí la figura de María Magdalena en correlación con la mujer velada, escondida, bajo cuyo tejido precioso se esconde la verdad de la diosa que un día será revelado. Al lado de la mujer hay una lápida partida que muestra pocas palabras y un árbol de la vida, en relación con Eva, la primera Diosa. También es una oculta representación de Isis velada, Diosa masónica preferida. Aquí la mujer es protagonista, una mujer escondida, que hay que buscar. Se sienten deseos de quitarle el velo, un velo sutil pero al mismo tiempo opaco. Sólo el verdadero iniciado podrá hacerlo, sólo el que sabrá transformar alquímicamente el mármol en seda podrá quitar el velo.

El extraño laberinto:

En el suelo está representado un laberinto prodigioso en su realización porque está creado a partir de una sola línea blanca continua, ésta es otra de las extraordinarias ideas de Raimondo di Sangro, che fue verdaderamente un innovador en todos los campos. Hoy en día queda desafortunadamente bien poco a causa de un derrumbamiento en 1889 que lo perjudicó gravemente. Ha quedado  una parte delante de la tumba del Príncipe de San Severo y algunos trazos también en la cávea subterránea y en la sacristía. El dibujo consiste en una alternancia de cruces gamadas (esvásticas) y cuadrados concéntricos en perspectiva.

No es un tema casual por parte de Raimondo que haya revestido así el suelo, el laberinto es el símbolo por excelencia del recorrido iniciático, por el que se busca la salida hacia la verdad. Tema también muy apegado a los Caballeros Templarios,  la búsqueda del Grial, en Italia y en el mundo encontramos diferentes tipologías, a menudo en lugares precisos como moradas filosofales o mansiones de los Caballeros del Orden. El laberinto representa nuestro camino, las encrucijadas a las que estamos sometidos cada día, nuestras elecciones que hacen parte de un único y grande laberinto, dentro del que tenemos que saber elegir sabiamente para que no quedarnos prisionero, para así lograr salir victorioso, con conciencia y conocimiento, emprendiendo la calle correcta.

Las máquinas anatómicas:

El Príncipe de San Severo, alrededor de 1763, reclutó al anatomista Giuseppe Salerno, empeñándose a pagarle 2000 ducados al año, cifra destacada por aquel período.
El Príncipe tenía ya a su disposición el médico de cabecera de la familia, entonces ¿para qué contrató un nuevo médico?

Las respuestas que podemos encontrar pueden ser las siguientes:

1. San Severo ya había tenido desavenencias con las autoridades y la opinión pública, por lo cual no quería exponerse con sus experimentos.

2. El trabajo que quería ejecutar requería la experiencia de un médico experto en disecciones.

El Príncipe se hizo con unos esqueletos, que fueron oportunamente tratados y para mantener los huesos unidos en su sitio correcto fueron conectados mediante alambres pasados por las cavidades de los huesos. Después de este trabajo San Severo se preocupó de crear en cera cada trozo anatómico y después, por ejemplo en las venas, coloreadas con un pincel.

Otro sistema podría haber sido el que se utiliza para las velas, vertiendo cera líquida en un tubo en el que haya sido insertado un hilo. También los corazones, las vejigas y los testículos de las máquinas anatómicas han sido reproducidos en cera y por lo tanto ninguna sustancia metálica ha sido utilizada.

¿Pero por cuál motivo Raimondo di Sangro gastó grandes sumas de dinero y tiempo para realizar la más extraordinaria construcción anatómica en el tiempo?

Uno de los principales motivos podría ser el deseo de ofrecer a la ciencia de la época un válido instrumento de conocimiento de la anatomía humana.

La otra motivación podría ser el hecho que, inicialmente los dos cadáveres pudieran encontrarse dentro del edificio del príncipe en una habitación llamada “fénix” y que indudablemente conduce al mito filosófico de la regeneración dónde los tres elementos macho, hembra y feto (las máquinas anatómicas son esqueletos de un hombre y una mujer) en estado de la putrefacción están listos para recibir los nuevos gérmenes vitales de la resurrección. Es el proceso de la materia  en espera de la revivificación, tal como el fénix resurge de sus cenizas… Es elIgne Natura Renovatur Integra (INRI).

¿Un terrorífico experimento?

Observando las máquinas anatómicas nos asalta una duda atroz: Los cuerpos y todo el aparato circulatorio son demasiado complejos y anatómicamente precisos como para que puedan haber sido simplemente reproducidos. Existe una leyenda negra según la cual estas estructuras anatómicas habrían sido seres humanos fruto de un loco experimento por obra del mismo Raimondo de Sangro que, como un novicio Doctor Frankestein, habría llevado al laboratorio a seres humanos. El misterio permanece todavía hoy porque nos es absolutamente desconocida la metodología para conseguir modelos parecidos.

La única “técnica” conocida es el “proceso de metalización” según el cual se habría insertado en las arterias de los presuntos cadáveres, un líquido desconocido que habría hecho sólidos todos los vasos sanguíneos. Después los cadáveres habrían sido abiertos y privados de los otros órganos, dejando solo la estructura ósea y todo el sistema circulatorio. No se puede excluir la hipótesis que el experimento haya sido efectuado con personas todavía vivas, puesto que sólo la sangre en circulación bombeada por el corazón habría podido llevar el líquido por todas las venas y capilares.

Hipótesis que hace estremecerse si se piensa que la mujer estaba embarazada, efectivamente se ve todo el aparato circulatorio del feto y el cordón umbilical, el feto ha sido substraído. ¿Pero qué tipo de líquido ha sido utilizado? ¿Qué tipo de material pudo solidificarse sólo después de haber alcanzado cada más remoto capilar? Nos viene en mente el mercurio, el metal líquido conocido. ¿Pero de qué manera habría sido inyectado puesto que todavía no existían las agujas hipodérmicas de empleo en medicina? Un secreto que el Príncipe se llevó consigo a la tumba, no dejando huella alguna en sus estudios. Además no existen ejemplos de este tipo en todo el mundo y quizás nunca se dará la posibilidad de recrear, incluso hoy, un experimento parecido.

Es un sistema circulatorio hasta demasiado detallado, con el más mínimo capilar. A día de hoy no se conoce la verdad de su origen, está prohibido coger la más mínima parte del material para su análisis, quizás para dejar la duda, el miedo, la preocupación sobre la verdadera fuente de estas máquinas anatómicas. Quizás también para dejar la esperanza que no fueran modelos humanos o quizás también para asustar con la idea de un experimento sobre la vida.

Lo que asusta, despierta curiosidad y aun con la reserva en mente de que podría ser todo falso, no existe persona que no iría a observar estas extrañas e inquietantes “maravillas de la naturaleza”.

Las máquinas anatómicas se encuentran en la habitación del Fénix, animal símbolo de resurrección, de renacimiento e inmortalidad. Raimondo de Sangro fue fundamentalmente un médico y no tenemos que tener preconcebidas ideas de despiadado experimentador. Siendo él mismo un ferviente alquimista  pudiera haber redescubierto por un instante el vislumbre de la piedra filosofal, del metal transformado de oro, de la inmortalidad. A lo mejor su experimento fue para crear vidas eternas pero, después de haber visto el resultado, también es posible que haya decidido no probar más. Si no fuera así habríamos encontrado muchos otros cadáveres, quizás también de animales, pero sabemos bien que de “máquinas anatómicas” existen solamente dos.

Fuente original: http://www.luoghimisteriosi.it/campania/napolisansevero.html
Fotos: (c) fotografie statue e macchine anatomiche www.daltramontoallalba.it

Agradecimentos:
A Isabella y Sergio, staff de Luoghi Misteriosi,  por aceptar la traducción de su artículo.
Y a Andrea y Gianfranco, su padre, por ayudarme con la traducción.

http://www.misteriored.com/index.php?topic=3051.0

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